Seungmin se sentía ansioso.
Esperando en la puerta de su casa a que Chan llegara, jugaba con las mangas de su suéter. La noche estaba fría y él tenía miedo de ser más idiota de lo que era.
—Lamento la tardanza. Tuve que ocuparme de algunos asuntos del trabajo.
Sin pensarlo, sonrió. La mirada avergonzada al igual que su sonrisa hacían que las mariposas en su estómago aletearan. Chan era tierno.
—No hay problema.
—¿Nos vamos?
Asintió, dejando que el mayor tome su muñeca y tire de él. Ahí están esos nervios en su estómago que por alguna razón le gustan. Seungmin esa noche pensó en solamente disfrutar; dejaría el pasado a un lado y se concentraría en el hombre frente a él.
—¿De dónde salió la idea de esto? —preguntó conduciendo.
Seungmin, en el asiento de copiloto, despegó su mirada de la ventana.
—Solo quise que pasara. Siento que, a su vez, te lo debía.
—¿Por qué?
Se encogió de hombros.
—No lo sé.
Era la verdad.
La respuesta no conformó a Chan, pero tampoco seguiría hablando. Seungmin regresó su vista a la ventana y suspiró, perdiendo su atención en la gente que caminaba cuando se detuvieron en un semáforo.
Una pareja justo pasaba. El chico tomaba la mano de la chica y ella le sonreía. Seungmin fugazmente pensó en hacer eso con Chan, pero sería mucho. Después de todo, no eran nada. Y no se gustaban. ¿Por qué haría eso? No quería quedar como un tonto. Simplemente no era consciente de que Chan moría por hacer lo mismo, pero tampoco quería incomodar el menor.
Maldito Minho. Sinceramente, odiaba a ese hombre. Si no fuera por él, podrían estar felices en una cita. ¡Pero no! Minho fue lo suficiente idiota como para dañar mentalmente a Seungmin y arruinar su vida. Todo era una mierda, sí, pero intentaba ser positivo.
¿Y cuál era el lado bueno?
Ni siquiera existía.
—¿Qué vamos a ordenar?
Sentados en un bar, mientras Chan lee la cartilla, Seungmin se concentra en todas las parejas a su alrededor. Oh, todos luces felizmente enamorados. Odia ser el único ahí sin alguien que lo ame. Ojalá tuviera una persona que lo mirara con tanto cariño como él lo pide.
—Minnie.
Se encontró con los ojos de Chan y sonrió apenado.
—¿Si?
—¿Qué pasa? —preguntó apoyando su mejilla en su puño—. No me mires así, sé que estás pensando en algo.
—No es importante.
—Todo lo que piensas es importante para mí. Ya dime.
Seungmin suspiró avergonzado.
—¿No sientes eso?
—¿Qué cosa?
—El ambiente —Chan lo miró confundido—. Todos a nuestro alrededor están enamorados. Todos se aman, todos tienen una pareja. ¿Y yo?
Chan quiso suspirar pero se aguantó para no ser tan obvio. Simplemente le dió un vistazo rápido a su bebida y regresó sus ojos a Seungmin.
—Tú estás solo porque quieres —dijo sincero. El menor se quejó—. Vamos, podrías estar igual que todos ellos pero no te sacas a Minho de la cabeza.
—Mentira.
—Se sincero, desde que te subiste a mi auto, ¿cuántas veces pensaste o te acordaste de él?
El silenció del chico hizo que su boca se amargara. Chan asintió, desviando la mirada indignado. Aunque algunos lo llamarían dolido.
—Estoy intentándolo...
—Y está bien. No te digo que no.
Un silencio se generó. Era tenso. Y los dos se sentían incómodos, aunque la molestia de Chan quizás era un poco más grande.
—¿Crees que en algún momento me olvidaré de él?
Chan regresó sus ojos al chico. Negó.
—Las personas son temporales aquí —señaló a su alrededor—, pero no aquí —Y luego a su cabeza.
Seungmin suspiró.
