29 de octubre. El tiempo pasa volando.
Ambos chicos terminaron comprando las prendas para simular el disfraz. Aunque Heeseung tenía una camiseta similar a la que usa Nick de Zootopia, al final prefirió comprar una más estilizada y moderna aunque no dejaba de ser buena para interpretar a dicho personaje (eso sí, esa camiseta costaba demasiado). Sunghoon pudo conseguir un uniforme de policía muy bueno además de unas diademas con orejas de animal. De conejo y zorro, respectivamente.
El plan era irse juntos a la casa de Sieun, alrededor de las 9 PM. Heeseung iba a ir primero a casa de Sunghoon, para después ser llevados por el chofer privado de la familia Lee.
Mientras eso sucedía, el rubio contemplaba su figura en el espejo. En cada momento ajustaba el más mínimo detalle en su cabello y rostro, enorgulleciendose por esas finas facciones que lo hacían ver tan guapo. También miraba su cuerpo para ver que el disfraz no se le viera mal. Sunghoon es un chico alto, así que esas piernas largas lo hacían verse esbelto. Como ha se estado ejercitando en estos meses, sus bíceps aún resaltaban ligeramente a pesar de esa camiseta azul con manga larga. Además, ese chaleco antibalas era la clave para que el disfraz resaltara tanto. A decir verdad, le queda increíble esta interpretación de policía.
—Hijo, tu amigo ya vino.
Anunció la madre cuando entró a la habitación de su hijo. Sunghoon le agradeció por avisar y pidió que le dijera a Heeseung que espere un poco. El chico creía que aún debía arreglar cosas de su atuendo a pesar de verse perfecto. Él mismo reconoce su belleza pero por alguna razón no estaba tan seguro de verse bien en esta noche. ¿Será que podrá impresionar a Heeseung? Fue un pensamiento constante en su mente. Quiere verse bien para él. Hoy consideraba su opinión como la más importante.
Después de tres minutos arreglando en este punto cualquier cosa de su ropa, colocó algo de perfume sobre su cuello y paso seguido decide que ya es momento de retirarse de su habitación. Bajó las grandes escaleras para poder llegar a la puerta principal (ya que cuando desciendes de estas es el primer lugar donde te lleva) y ahí pudo ver al chico listo. Heeseung tenía ese disfraz que ha decir verdad parecía mucho a ese estilo de ropa que suele utilizar. Es debido a que el mayor estilizó el atuendo de Nick a su propio estilo para sentirse cómodo. A pesar de ser algo simple, Heeseung se veía increíble. En su oreja izquierda tenía un arete de cruz y el toque para toda su aparecía eran la orejas de zorro que su amigo compró.
—¡Hola Sunghoon-ah! —saludó de manera cariñosa en cuanto lo ve bajar de las escaleras. Mientras de acercaba a él, Heeseung aprovechó para admirar en silencio el atuendo del chico. Wow, se veía demasiado bien. Aunque faltaba un detalle—... Oye, ¿y tus orejas? —le preguntó cuando ya estuvo parado en frente de él. Haciendo una seña particular hacia su propia cabeza.
—Aquí están. —anunció sacando dentro del chaleco las orejas de conejo.
—¿Por qué las tienes ahí? —mencionó con una risa pues el ver cómo Sunghoon se sacó las orejas entre medio del chaleco y su pecho fue muy gracioso.
—Es que no las quiero usar aún. Aquí las puedo guardar bien —se justificó pero las risas de Heeseung no pararon. Aunque se está burlando de él, le agradaba verlo sonreír—... Bueno ya vámonos —lo apuró, empujando suavemente los hombros del otro para dirigirlo a la salida—... ¡Ya me voy mamá! ¡Nos vemos en unas horas! —gritó para avisar a su madre. Ella estaba ocupada con algo de su trabajo así que le dijo que se divierta y no haga cosas malas. Heeseung fue quién contestó por él, diciendo que lo iba a proteger.
