Mi nuevo profesor [JiMin & tú]

By UNeverWalkAlone

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Mi nuevo profesor... ¿¡quiere verme en su despacho!? More

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UN MES.
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By UNeverWalkAlone


Por favor, lee esto primero :

Antes de nada me gustaría aclarar rápidamente algunas cosas, esto, por si no se han dado cuenta, es un fic xd es decir, absolutamente todo me lo estoy inventando, conozco lo suficiente a JiMin como para saber que no le gusta la comida de mar, al igual que a Mon, y Jin pelea con él porque no come nada de mar:'v Los matrimonios son complicados. Pero si me apetece poner que se come una sirena, pues de la va a comer, al igual que si quiero poner que tiene alas de murciélago, o el chili pequeño. Quería aclarar esto, porque también sé cómo va todo el tema del idol en Corea, sé qué están varios años, incluso muchos años en algunas ocasiones, qué están entrenando y son aprendices para prepararse para todo lo que les espera, soy conciente de ello, pero creo que estaréis de acuerdo conque no haga pasar 84 años como si nada en este fic, así que, disminuiré el tiempo. Al igual que hay muchos grupos que no llegan ni a debutar, pero bueno. Lo digo para que no me salten al cuello :'v Al igual que si quiero luego poner cualquier canción como la canción que van a debutar en este fic. (Aunque me apetezca que sea la misma que en la vida real, pero si quiero puedo poner la de DNA mismo.)
También gracias por todo el apoyo que está recibiendo esta historia.
Dicho esto, sigamos con la vaina.
Gracias por leer.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Me desperté al día siguiente con muchas muchas ganas de ir al baño. Al mirar al rededor pensé : "Dios... todo fue real."
Si soy sincera conmigo misma no me creía la mitad de las cosas sucedidos ayer. Miré a la derecha, en busca de JiMin, estaba tumbado boca abajo abrazando su almohada. Tan tierno... Estaba profundamente dormido, su respiración me lo indicaba. Profunda y un tanto lenta. Intenté levantarme sin hacer ruido alguno, pues no quería despertarme ni mucho menos. Logré exitosamente bajarme de la cama de matrimonio sin despertarle, yo si fuera él estaría hace tiempo despierta.

Hice memoria y me dirigí al baño, lugar donde la noche anterior me cambié de ropa.

Al calmar el mar que yacía dentro de mi me dispuse a andar hacía el dormitorio, pero tuve una pequeña idea. ¿Será que prepare el desayuno? No... creo que mejor no me la juego, sería capaz de caerme algo tan fuerte que despertaría todo el vecindario. Además, no sé dónde están situadas las cosas, y aunque lo supiera estaría tan nerviosa preparando unas simples tortitas que seguramente las quemaría. Me estoy plantando estos problemas secundarios cuando el principal debía ser : No sé ni dónde está la cocina.

En fin, después de esa idea que no fue llevada a cabo, finalmente me dirigí al cuarto de mi novio. "Mi novio".... tengo que acostumbrarme a eso. Sentía como mis mejillas empezaban a arder.

Llegué al cuarto donde pasé la noche, cerré con cuidado la puerta y fui directa a la cama, pero me senté en el lado donde estaba JiMin, ya que había hueco. Mi mirada se dirigió a su espalda, pues estaba descubierta, así que empecé a acariciarla suavemente. En su rostro empezaba a formar poco a poco una sonrisa.

Empecé a pensar en todo lo que ocurrió anoche : Las audiciones, Tae, JiMin, yo buscando a JiMin desesperada, mi novio cantando, mi mejor amigo acabó por comprenderme, mi novio hizo lo mismo, la cena... Hye... ¡Hye! Oh no, de repente recordé la llamada de Hye y la de mi madre. Recordé sus palabras altas y claras como el agua : "Mañana te quiero a las 8 de la mañana aquí o no entras, te quedas en casa de tu amiguita, ¿entendiste?"
Sujeté mi cabeza con firmeza.... ¿Q-qué hora es? Agarré mi teléfono móvil y con un tanto de miedo lo desbloqueé. No puede ser, ¡son las nueve y media! ¿Qu-qué se supone que debo de hacer ahora? Miré a JiMin... No. ¿O sí? ¿Cómo llegaría si no?

Acerqué mi mano a su rostro... pero enseguida la quité. Debe haber otra manera pero por otro lado... ¿irme sin despedirme? Aish.

-¿J-JiMin...? -nada, ni una respuesta. -¿JiMin-ah? Oye JiMin... Eh, despierta por favor.

-¿Huh...?

-Qué me tengo que ir si quiero seguir viviendo.

