Mr. Arrogante ⁶ ♡KookMin♡

By NeRakHaven

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NO COPIAS, NO ADAPTACIONES, NO TRADUCCIONES, NO AL PLAGIO, se original puedes crear un universo maravilloso c... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo Final
Epílogo

Capítulo 3

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By NeRakHaven

Dedicado a KOOKMINA-AT-HEART-

—¿Alguna vez me has visto bromear cuando se trata de trabajo? —preguntó Gong Yoo seriamente.

—Pero es que no puedo creer que de verdad contrates a este como mi asistente —gruñó Jungkook.

—¡Este tiene su nombre! Soy Park Jimin para ti —le respondió Jimin con los puños apretados.

Jungkook rodó los ojos. —Créeme, no me interesa saber tu nombre, porque tú no serás mi asistente, enano loco.

—Fíjate que ya firmé el contrato, estúpido arrogante —refutó Jimin sin bajar la mirada.

—¿Ves, padre? ¿Cómo quieres que trabaje con alguien que no conoce su lugar? ¡Acaba de llamarme estúpido arrogante!

—Tú le llamaste enano loco primero, y Jimin tiene razón, su contrato ya está firmado, no hay más que hablar —afirmó el señor Jeon—. Jimin, puedes bajar, hay una camioneta abajo esperando por ti para ir a solucionar el problema del traje. El resto de la información la recibirás por correo, puedes retirarte.

Jimin le dio una sonrisa agradecida al señor Jeon antes de hacerle una reverencia. —Con permiso, que tenga un buen resto de día, señor Jeon.

—Igualmente —asintió el señor Jeon.

Jimin se dio la vuelta y, a propósito, chocó con Jungkook, y por supuesto, no le pediría una disculpa.

¿Qué diablos había hecho? ¿Cómo se soportaría a ese maldito hombre durante seis jodidos meses? Realmente le gustaría tener en ese instante un giratiempo para evitar a toda costa firmar ese contrato, porque el pelirrojo estaba seguro de que terminaría protagonizando "Quiero matar a mi jefe", pero en la vida real.

Se encaminó hacia las escaleras. Ya no podía hacer nada, lo hecho, hecho estaba, y solo podía prepararse mentalmente, no solo para soportarlo como jefe, sino para estar bajo el mismo techo de ese estúpido arrogante.

—¡Oye, muchacho! ¿Por qué no usas el ascensor? —le preguntó la misma mujer de anteojos.

Jimin se mordió el labio inferior. —Soy claustrofóbico —respondió la verdad.

La mujer asintió. —¿Sabes cuántos pisos tiene este edificio?

Jimin hizo una mueca y negó con la cabeza.

La mujer le sonrió, negando con la cabeza, y anotó algo en un papel. —Que tengas buen día —murmuró sin levantar la vista de sus notas.

Jimin la miró confundido, pero igual hizo una reverencia para bajar.

Jungkook miraba a su padre con los brazos cruzados sobre su pecho. Decir que se sentía indignado era poco, él estaba furioso. ¿¿¿Tenía que trabajar con ese gnomo de cabello rojo y anteojos redondos???

—¿No piensas cambiar de opinión? —preguntó con seriedad.

Su padre no levantó la vista del computador. —¿Sobre qué?

—Sabes muy bien de lo que hablo, no pienso tener a ese tipo como mi asistente —musitó.

—Ya está contratado, Jungkook, y después de que despediste a tu quinto asistente, acordamos que yo escogería al próximo candidato, y Jimin es perfecto para el puesto —aseguró.

—No sé en qué cabeza cabe que ese enano es perfecto para ser mi asistente.

—En la mía —se encogió de hombros el señor Jeon.

Jungkook apretó sus labios en una línea de disgusto. —Es un completo irrespetuoso.

—Para exigir respeto, debes tratar con respeto a los demás —respondió Gong Yoo.

—No lo quiero como asistente, ¿acaso mi opinión no cuenta?

—No desde que despediste a tu última asistente porque tu café estaba caliente y no tibio —le informó su padre—. ¡Ah! Y otra cosa: Jimin va a vivir contigo en tu departamento.

—¿Qué? ¿Estás loco?

—Jungkook —la voz del señor Jeon sonó como una advertencia entre dientes—. No estoy loco. He decidido que la mejor manera para que tengas afinidad con tu asistente es conviviendo juntos.

Jungkook abrió la boca, asombrado. —Ningún asistente había tenido que vivir en mi departamento antes y mucho menos aceptaré a ese. Una cosa es que mandes en esta empresa y otra muy distinta es que quieras mandar en mi casa —exclamó.

—¿De quién es el dinero con el que pagaste ese departamento? —preguntó el señor Jeon mirando a su hijo.

Jungkook entrecerró los ojos y no contestó.

—Jungkook, dentro de seis meses estarás a cargo de la empresa —le dijo su padre—. Si no puedes manejar esta situación con tu asistente, ¿crees que estaré tranquilo dejándote al frente de todo?