Fue cuestión de minutos para que ambos estuvieran en el auto y este los condujera al lugar. La casa de Sieun estaba algo lejos pero aún era temprano para llegar ahí. Durante el trayecto estuvieron conversando alegremente sobre lo que iban a hacer. Desde alcoholizarse hasta desmayarse (eso según ellos, cuando en realidad no deben hacerlo pues deben llegar a sus respectivas casas en el mejor estado posible). También quedaron en que iban a bailar sin pena, aunque hubieran muchas personas en el lugar. Pero bueno, esos son algunos de los planes. Ninguno de ellos sabe qué les depara en dicha fiesta.
La casa estaba demasiado decorada. Realmente tenía bastantes cosas alrededor. Al entrar al lugar, Sunghoon y Heeseung se encontraron con un supuesto Zombie de plástico. Una figura lo suficientemente realista como para asustar a los desprevenidos. A ellos solo los sorprendió. Todo el primer piso estaba repleto de decoraciones. Donde sea que gires verás distintas cosas. Por un lado podías ver brujas colgadas desde el techo en mini escobas y por otra parte estarías viendo fantasmas de felpa. Había un sin fin de decoraciones de Halloween. Sieun se esmeró.
Hablando de la anfitriona, ella recibió de inmediato a los chicos con un enorme abrazo. Primero le sorprendió que se disfrazaran de esa pareja de Zootopia pero por otra parte le parecía demasiado adorable. En especial esas orejas de animal (en este momento Sunghoon ya se había puesto las orejas de conejo). Los chicos también halagaron a Sieun, quien iba vestida de un ángel. Tenía un vestido blanco algo corto, era de seda y se decoraba su cuerpo con varios accesorios. Aunque Sunghoon consideró que era un disfraz muy básico, a pesar de que se veía hermosa en el. La idea de ser un dúo de ángel-demonio le parecía algo muy simple. Por otro lado, ambos estaban impresionados por la esbelta figura de Sieun. Sus piernas eran musculosas y atractivas. No la estaban viendo con ningún tipo de morbo, pero no podían evitar verlas pues era una parte de su cuerpo muy llamativa. Esas piernas eran resultado de tantos entrenamientos en el equipo de básquetbol.
Los chicos se fueron adentrando a la enorme casa de Sieun y muchas más decoraciones se hacían presentes a la vista. Algo simple pero llamativo era la pared manchada con pintura roja que simulaba sangre. Estaba escrito en esa gran pared blanca la palabra Halloween. En una mesa cerca del lugar, estaban unos caramelos y varias bebidas alcohólicas siendo atendidas por un bartender que la chica contrató.
Ya habían varias personas en la fiesta y ellos calculaban que eran alrededor de unas 40 personas, más adelante vendría la gente que falta. Aún así, la fiesta ya se iba ambientando. Y sobre todo, varios tenían la mirada sobre ellos. Aunque no tanto como el curioso disfraz de dos chicos del equipo varonil de básquetbol.
—¡¿Es en serio?! —dijo Heeseung con una cara de terror. Todo por ver a dos chicos altos cubiertos de pintura amarilla y unos overoles. El maquillaje mal pintado hacía alusión a esos personajes amarillos que fueron opción de estos chicos en algún momento.
—¿Qué clase de Minions son esos? Parecen enviados de Satanás. —comentó Sunghoon al ver a ese gracioso dúo. Era impresionante ver que ese par no le tuviera miedo a nada y decidieran vestirse de Minions de la peor forma posible. El maquillaje era un desastre y la pintura amarilla en sus brazos y cuello parecía haber sido mal pincelada. Aún así, se veían muy contentos con la atención que recibían. Ambos desconocidos roban miradas por donde pasen.
Los chicos dejaron de contemplar asustados ese curioso disfraz ya que fueron interrumpidos por otro duo. Dos jóvenes con traje y lentes oscuros se acercaron a los dos distraídos, tomándolos por sorpresa.
—¡Qué tal hermanos! —se pronunció su amigo Jay, pasando su brazo sobre el hombro de Heeseung. Tanto este como Sunghoon saludaron efusivamente al chico junto a su acompañante.