Él intentó abrir los ojos.

-Oye, ¿me oyes o estás soñando?

-No.

-¿Cómo que no? ¿No me oyes? ¿No estás soñando? ¡JiMin! -finalmente se espabiló y abrió los ojos.

-¿¡Qué!? -no tardó en cerrar otra vez sus ojos.

-Qué mi madre me va a matar.

-¿Qué has hecho? -dijo mientras perezosamente abría de nuevo uno de sus ojos.

-Llegar tarde, tenía que estar en casa a las ocho.

-¿De la tarde?

-No, ¡de la mañana!

-¿Y qué hora es? -dijo mientras bostezaba.

-Las.. diez menos cuarto.

-¿Y me despiertas tan temprano?

-A ver...

-Es broma tonta. Mira, ya que tú madre te va a matar, quédate conmigo y seguirás viva pequeña.

-Sería mejor idea si por favor me llevases de vuelta a casa...

-Sí, claro que sí. Voy a vestirme enseguida, haz lo mismo, he dejado tu ropa en esa silla. -me señaló un lugar.

-Vale...

No tardamos casi nada en vestirme, de hecho los dos tardamos aproximadamente 6-7 minutos. Salimos de la habitación y nos dispusimos a andar fuera hacía el coche.

-Oh... hola. -dijo un señor.

-Hola tío, escucha, luego te lo explico, ahora tenemos prisa.

-Ayer llegas tarde, hoy tienes prisa, ¿mañana qué?

-Oye tío... puede que estés un poquito enfadado pero si quiero que está señorita de aquí lleg...

-¿Y quién es?

-Mi... novia.

-Oh, qué bien que la presentas a la familia.

-Tío en serio, no es buen momento. Luego hablamos, ¿vale? Y luego te cuento todo lo que pasó anoche y te juro que hoy no me moveré de casa.

-De acuerdo. -parecía calmado del todo. Su tío se acercó a mi. -Encantado, soy su tío. Disculpa que esté un poco alterado... pero hace bastantes horas que no sé nada de mi querido sobrino sobretodo cuando me tiene que contar algo muy importante.

-Sí... lo entiendo, tranquilo señor. Soy una desconocida para usted, me llamo ________. Encantada de conocerle.

-Y bienvenida a la familia. -me dirigió una sonrisa.

-Muchas gracias, ahora si nos disculpa...

-Ah sí, perdóname, qué teníais prisa. Oye conduce con cuidado, ¿vale?

-Siempre lo hago tío. -dijo JiMin. -Adiós.

Finalmente llegamos a su coche, y lo único que me preocupaba ahora mismo era mi madre.

-¿Tardaremos mucho?

-No te preocupes, llegaremos rápido.

-Me ha encantado conocer a tu tío.

-Sí, es muy simpático. Ya lo verás.

-Sí, se veía una buena persona.

-Y...amm... ¿cuándo me presentarás a tu madre?

-¿Cómo? Si ya...

-Me refiero, -me interrumpió.-, oficialmente. Cómo tu pareja.

-Oh...ah... pues...

-Lo-lo entiendo. Es muy pronto.

-Sí, bueno... esperaré un poco.

-Cómo desees. Lo entiendo perfectamente.

Pasaron ni más ni menos que 7 minutos y yo ya me encontraba fuera de mi casa. JiMin se bajó del coche para abrirme la puerta.

-Gracias pero no hacía falta. -él sonrió y me tendió su mano. Yo sin duda la agarré y salí del automóvil. Sin pensármelo dos veces me lancé y le besé. -Debo irme, gracias por llevarme, y por la cena y... y por todo.

-No me las des. -me dijo mientras arrugaba su nariz.


-Eres muy mono.

-Yo no soy mono.

-Claro que sí, eres adorable. -le agarré sus mejillas.

-¡Para! ¡Deja mis mejillas!

-Vale vale.

-Vete ya anda, no quiero que llegues muy tarde.

Nuestras manos seguían juntas mientras nos alejábamos poco a poco hasta que finalmente, se llegaron a separar. Al igual que nuestras miradas mientras nos sonreíamos mutuamente.

-Conduce con cuidado.

-Espero verte pronto, y avísame cuando llegues a tu cuarto. Será señal de que sigues viva.

-Y tú avísame cuando llegues a casa por favor.

-Lo haré. -se despidió con la mano, y yo hice lo mismo.

