1938 | MAFIN
«La vio y sintió cómo las cuerdas que ataban su cuello al suelo se soltaban y creyó flotar, flotó hacia ella con la sonrisa más tonta que haya visto un ser humano y le dijo "hola", como si no se conocieran, como si sus cuerpos no hubieran explorado ya cada detalle y cada rincón, se acercó a ella con la sonrisa más idi...