—¡Hola Jungwon! —saludó el rubio al ver al menor, siendo correspondido por una sonrisa. Hablaron unos segundos sobre cómo estaban y de a qué hora habían llegado. Cosas triviales.
—¿De qué están disfrazados? —preguntó Heeseung— ¿Son guardias de seguridad?
—¡No! Somos los hombres de negro. —le contestó Jungwon, mostrando ese clásico accesorio de la película. Aquel artefacto con el que borraban la memoria a las personas que descubren cosas ultrasecretas.
—¿Qué se supone que es eso? —cuestionó Sunghoon, no reconocía la referencia.
—¿Nunca has visto Men in Black? —le responde con otra pregunta el joven Jay. Haciendo un gesto de sorpresa exagerado.
—Hubiera sido muy cool si uno de ustedes hubiera sido el hombre de negro y el otro un alien. —comentó Heeseung.
—Hmm, tal vez tal vez —habla nuevamente Jungwon—... Oigan, no es por criticarlos pero ¿Por qué se vistieron de Nick y Judy?
—Pues sólo sucedió jajajaja… Realmente no entiendo cómo acepté disfrazarme de eso pero pasó y me agrada como me veo. —Sunghoon respondió por ambos, mostrándose ligeramente apenado. No siente vergüenza pues se ve bien sin embargo ya le incómoda que ya van como 3 personas que les preguntan lo mismo.
—Soy un zorro atractivo, ¿no creen? —habló Heeseung, poniendo una supuesta cara seductora.
—No… —respondieron el dúo de Men in Black.
—Hijos de puta —les insulta el mismo chico. Rápidamente haciendo un "contraataque"—... Ustedes no juzguen nuestro original disfraz porque solo se pusieron un traje negro y unos lentes. Ni se esforzaron.
—Es una fiesta, no un concurso de disfraces. —se defiende Park Jongseong de dicha crítica. Ambos hubieran iniciado mejor este debate sobre los disfraces sino fuera por la interrupción de dos chicos.
—¡Hola chicos! It's me! Mario! Hasta que por fin los veo. —comentó un dulce chico que entró entrometido a la escena. Este chico era bajo de estatura, su cabello era un tipo de rubio anaranjado y venía vestido de Mario Bros. Hasta tenía el bigote hecho de papel. A su lado, estaba un chico demasiado alto quien jugaba el papel de Luigi. El compañero del famoso fontanero.
—¡Hey, Sunoo! ¿Cómo estás? Digo, ¿Cómo están? —saludó Sunghoon, corrigiendo de inmediato al notar la presencia del chico. El cual estaba algo tímido.
—Muy bien… Primero les voy a presentar a Niki —informó Sunoo, apuntando en dirección del joven chico—... Es mi amigo desde hace dos meses y quiero que lo traten bien. Es un chico muy agradable y verán que es muy divertido también. —termina de presentarlo y de inmediato los chicos le dan una bienvenida alegre. Diciendo que será un placer conocerlo y que se divertirán. Prosiguieron a hacer distintas preguntas sobre el chico (como de dónde es, que hace en su tiempo libre y esas cosas). Después hicieron comentarios de sus disfraces y otra vez se quería retomar el debate sobre eso. Hasta que Jay los detuvo.
—Ya estamos casi todos, solo falta… —dice Jay, interrumpiendo la pequeña discusión entre la pareja de Zootopia y los personajes de Mario Bros.
—¡Jake! —grita Heeseung al ver desde lo lejos a su amigo— ¡Y allá está Nina!
Tanto Jake como Nina se acercaron con rapidez al ver a ese grupo. Acababan de llegar a la casa y en esa inicial búsqueda lograron localizar a los amigos de Jake. Ambos tenían un increíble disfraz del equipo Rocket. Nina estaba usando una larga peluca roja para personalizar a Jeese mientras que Jake se había teñido el cabello en un tono púrpura similar al de James. Cuando por fin llegaron con ese grupo de seis chicos, fueron recibidos con caras sonrientes.