Saqué mis llaves con cuidado, y abrí la puerta de igual manera, deseando que mi madre siguiera durmiendo. Entré a la casa cerrando la puerta deberás mía. Con pasos lentos y cuidadosos entré en el salón, la tele estaba apagada, señal que mi madre estaba en su cuarto todavía, en la cocina no había nadie, así que fui lentamente hacia mi habitación. De camino, se encontraba el cuarto de mi madre, cuidadosamente, abrí la puerta para asegurarme que estaba dentro. Y efectivamente, estaba dentro pero estaba hablando por teléfono...

-Se llama, antes de entrar. -dijo mirándome. - Escucha, luego te llamo, ¿vale? Adiós.

-H-hola...

-¿Hola? ¿Qué hora es? ¿Eh?

-Esto...

-Al menos puedes avisar.

-Lo siento mamá, de verdad que lo siento.

-Bueno, ¿todo bien?

-Eh...sí, todo bien.

-Bueno, ¿has desayunado?

-No.

-Ven anda, vamos a desayunar.

Estaba confundida, ¿ella no estaba enfadada? ¿Qué está pasando?

-Por cierto, ¿qué tal Tae? El otro día me dijo que iba a hacer unas audiciones para ser cantante o algo así.

-Pues está bien, y él ya hizo las audiciones.

-¿Ah sí? ¿Cuándo? ¿Le fue bien?

-Sí, muy bien. Está en un grupo ya, o al menos se está formando todavía...

-¿Ah sí? ¿Y cómo se llama?

-Mamá, qué todavía no sabe nada, es el principio todavía.

-¿Sabes? Es muy buen chico...

-Lo sé mamá, lo sé.

-Sigo diciendo que sería perfecto para ti.

-Bueno... -empiezo a reír incómodamente.- Yo...emm...simplemente le veo como un amigo y nada más y...

-Hay alguien más, ¿verdad? -me interrumpió.

-¿Qué? -pregunté confundida.

-Por favor, yo te parí. Suelta, ¿quién es? ¿Lo conozco?

-Emm... mami... ¿y si vamos a desayunar?

-Y si me lo cuentas, ¿qué tal?

-Sí, hay alguien más.

-¿Cuantos años tiene?

-¿Ya empezamos?

-¿Le gustas?

-¡Mamá!

-¡Pero dime!

-Aish... está bien, él... él es algo más mayor que yo, no por mucho. Es tierno, es lindo, es...frío al principio, y bueno, él...ya tiene trabajo...

-¿Ya trabaja?

-Sí, bueno.

-¿De qué trabaja? ¿Cómo es que nunca me has hablado de él?

-Es... camarero... Bueno, en verdad él... aish, mamá, te quiero ser sincera al 100%, no me quiero esconder. Pero pensé que sería demasiado rápido decírtelo ahora y...

-Oye a mi lo único que me importa es que te respete. Me da lo mismo que sea camarero o cirujano, ¿entiendes?

-Es que... mamá, él es camarero por las tardes...él tiene otro trabajo.

-¿¡Trabaja de noche!?

-¡No mamá!

-Aah... bueno, ¿entonces?

-Él... es profesor. -en ese momento la expresión de mi madre cambió.

-No.

-Mamá... sé qué no te cae del todo bien...

-¿Es el carahuevo? ¿En serio?

-Mamá...

-¿Desde cuándo? ¿Quién más lo sabe? ¿Os habéis besado? Por dios, _______, ¿dónde tienes la cabeza?

-Él lleva atrayendo mi atención desde que empecé el curso.

-Dios... -mi madre estaba alterada. - Dímelo todo por favor, necesito saber.

-Si quieres saber si estamos saliendo... la respuesta es sí. Y no me juzgues mamá, ni me mires con esa cara. ¡Tú también sales con un profesor!

-¡Pero yo tengo 24 años más que tú! Aish.

-Pero, ¿qué tiene de malo?

-Mira... no vamos a desayunar, ¿de acuerdo? Tengo que estar a solas un momento.

-Pero...

-Debo calmarme, debo asimilar y debo pensar. Pero tú sabes que esto está mal.

-¿Por qué va a estar mal mamá? Tiene pocos años más que yo. Tiene una carrera, tiene trabajo, qué es lo que más te preocupa a ti, tiene su vida hecha ya. Es responsable, cariñoso, me cuida mamá, y me cuida mucho. Me respeta, me quiere y yo a él. Así que no veo dónde está el maldito problema.

-¿Estás segura?

-Sí.

-Bien... pues no me queda más que respetar tu decisión.

-Gracias...

-Supongo que seguirá viniendo.

-Bueno... todavía no se sabe. Él también hizo las audiciones y también está dentro.

-Encima cantante...

-¿Tiene algo de malo? Canta hermoso, ojalá algún día lo escuches.