—Bien, tú ganas, padre —dijo Jungkook con enojo.

¡Maldito enano, vas a arrepentirte de haber firmado!, susurró entre dientes.

El señor Jeon sacó su pañuelo del bolsillo para toser. —¿Debería decirle que Jimin tiene dos gatos? —murmuró para sí mismo— Creo que no —dijo, imaginándose la sorpresa que se llevaría su hijo.


Al salir de la empresa, una lujosa camioneta con un chofer lo había estado esperando, y aunque Jimin le dijo que no era necesario, el hombre había sido muy específico diciendo que eran órdenes del señor Jeon.

Ahora se encontraba estacionado frente a una de las tiendas donde jamás en su vida pensó que compraría. —Oiga, ¿está seguro de que es el lugar correcto? —preguntó mordiéndose el labio inferior.

—Por supuesto, aquí es donde el señor Jeon compra sus trajes —dijo el hombre al bajar y abrirle la puerta.

Jimin tragó grueso. El todo sucio y desarreglado se veía totalmente fuera de lugar en ese sitio. —Por aquí, joven Park —el hombre le indicó el camino.

Jimin asintió y una hermosa y elegante mujer lo escaneó de pies a cabeza. —¿En qué puedo ayudarte? —preguntó en tono un poco presuntuoso.

—Venimos de parte del señor Jeon —murmuró el hombre.

El semblante de la mujer cambió por completo. —¡Oh! Por supuesto, bienvenidos. Los trajes que el señor Jeon mandó a pedir están listos.

—No venimos por esos —habló de nuevo el hombre—. Los trajes son para el joven.

—Está bien, tenemos muchos que le irán de maravilla, o si los quiere hechos a medida, solo debe esperar un poco.

Jimin abrió los ojos atónito. Un traje hecho a medida tenía que ser malditamente caro. —¡No! Está bien, ¿puedo tener uno "normal"?

La mujer le sonrió un poco. —Por supuesto, vamos por aquí, están los vestidores. ¿Desean una taza de café o chocolate?

Jimin negó con la cabeza. Las demás personas a su alrededor lo miraban raro, y él solo quería tomar el primer traje que le quedara y salir de allí.

Después de dejarse guiar por la mujer, empezó a probarse trajes y también zapatos, los cuales Jimin al principio había rechazado, pero el hombre seguía insistiendo con que eran las órdenes del señor Jeon.

Y parecía que el señor Jeon nadaba en dinero. ¡Por Zac y su exquisito cuerpo! Con lo que costaba ese jodido traje que se estaba probando, pagaría seis meses de renta.

—Creo que es demasiado caro —murmuró Jimin al chofer.

Esto es un robo, ni que fuera el esmoquin de Jackie Chan, pensó Jimin.

—Ese es uno de los más baratos, cariño —le respondió la mujer.

Jimin arqueó una ceja. —¿Uno de los más baratos?

—Deberías estar feliz de que un hombre rico pague por ti —le susurró al oído.

Jimin le dio una mirada confusa. —¿Qué diablos le quiso decir?

Al final de las compras, Jimin terminó con tres trajes completos y dos pares de zapatos, y con lo que costaban esas prendas, Jimin sobreviviría al menos un año sin deudas.

Era irónico que tuviera una fortuna en un par de bolsas de compras y ni un solo won en el bolsillo.

Cargando con sus cosas, subió al auto y le indicó al chofer a dónde ir. Necesitaba visitar a su hermano y contarle que había tomado la peor decisión de su vida.

Su hermano mayor y él habían sido muy unidos desde niños. Además, necesitaba ver a sus gatos y contarles que pronto volverían a vivir juntos, desde el fin de semana, para ser exactos.

El auto se estacionó frente a la pequeña casa, y el chofer volvió a bajarse para abrirle la puerta. Jimin frunció el ceño. Los ricos eran unos flojos. ¿Por qué los choferes tenían que abrirles las puertas cuando lo podían hacer ellos mismos?

Con las manos cargadas de bolsas, le agradeció al hombre e hizo una reverencia. Fue un poco gracioso que no tuvo ni siquiera que tocar para que su hermano le abriera la puerta.

—¿Qué diablos hiciste? —le preguntó Yoongi directamente.

Jimin le hizo un puchero. —Mejor ayúdame con esto y luego me interrogas —se quejó.

Yoongi le abrió la puerta y le ayudó con un par de bolsas, dejándolas sobre la mesa.

—¡Llegó papá! —chilló Jimin cuando vio a sus dos regordetes gatos. Estos empezaron a maullar, metiéndose entre sus piernas.

—Mi princesa Hermione —dijo, tomando a la gatita de color gris entre sus manos—. ¿Cómo te has portado, Ron? —le preguntó a su gato de color rojizo—. Los extraño tanto.

—Y ellos a ti. Ron me odia —le dijo Yoongi mirando mal al gato.