—Wow… Me agrada tu disfraz. —comentó Sunghoon al ver la originalidad de los chicos. Algo que apreciaba ver. Pues la tela de las vestimentas se veía de alta calidad al igual que el calzado.
—¡Gracias! Fue idea de Nina. —agradeció Jake con una enorme sonrisa. Paso seguido se agarra de la cintura de su novia, cuya piel estaba descubierta. Acariciando sutilmente la suave piel.
—Se nota… —agregó Heeseung. Pues era evidente el gusto de Nina sobre ese disfraz pues como ya se había mencionado antes, ella es una gran fanática de la animación japonesa. De hecho, la chica propuso demasiadas cosas pero su novio terminó eligiendo la única que reconocía, que era la pareja de Pokémon.
—Es algo raro verlos tan unidos y amorosos bajo el concepto del disfraz —fue Jungwon quién habló—… Ya saben, pues los del equipo Rocket son hermanos.
—No son hermanos… Hasta están casados. —le respondió Nina, la experta en estas cosas.
—¡¿Qué?! —vuelve a hablar Jungwon, impresionado—¿No son hermanos? ¿Viví engañado toda mi vida?
—Yo no puedo creer que esos dos están casados y no sean familiares —se entromete Sunghoon, totalmente incrédulo—... O haber, fundamenta eso Nina.
—Te enviaré las pruebas por mensaje, porque por ahora ya quiero divertirme —respondió la chica pelirroja—. Creo que es momento de empezar a beber.
—Acabamos de llegar. —dijo Jake algo asustado. Le impresionaba saber que su novia ya quería beber y no llevan ni cinco minutos de que llegaron.
—Hay que empezar a entrar en ambiente. —le responde a su novio. Acercándose a la cara de este para quitarle esa expresión asustada con un pequeño beso. Jake no estaba dispuesto a negarse. Así que de ese pequeño beso llegaron cuatro besos más.
—No le den nada a Niki. Es menor. —aclaró el pequeño Mario Bros, mientras sus amigos estaban dándose unos besos sonoros.
—¿Eres menor? —pregunta Heeseung al chico Luigi. Este asiente rápidamente— Wow, no se nota, estás muy alto. —Niki sólo rió algo halagado. Sin embargo su expresión cambia rápidamente a una seria. Dirigiéndose con unas cuantas palabras a su amigo Sunoo.
—Hyung, no pasa nada… Un shot no le hace daño a nadie…
—Eres un bebé aún, y te estoy supervisando. —se justifica Sunoo. Es muy irresponsable de su parte permitir que un menor de edad se ponga a beber aunque sea una misera gota de alcohol.
—No soy un niño —chilló un fastidiado Niki, por cómo lo trata su hyung—. Odio que me trates así…
—Entiéndelo novio de Sunoo, lo hace por tu bien. —se entrometió Sunghoon, ya que estaba de acuerdo con Sunoo.
—¡No somos novios! —dijeron el dúo famoso de Nintendo ante las palabras de Sunghoon. Uno sonando más molesto que el otro. Pero por decirlo al mismo tiempo, provocaron las risas de casi todos.
—En fin, vamos por unos shots —dice Nina, queriendo terminar con esa conversación. Ella soltó el agarre que tenía Jake sobre su cintura y en cambio, entrelazó sus manos con las de su novio para dirigirlo a la barra de bebidas que era atendida por varios bartenders. Detrás de ellos, los seguían los seis chicos. Llegaron rápidamente al lugar y la chica pidió siete shots sencillos de vodka sabor a frutos rojos. Cada quien tomó uno, exceptuando al menor de edad (quién solo pudo beber un refresco sin nada de alcohol)—… ¡Hasta el fondo! —gritó Nina bebiendo ese shot. Los demás acataron sus palabras como si fueran órdenes y de inmediato bebieron esos pequeños vasos.