-No, sino que me sorprende cada vez más. Bien... ¿vamos a desayunar y me cuentas más?

Fuimos a desayunar a mi sitio preferido, me pedí lo de siempre. Dos tortitas con sirope de chocolate y nata por encima, con un café con leche y zumo de naranja recién exprimido. Mi madre y yo charlamos durante horas, y cada vez la veía menos enfadada. Es absurdo enfadarse por algo así, no creo que reaccionaria así con cualquier otro chico. Le conté prácticamente todo, cómo era al principio, sus celos con Tae, cómo le pillé cantando, cómo le convencí para ir, las audiciones...

-¿Sabes qué? Lo único que me importa es que seas feliz. Si tú eres feliz, todo lo demás me da igual.

-Gracias mamá...

El resto del día fue tranquilo, el domingo igual. Conversé con mi novio y con mis dos mejores amigos, pero no salí de mi casa. Mi cuerpo me pedía días de descansos. Hye insistía en contarle quién es mi chico misterioso, pero prefiero contarle todo en persona.

Finalmente... llega lunes. Odiaba los lunes... y más si sabía que JiMin no va a dar la clase de hoy... aish. O al menos, eso creo. ¿Y si aún le queda para empezar con todo esto? Sólo hay una manera de averiguarlo. Por ahora, tengo que desayunar y vestirme, cosa que hice en 20 minutos, demasiado, diría yo. Últimamente me estoy dando cuenta que me estoy alimentando mejor, o al menos como una persona normal.

Me despedí de mi madre y me dispuse a andar hacia mi querido instituto...

Nada más entrar a clase veo a mi mejor amiga, la cual se emocionó al verme.

-Ven aquí, cuéntamelo todo.

-Bueno, ¿por dónde empiezo? Hmm...

-No me tortures más... -me puso moritos.

-A ver, Hye, sé qué todo lo que hablamos se queda entre nosotras, pero quiero que me prometas que esto no se lo contarás a nadie. -ella afirmó con la cabeza. -Bien, primero que nada... ¡muchas gracias por ayudarme!

-Sí sí sí sí sí sí, muchos de nadas, pero empieza yaaa.

-Está bien... -la llevé a un lugar más alejado de los demás. -¿Qué quieres saber?

-¿Quién es el afortunado?-su sonrisa no se desvanecía.

-Es... JiMin.

-Aaaaaaaaah, lo sabía. No puede ser... ¿estuviste con él anoche?

-Sí, pero baja el tono de voz, ¿quieres?

-¿Dormiste en su casa?

-Sí.

-¿Habéis utilizado protección?

-¡Hye!

-¿Qué? Eso es importante aunque sin...

-Hye, ya vale.

-Bueno, ¿hubo beso?

-Más de uno.

-Uuuh...

-Hye, contrólate.

-Yo te dije que está para mojar pan, y oye, ¿no tendrá un hermano por casualidad?

-Hye...

-Es broma, sabes que tengo novio.

-Sí, sí... .

-¿Y qué tal la cita? ¿Todo bien? ¿Os gustáis?

-Hye... estamos saliendo.

-¿Quee? Ay, eso no me lo esperaba. ¿De verdad?

-De verdad de la buena. -me dio un abrazo.

-_______, me alegro mucho por ti y a la vez no me creo todo esto.

-Bueno... yo soy la primera que no se lo cree.

En ese momento entró Tae a clase.

-Hye, ahora vuelvo. Voy a hablar con Tae.

-Está bien.

-Tae.-le di un abrazo fuerte.

-Hola.

-¿Qué tal todo? ¿Estás feliz por las audiciones?

-Sí, digamos que es un sueño cumplido.

-¡Qué bien! -si está Tae... puede que también esté JiMin. -Y... ¿conoces a tus nuevos compañeros?

-Aún no, tenemos una reunión el viernes. Sólo me suenan sus caras de haberlas visto una vez, cuando nos hizo firmar mil papeles.

-¿Y así a priori te parecen...no sé, buena gente?

-Sí, no tienen pinta de delincuentes. -empezamos a reír.

-Entonces... el viernes empezáis.

-Sí... esto es nuevo para mi.

-Estaré ahí siempre que me necesites. Y... espero que nos sigamos viendo, claro.

-Con todo lo que hay que entrenar... no sé yo. -me puse triste. -Pero, prometo intentarlo.

-Espero que te vaya todo bien, y si puedo, también te acompaño el viernes, si quieres, claro.

-Me parece que no puedes.

-¿En serio...?

-Sí, pero de todas formas vendrás con tu novio.

