De verdad que me creí que este cuento era real, cuando me decías que querías pasar el resto de tu vida conmigo, que querías envejecer cogidos de la mano, que me amabas y que nunca nadie mas me iba a hacer daño.
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Y aún recuerdo aquellas noches en los bares hasta que nos echaban, esas conversaciones interminables y fascinantes...
Las escapadas al río o la montaña, las locuras como cuando nos fuimos a tomar por culo de concierto, coche y carretera, canciones, experiencias, movidas,mudanzas, viajes... Hemos vivido tanto como para olvidarlo así.
Espero que te arrepientas cada segundo de tu vida, gracias por haberme hecho como soy.