Jimin soltó una risita. —Pero si es una bolita de ternura, ¿cómo podría odiarte? —murmuró acariciando con ternura a sus mascotas.

Ese par de animalitos eran su adoración. Los había encontrado a ambos en una caja tirados al lado de la basura, apenas y tenían los ojos abiertos. No había tenido el corazón para dejarlos allí tirados, así que los llevó consigo a casa, y desde entonces habían sido sus compañeros incondicionales.

Yoongi le dio una mirada a lo que Jimin tenía en las bolsas, y su boca se abrió completamente, llena de asombro cuando vio las etiquetas con los precios.

—¿Te ganaste la lotería o conseguiste un Sugar Daddy? —preguntó.

Jimin se levantó de donde estaba, aún cargando a sus gatos. —¿Sugar Daddy? —preguntó Jimin, soltando una sonora carcajada.

—Jimin, ¿en qué diablos estás metido? Vienes en una camioneta lujosa cargado de compras y, a juzgar por el precio de esto... —Yoongi entrecerró los ojos.

—Conseguí un trabajo, Yoongi —le dijo Jimin, y con un suspiro empezó a contarle a su hermano todo lo que le pasó en su desastroso día, que tenía que trabajar para un completo idiota y lo mucho que odiaba a su futuro jefe.

Yoongi lo escuchó atento.
—Así que le vendiste tu alma a Lord Voldemort —murmuró.

Jimin hizo una mueca.
—Yo diría que firmé un contrato con Dumbledore para trabajar para Voldemort.

—¿Y eso en qué te convierte? —preguntó Yoongi.

—¡Ay, ya deja de molestarme! —chilló Jimin— Estoy jodido. Cada vez que recuerdo que voy a vivir bajo el mismo techo que ese maldito imbécil, quiero que la tierra se abra y me trague.

—Te dije que no te apresuraras, Jimin. Podías venir a vivir con Hoseok y conmigo —le dijo Yoongi.

—No quiero ser una carga. Ya hacen bastante cuidando a mis gatos —murmuró Jimin—. Además, ya no puedo hacer nada. El contrato está firmado y debo estar el fin de semana en casa de Mr. Arrogante.

—¡Buenas tardes! El profesor más popular del instituto está en casa —se escuchó una voz desde la puerta.

—¡Hola, Hobi! —saludó Jimin con una amable sonrisa a su cuñado.

—¡Minnie! ¿Cómo te fue en la entrevista? —preguntó de inmediato.

—Claro, solo saluda a Minnie, yo no existo —bufó Yoongi.

Hoseok le mostró una radiante sonrisa.
—¿Gatito está pidiendo atención? —preguntó, plantando sus labios en los de Yoongi.

—No me llames gatito —bufó Yoongi, frunciendo el ceño.

—Yo también te amo —Hoseok le guiñó un ojo.

Jimin les miró con una sonrisa. Su hermano y Hoseok eran como el agua y el aceite, pero se amaban y complementaban como ninguna otra pareja. Su hermano era DJ en una discoteca y Hoseok, profesor de primaria.

—Ahora sí, cuéntame, Minnie, ¿qué tal la entrevista?

—Conseguí el trabajo —respondió Jimin—. Agradécele a TaeHyung por mí.

—Sobre mi cadáver —chistó Yoongi.

—Vamos, cariño, ¿aún me celas con TaeHyung? —preguntó divertido Hoseok.

Yoongi rodó los ojos —Solo no lo quiero cerca de ti.

—¿Estás consciente de que Hobi y Tae terminaron hace 5 años y en ese momento ni siquiera te conocía? —se burló Jimin.

—¿Y estás consciente de que vas a vivir 6 meses en el infierno a partir de ahora?

—Eres un Slytherin en todo el sentido de la palabra —se quejó Jimin.

Yoongi lo miró indignado—¿Estás usando mi casa para ofenderme? Yo que había comprado un enorme póster de Zac Efron pensando en ti. Creo que lo tiraré a la basura —dijo Yoongi, caminando a la cocina.

—¡Yoongi! ¿Eres mi hermano favorito, lo sabías? —preguntó Jimin, pestañeando.

El rubio le dio una mirada no muy impresionado—Soy tu único hermano.

—Yoongi... —Jimin hizo un puchero.

El rubio negó con la cabeza y tomó de la mesa el póster, tendiéndoselo.

Jimin lo tomó con su mirada llena de emoción. Tener un nuevo póster de Zac era lo único bueno que le había pasado en ese día, sin siquiera pensar en cómo sería su vida a partir de ahora.

Solo una cosa tenía clara: si Mr. Arrogante pensaba que Jimin iba a dejarse humillar, estaba equivocado.

Hola preciosuras de mi corazón sé que he tardado un poco pero aquí estoy, decirles que encontraran muchas referencias a Harry Potter en este Fic esta demás XD, PotterHead de kokoro.

Les amo un montón y espero que esta historia les guste mucho.









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