Es un nuevo día, por fin el símbolo de la paz retomó su puesto como maestro en la U.A. Tantos problemas lo hicieron irse, aunque siempre estaba al tanto de su sobrina que él sabe que pasa por momentos difíciles. Ahora hay algo que él tiene que encargarse. Le informaron recientemente que había una maestra nueva para ellos, pero no tenía ni la menor idea de quién era, si hubiese sabido que Inko Midoriya era su profesora hubiese ido a la U.A inmediatamente.
La comisión de héroes y la misma academia le ocultó ese dato. El héroe número uno iba directo a la oficina de esa mujer. Escuchó todo lo que ha hecho mientras ha estado aquí, simplemente problemática —entonces usted es Inko Midoriya—
—Hello, number one, nice to see you— decía la mujer en su idioma natal. Ella tenía los pies subidos en el escritorio, recostada en la silla y se limaba las uñas. Ni siquiera se tomó la molestia de mirar al símbolo de la paz, es la primera vez que ella lo ve en persona, pero ya sabía de antemano que él iría por ella.
La falta de interés que da la mujer al asunto es gigantesca. All Might no puede creer lo grande que es el descaro de esa mujer —entonces eres tú, la super soldado. Nunca imaginé ni los mil años que fueras la madre de Izuku—
All Might tampoco conocía a la mujer, es decir, si sabía sobre la mujer más fuerte del mundo que es un soldado de Estados Unidos, pero no más de ahí —el mundo es muy pequeño ¿No crees? — Decía la mujer.
—Los alumnos tienen montones de quejas sobre ti, siempre los agredes verbalmente—
—Parece que los inútiles son valientes cuando están contigo, conmigo no han dicho ninguna palabra— ella seguía limando sus uñas.
— ¿Inútiles? Ellos no son inútiles—
—Come on, All Might, si vas a hablar conmigo que sea de algo importante. Al punto, lleguemos ahí—
Ciertamente, es descarada, dijo que los estudiantes no son algo importante para hablar con ella. Los desprecias incluso frente a él — ¿Cómo rayos el director permitió esto? ¿Por qué la comisión de héroes te trajo aquí? No eres alguien para enseñarles a los niños—
La mujer ríe, soplaba sus uñas recién limadas —la pregunta es ¿Cómo sigues aquí tú? Irrespetuosos, indisciplinados, débiles e incontrolables, no han hecho nada importante como aspirante a héroes, no han aprendido nada desde que entraron a la U.A. Ciertamente, eres el héroe número uno, pero estás muy lejos de ser un buen maestro Number One—
—Además— continuó la mujer —yo no quiero estar aquí, pero la comisión de héroes me rogó tanto que no tuve de otra y me pagaron muy bien por mis servicios. Te molestes o no, he tenido muchos estudiantes alrededor del mundo que ahora son miembros importantes de la sociedad—
— ¿Qué me puedes contar sobre su hijo? —
—Izuku, ummm, supongo que debe de estar con su padre ahora mismo. No lo sé— lo miró con sus ojos fríos —se supone que la U.A debió de cuidar de él, algo que lamentablemente no hicieron—
La indirecta fue más que clara para el símbolo de la paz, también notó que no llegará a nada con esta mujer; seguirá siendo ella con los estudiantes. No perderá más energía, si la asociación de héroes está involucrada en este asunto. No hay forma de resolver esto, simplemente empezó a retirarse.
—All Might— decía Inko y eso detuvo al hombre, ella luego sonrió y dio una corta risa — Olvídalo, si mencionara algo sobre eso, sin dudas te molestarás, bye, bye que tengas un buen día—
(¿Qué es lo que me iba a decir?) El símbolo de la paz se fue. Mientras caminaba en el largo pasillo, pensaba: ¿Una broma de ella o de verdad iba a decir algo importante? Ciertamente es difícil descifrar, Inko Midoriya es un laberinto y siempre te sientes perdido con ella.
En su camino al salón para dar clases, se encontró con alguien en el camino — ¡Ey joven Bakugo! — Saludó con su siempre sonrisa — ¿Qué haces afuera? Es hora de clases ¿Acaso vas para la enfermería? —
Katsuki, que tenía una expresión más enojada que nunca siguió de largo —no me molestes— dijo irritado y siguió de largo.
Lo primero que se le pasó por la mente al símbolo de la paz fueron algunas palabras de Inko "irrespetuosos e incontrolables" Ciertamente, ella tiene algo de razón, y Katsuki Bakugo es la prueba más grande sobre eso —tendré que hablar seriamente con él—
El chico explosivo abrió la puerta con ira y entró dando un portazo a la oficina de Inko Midoriya. La mujer que limaba las añas de su otra mano le dio una leve mirada y siguió en lo suyo — ¿Y tú qué quieres? ¿Acasos piensas atacarme de nuevo? —Preguntó con desinterés.