-Sí pero también voy a verte a ti.

-Ya, lo sé.

-Te sigo teniendo aprecio, ¿sabes?

-Y yo a ti. -me agarró de la mejilla.

El timbre sonó, y todos los alumnos fueron a su sitio. Mientras tanto, un grupo de chicas se acercaron a Tae, pude oír frases como : Ooooh, TaeTae, he oído que cantas muy bien. ¿Has ido a unas audiciones recientemente? ¿Nos cantas algo? Eres adorable.

-Chicas, a sus sitios por favor. -la voz de JiMin se hizo presente. JiMin... -Bien, escuchadme todos y todas, a partir de la semana que viene, ya no estaré. Vendrá un profesor sustituto.

-¿Qué? No puede ser... -dijo una alumna.

-Señorita, le agradecería que me dejara terminar. No podré asistir más a clases, pues me ha surgido algo. Durante esta última semana no penséis que vamos a estar de fiesta, vamos a continuar dando los temas pendientes que tenemos, también os tendréis que acostumbrar a los exámenes que hará el profesor que venga después de mi. O la profesora, ¿quién sabe? Pero quiero que tratéis a este nuevo profesor o profesora con el mismo respeto que me tratáis a mi. Sed alumnos ejemplares y disciplinados. Si tenéis alguna duda...

-Profesor. -una chica levantó la mano.-¿qué va a hacer de ahora en adelante?

-Qué sean de la clase, por favor. Mi vida privada, es mi vida privada. -la chica bajó la mano.

-Bueno, pues sigamos. ¿Quién hizo los ejercicios?

Pasaron las horas, hasta que finalmente llegó la hora del descanso. Yo sabía dónde me estaba esperando mi profesor favorito...

-¿Vas a ver a tu príncipe?

-Eeeh..., pues sí Hye.

-¿Cómo es su despacho?

-Muy agradable... no quiero ser grosera, pero debo ir al despacho del profesor... -unas chicas me oyeron- M-me dijo que vaya a la hora del descanso porque tenía que hacerme unas preguntas de tutoría, sí, y... debo irme. Adiós.

Apresurada, hice el recorrido hacia su despacho, recorrido que ya me lo sabía de memoria. Ni llamé, entré directamente. JiMin se hallaba leyendo un libro, y al ver que su puerta se abría, levantó su mirada y sonrió. Acto seguido, se levantó de su silla y se dirigió a mi, yo, cerré la puerta. JiMin puso su mano en la pared, a la altura de mi cabeza.

-¿Con el permiso de quién entra usted, señorita?

-Disculpa señor... no sabía que le molestaría. -ambos nos dedicamos sonrisas cómplices, y cerró la puerta con llave.

Él se acercó despacio a mi rostro, yo estaba deseando besarle, así que lo hice. Besé esos suaves y carnosos labios, era como si tocara el cielo. Empezó a besarme el cuello, sentía como mi vello se me ponía de punta. Lentamente me iba quitando las prendas que llevaba puestas, y empezó a tocarme con deseo. Dios... le echaba tanto de menos. Me agarró y me puso encima de la mesa, yo empecé a besarle el cuello también, estaba ardiente. Mi ropa ya estaba por el suelo. Empezó a jugar con mis pezones, yo ya le estaba quitando su ropa. Le toqué el torso, y empecé a descender... su torso estaba duro. Terminó de quitarme la ropa, y yo me dispuse a besar su miembro endurecido, pasandole la lengua despacio, y finalmente metiéndome su miembro en la boca. Yo sólo oía como gemía, y cómo gozaba. Eso me animaba a seguir. Fue entonces, cuando él ya no podía más, así que agarrándome del trasero, y sobre la mesa, empezó a penetrarme, con tanto deseo y pasión... yo sólo quería gritar. Disfrutaba tanto... y su cara, a punto de explotar de placer, y pequeñas gotas de sudor cayendo. Era todo perfecto.

Me salté una clase entera para estar con él, pero todo mereció la pena. Antes de volver a clase me preocupé por estar peinada, y la ropa arreglada para no levantar sospechas. Llegué a clase, a segunda hora después del descanso, y Hye, cómo no, vino para llenarme de preguntas.

-¿Saltándote clases? ¿Eh? -me dijo con mirada pícara.

-Piensa lo que quieras, Hye.

-¿Dejas suelta a mi imaginación? Uy, grave error.

-Seguramente lo que pienses, sea verdad. Ahí lo dejo. -Hye se encontraba con la boca abierta, sorprendida, y yo sonreí victoriosa.

Realmente ese despacho, se ha convertido en mi lugar preferido.

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