Muchos de ellos eran expertos al momento de beber alcohol. Los únicos que hicieron muecas fueron Jake y Sunoo. Y eso que ni era la bebida más fuerte del lugar. Tanto Sunghoon como Heeseung bebieron ese pequeño trago como si fuera simple agua.
Después de ese primer trago, casi todos se fueron a bailar. Se trataba de música demasiado alegre. La mayoría siendo canciones en inglés. Al principio estaban seis de ellos bailando en grupo, ya que Heeseung y Sunghoon aún no habían entrado a la pista de baile. En cambio, siguieron cerca de la barra de bebidas para ponerse a beber un par de mojitos que pidieron. Desde la distancia, se pusieron a criticar los disfraces de la gente (más que nada Sunghoon). Alabaron a los que tuvieron creatividad y no escatimaron con sus disfraces pero también juzgaron a los que se esforzaron muy poco o los que tenían vestimentas sin originalidad. Sunghoon los juzgaba mucho más ya que él consideraba que como la mayoría tiene los recursos monetarios podían hacer cosas mejores. Por ejemplo, a el rubio le había encantado el disfraz de una pareja del equipo de básquetbol, del cual se trataba de un traje de padre exorcizador endemoniado y una monja espeluznante. Ambos llenos de sangre. A Heeseung no le encantó tanto por sus creencias pero admitía que estaba tan bueno que hasta daban miedo. A el mayor le gustaba más el disfraz de faraones egipcios de otro dúo, se veían muy elegantes y nada incómodos.
Después de terminar esos mojitos, fue cuando se animaron a ir a bailar. Los ritmos latinos habían llegado a la fiesta gracias a la decisión del DJ al poner esos bailables sonidos. Los chicos no tenían idea de cómo bailarlo correctamente, pero siguieron la música como su cuerpo les indicaba. No entendieron la letra de la canción, eso sí. En este punto ya los otros seis se habían separado para bailar en otros lados de esa gran sala. A esta hora de la noche ya habían terminado de llegar todos los invitados, siendo un total de 66. Varios estaban bailando mientras otros estaban esparcidos participando en los juegos que Sieun había organizado. Sunoo estaba dándolo todo en la pista, contagiándose de ese sensual ritmo latino junto a otras dos chicas que son compañeras de clase. Por otro lado, Nina le bailaba provocativamente a Jake (quien disfrutaba demasiado de los movimientos de su novia). Y por último, Jay y Jungwon bailaban alegremente con Niki, quien poco a poco se iba sintiendo cómodo con ellos. Ya que eran amables.
Mientras Heeseung y Sunghoon daban sus mejores movimientos, una chica se entrometió en medio de ellos. Su intención era intentar seducir a alguno de ellos (o mejor aún, a ambos). Los chicos no supieron qué hacer, solo compartieron una mirada llena de confusión ante la repentina aparición de esta provocativa vampira. Así que por educación, siguieron bailando con ella. La chica hacía varios movimientos de cadera que buscaban provocar alguna reacción en ellos. Sin embargo, no obtuvieron nada. Tanto Heeseung y Sunghoon intentaron no tocar a la chica para que no pensara otra cosa. Es más, durante ese minuto de baile ni le vieron a la cara. Aunque en un punto ella tomó la mano de Heeseung para hacerla tocar su cadera (muy cerca de sus glúteos). Pero fue detenida por Sunghoon y el mismo Heeseung, ya que rápidamente alejaron esa mano. Al ver que ningún movimiento estaba dando resultado, la chica terminó retirándose de esa área para buscar a otros chicos que estén dispuestos a 'divertirse'.
En ese momento los chicos soltaron un suspiro de alivio. La chica los había incómodo pero no querían ser groseros. Afortunadamente el ignorarla de manera sutil funcionó. Ambos continuaron bailando las otras canciones en inglés y coreano. Entre algunos momentos hacían pausas para ir a beber algún shot. Sintiendo que las emociones dentro de ellos cambian gracias al alcohol. Eso sí, estaban disfrutando mucho el momento.