—Entréname—
Las palabras fueron algo llamativas para los oídos de esta dama, así que paró de limar sus uñas — ¿Estoy escuchando bien? El chico problema viene hacia mí —
—Estoy cansado de esta mierda, estoy por debajo de todo el mundo. Dijiste que eres la mujer más fuerte, que no existe mejor maestra que tú. Demuéstralo haciéndome fuerte—
Inko suelta una corta risa y empezó a limar sus uñas nuevamente —para ser mi estudiante hay que estar dispuesto a hacer todo lo que yo diga, literalmente todo. Tú no sabes seguir órdenes, así que no lo veo posible—
—Haré cualquier cosa que digas, así que deja de joder—
—Esa no es forma de pedir las cosas, Katsuki Bakugo— Inko guardó su lima de uñas —aceptaré tu petición, si tú arrodillas y lo pides como un bue japonés— sonrió —si no, pues bien, olvídalo no serás mi aprendiz—
El chico se quedó ahí parado, apretó sus puños molesto, en serio que ella es alguien que le gusta ver a las personas por debajo —jodete, me haré fuerte solo no me voy arrodillar— así el chico empezó a retirarse.
—Ey, boy, pasaste la prueba, veo que tienes un poco de encanto— Bakugo estaba confundido cuando escuchó esas palabras, solo veía cómo la mujer sonriera de forma tétrica al su parecer y ella rescuesta su mejilla en su mano —si te hubiese arrodillado, no te iba a entrenar. Yo no entreno a débiles e inútiles; las personas que se arrastran y ruegan para conseguir las cosas son las que más me disgustan. Solo tienes que obedecer mi plan de entrenamiento, serás fuerte con eso—
— ¿Cuándo empezamos? —
—Hoy, yo te aviso luego la hora—
—Estaré preparado— con eso el joven se retiraba.
—Antes de que te largues— la mujer sacaba algo bajo su escritorio, luego Katsuki notó que era un cuchillo y con su quirk, Inko se lo arrojó en la cara como si fuera un disparo. Bakugo ni siquiera lograba reaccionar, lo tomó por sorpresa, y el cuchillo se detuvo a casi tocando el ojo del rubio explosivo —umm, no eres como ella, eso te asustó— así regresó el cuchillo a sus manos —ya veo que tengo mucho trabajo para hacerte, por lo menos competente, hay algunos monstruos ahí afuera que te comerán vivo con esos ojos que tienes—
El chico pudo respirar, esta mujer casi le clava un chuchillo en la cabeza y luego lo guarda como si no hizo nada. Esta demente, ciertamente está loca — ¿Qué quieres decir con eso? —
La mujer lo miró y dijo —lo que te hace débil es que le tienes miedo a la muerte, los monstruos no le tenemos miedo a la muerte incluso teniéndola de frente— la mujer sacó su lima —ahora vete, mis hermosas uñas son más importantes que tú—
Nos encontramos varios días atrás, cuando el atentado Yakuza tomó lugar, Itsuka Kendo terminó su cena con la mujer y ahora camina libres por las calles —literalmente puedo irme ahora, nadie me vigila, nadie está cerca de mí. Podría regresar la U.A, podría...—
Ella misma cortó su conversación con ella, dice cosa que no va a hacer. Sabe a dónde se dirige, aparte ya tomó su decisión, y no solo eso con la última cosa que le dijo Inko a Kendo antes de irse es más que claro que ella no debe de volver con los héroes, ahora solo tiene otra razón para mantenerse con los Yakuza, pero esa información no la competirá con Izuku.
La peli naranja entró a la base secreta donde se encuentra Midoriya en este momento, este solo sonrió al verla y no dijo nada —tu madre dijo algo extraño—
—No me sorprende, ella siempre es así ¿Qué te dijo? —
—Una semana, quiere entrenarme...— Luego miró a las otras dos —entrenarnos por una semana completa a partir de mañana, luego de eso será maestra en la U.A—
— ¿La madre de Izuku nos entrenará? ¡Yupi! — Celebraba Hatsume.
— ¿Podemos confiar que ella no nos encerrará, Izuku? — Momo más racional que su compañera, preguntó.
— ¿Qué opinas, Itsuka? — Le preguntó el chico.
—No me interesan sus cosas— dejo eso claro desde el principio —ella dice que puede hacerme fuerte, así que tomaré el riego, aún no soy lo suficiente para matar a mi padre y esa es la única razón por la que estoy aquí—
—Como costumbre, siempre piensas con el egoísmo— decía Momo mientras suspiraba.
—Cuando me importe tu opinión, te avisaré. No te parto la cara porque lo tenemos prohibido pelear, pero sin duda, desde que tenga la mínima oportunidad, lo haré—
— ¡Izuku me amenaza! — Chilló Yaoyorozu como una chica pequeña.
—Goddamn— suspira el chico —vayan a dormir, mañana tienen que entrenar—
—Entonces, al final, si iremos... Eso me da un poco de ansiedad. ¡No quiero ir a la cárcel! — Decía Momo.
—A mí me parece un experimento muy interesante— Decía Hatsume.
—Estar con ustedes será un verdadero dolor de cabeza— dijo la peli naranja mientras suspiraba.
Ya se tomó la decisión, por una semana Inko Midoriya entrenará a esas tres ¿Qué podría salir de esto? Es muy difícil saberlo ciertamente, si Itsuka era alguien indescifrable, imagínate junta con la mujer más impredecible del mundo. Itsuka Kendo e Inko Midoriya son aterradoramente similares.