—Minho nunca se irá de tu cabeza. Es parte de tu vida —continuó con un tono agrio—. Y hay mucho de él en ti. Solo tienes que aprender a vivir con eso.
—¿Y si no lo logro?
—De alguna forma u otra, lo harás. Quieras o no.
—¿Por qué sabes tanto?
—Porque todos hemos pasado por esto para ser quienes somos —se encogió de hombros observando su vaso.
La mirada oscura de Chan hizo a Seungmin pensar que era un idiota.
—¿Que quieres comer esta noche?
Luego de esa salida, Seungmin no habló con Chan. El hombre parecía no interesado en escribirle y él se sentía demasiado culpable. Creía haber arruinado todo.
—¿Qué pasó con Hyunjin?
Sentados en el césped de un parque cerca de sus trabajos, Felix, Jeongin, Changbin y Seungmin se encuentran poniéndose al día. A pesar de que la vida de los todos menos al mayor esté nublada al igual que el cielo.
Jeongin no tiene una mirada alegre. Sus ojos ya no parecen brillar mientras se pierde en la sonrisa de Felix al hablar de ese chico que suena tan perfecto.
—Hablamos mucho. Me dijo que me esperaría y que confiara en él —murmuró con sus ojos en la manta. Estaba muy avergonzado—. Y decidí hacerlo después de escucharlo llorar como por una hora —rió—. Es muy sentimental.
Parece que la primavera comenzaba en la vida de Felix.
—Yo conocí a alguien.
Changbin dijo alzando su mano avergonzado. Seungmin siempre pensó que era un gran hombre. Los halagos y felicitaciones por parte de sus amigos no tardaron en llegar, haciéndolo reír con su rostro tornándose rojo poco a poco.
—Su nombre es Chaeryeong. La... la conocí en el trabajo, es nueva en la cafetería —sonrió. Los tres restantes lo miraban enternecidos—. Y creo que la invitaré a salir. Creo, no lo sé. Quizás no soy lo suficientemente atractivo para esa bella mujer —suspiró.
—¡No digas eso! —Felix gateó hasta él, apretando sus brazos—. Eres más que atractivo, ¡todo en ti lo es! —exclamó. Changbin rió—. Ella tiene mucha suerte de que te guste.
—¡Eso! —Jeongin y Seungmin apoyaron.
—¿Y tú? —Todos los ojos cayeron en el menor.
—¿Yo qué?
—¿Nada nuevo para contar?
—¿Qué tal de ese chico que tanto te gusta? —Felix preguntó. Jeongin lo miró—. Ese que hace años te tiene tonto.
—Ah... todo mal con eso —rió avergonzado. Seungmin negó—. Creo que tengo que dejarlo ir. Ahora está en algo así como una relación con un idiota de primera que me cae horriblemente mal.
—Oh, qué pena —Changbin y Seungmin veían atónitos al rubio—. Él no era para ti, ¡hay más personas por suerte!
—Sí... Lo que pasa es que no quiero a nadie más —sonrió forzado. Felix iba a hablar de nuevo pero el chico negó—. Como sea, no es realmente importante. ¿Seungmin?
—¿Qué?
—¿Cómo vas con Chan?
Los ojos de sus amigos cayeron sobre él. El castaño se sintió incómodo.
—Mal. Creo que estamos peleados —decidió ser sincero. El resto se sintió apenado—. Desde que salimos, no hemos hablado.
—¿Y por qué crees eso? —Changbin preguntó abriendo un paquete de galletas. Jeongin miró la comida con emoción—. Come.
—Habíamos salido a un bar. Dije unas cosas y creo que se enojó. E-el tema principal era Minho.
Los tres suspiraron a la vez. Seungmin sintió su estómago revolverse.
HOLA MIS AMORES!
Cómo están hoy?
qué piensan de los personajes? quiero verlos sufrir más la vdd
no se olviden de pasar por mis otras historias! publiqué una nueva llamada a sunshine's plan así que si pueden pasársela a leer, me ayudarían mucho!
nos vemos el miércoles que viene!
tkm tkm tkm