Después de tanto baile, los chicos ya estaban exhaustos. Así que se dispusieron a descansar un poco. Al principio tomaron asiento en un sillón enorme pero la conversación tan estúpida de la gente de ese lugar les había hartado. Decían demasiadas tonterías que ni ellos mismos soportaban. Así que mejor se levantaron para ir caminando alrededor de la casa. Era un lugar muy lindo pero a su vez tétrico por las decoraciones tan creativas. Durante ese pequeño trayecto, lograron oír desde una habitación la estruendosa voz de Sieun. Por la puerta abierta pudieron ver con dificultad a varias personas dentro. Se sintieron curiosos. Así que les pareció buena idea entrar para ver qué pasaba. Al estar ahí, pudieron ver a Niki, Sunoo y Jungwon junto a otros más sentados en un círculo, otras personas estaban paradas cerca de la pared. Con Sieun hablando y dando órdenes.
—¿Estamos presenciando un ritual? —habló Sunghoon al ver tal escena, obteniendo la risa de Heeseung.
—Oigan ustedes, ¿quieren jugar? —dijo Sieun en cuanto los ve cerca de la puerta.
Sunghoon giró para ver a su amigo, para ver si quería ponerse a jugar lo que sea que estén jugando. Heeseung asintió, aunque no sepa de qué se trate estaba realmente curioso por lo que pasaría. Se veía interesante y a su vez se preguntaba por qué Sieun tenía una botella en sus manos.
—¡Muy bien! ¡Gente, atención aquí! ¡Vamos, vamos! —gritó aquel ángel. Para explicar el siguiente juego mientras sostenía una botella de soju vacía. Con unos simples movimientos de manos indicó que los demás le hicieran un espacio para que Heeseung y Sunghoon tomaran asiento. Ya con ellos sentados, procedió a explicar la dinámica—... El juego es así… Cada persona va a girar la botella y en donde la boquilla apunte van a tener que besar a la persona. No importa quién sea, deben de besarlo por 10 segundos. Como mínimo, ya si quieren continuar les puedo prestar la habitación de visitas.
—Que grotesca… —interrumpió Heeseung ante el último comentario.
—¡Y tú muy delicado! —le respondió un chico vestido de Freddy Krueger. Los demás rieron a excepción de Sunghoon. Quien lo miró de mala manera.
—¡Shhhh! ¡No me interrumpan! —les advierte Sieun—. Si alguien aquí no está dispuesto a besar a quien sea tendrán por castigo que beber un shot asqueroso que le pedí a unas personas preparen. Es una mezcla de piña, espinaca, yogurt, refresco, arroz cocido y algo de menta. Para refrescarse... Si una persona no está dispuesta a dar el beso tendrán que beber los dos la benida… En fin, están en momento de arrepentirse si no están dispuestos a besar a quien sea —aclara la chica ya que esas eran sus reglas. Varios lo meditaron unos segundos, así que se terminaron levantando unas tres personas. Entre ellas Niki. Así que se quedaron de espectadores junto a las otras personas paradas cerca de la pared. Dejando a unos 13 participantes en total, incluyendo a la anfitriona— … Bien, ¿Están listos? ¡Esta podría ser su oportunidad para encontrar el verdadero amor!
Era gracioso. Ante esa última frase, Sunghoon sintió algo revolotear dentro de él. Era un nerviosismo. Aunque al principio tomó este juego como una simple oportunidad para ponerse el reto de besar a quien sea, la emoción empezó a incrementarse ante la idea de que, por esa probabilidad de la botella, podría darle un beso a Heeseung.
Por fin podría tocar esos lindos labios que habían atrapado su atención desde hace semanas y Heeseung quizás no se negaría (o al menos eso cree). Pero eso sería si tiene suerte.
¿Será que la tendrá?
El juego lo inició la misma Sieun. La botella terminó apuntando a Sunoo. Ambos gritaron ante la sorpresa pues no se esperaban eso. Sunoo aceptó la idea de besar a ese ángel, así que se quitó ese bigote de papel para entregárselo a Niki. Para después, acercarse a la chica y darle el beso. Ambos estaban de rodillas besándose mientras todos los demás hacían la cuenta regresiva por 10 segundos. Unos cuantos, incluidos Heeseung, Sunghoon y Niki, gritaron de emoción al ver la manera en que se besaban. No era una simple unión de bocas, realmente estaban devorandose. Niki abrió la boca por la sorpresa de ver a su amigo dándole un buen beso a esa chica. Al terminarse el tiempo, Sieun dejó un pequeño beso de despedida y Sunoo simplemente le sonrió. Las cosas iban en serio, al parecer.
De ahí, la botella iba en cada persona y cada uno daba el beso a la persona correspondiente. Hasta el momento habían sido pares de chico-chica y de chica-chica. Ninguno de ellos se había negado al beso, aunque unos cuantos sí habían intentado resistirse. Algunos besos eran tan intensos como el de Sunoo y Sieun pero otros habían sido una sencilla unión de labios. Hubo un punto en que la botella parecía amar a Sunoo, pues terminó besando a otras dos chicas más. Niki deseaba tanto esa suerte, pero terminó saliendo del juego porque no iba a besar a un hombre. Y tampoco quería beber esa cosa. De solo oir los ingredientes quería vomitar.
El turno de Heeseung al fin había llegado. Sunghoon estaba a un lado de él, y parecía más nervioso que el mismo Heeseung. No despegó la vista de esa botella en cuanto el "zorro rojo" la tomó.
Heeseung giró la botella, y todos se habían sorprendido por el resultado. Especialmente el "conejo" a su lado.
La botella había apuntado hacía Yang Jungwon. De inmediato se escuchó un estruendoso alarido de los presentes, pues era la primera vez en la noche que se había hecho un par de chico con chico. Sunghoon no quería creerlo, le costaba aceptarlo. En todo momento se repetía en su cabeza un "¿Por qué a él?". Heeseung por su parte estaba atónito. Pues no se imaginaba que le tocaría a uno de sus amigos.
—Ay no… No quiero besar a un hombre. —dijo Heeseung, horrorizado ante la idea.
—Yo menos. —Jungwon tampoco estaba dispuesto a besar a uno de sus amigos. Así que al escuchar esa negación por parte de ambos, Sunghoon se sintió aliviado.
—Vas a tener que hacerlo porque sino tendrán que tomar el shot asqueroso. —dijo Sieun haciendo que Sunghoon deseara que se calle. No debería motivarlos a besarse. Pero la chica hizo eso. Sieun tomó el vaso medio lleno de ese líquido asqueroso y se lo pasó a los chicos para que lo olieran. Se veía una constancia horrible y el olor era repugnante. En serio, era demasiado vomitivo.
—Ugh… Vamos hyung, hagamos esto. —dijo un resignado Jungwon después de oler esa cosa.
—¡¿Qué?! —dijeron Heeseung y Sunghoon al unísono.
—¡Vamos! ¡Solo juntemos las bocas y ya! —le respondió Jungwon.
—¡Lo dices muy fácil! —gritó Heeseung, con más horror del que tenía antes— ¡Yo no quiero besar a un hombre! ¡Qué asco!
—¡Idiota! ¡Que me beses no significa que seas gay! —reclamó aquel chico con el mismo tono de voz— O qué, ¿te gusto? —seguido de eso, volvieron a escuchar un alarido de la gente.
Heeseung no siente nada romántico por Jungwon. Ni siquiera sabe exactamente qué siente por su mejor amigo. Pero eso último sonó como un reto. Él lo interpreta como si le hubieran dicho que si no lo besa era un cobarde. Y Heeseung no quiere quedar como un cobarde.
—Yo no quiero beber esa cosa. De solo olerla me dan ganas de vomitar. Ven hyung, se un hombre y bésame. —Jungwon continúa intentando. Al ver toda esa escena llena de presión, Sunghoon traga en seco. No quería imaginarse a su amigo besando a otro hombre.
—Ven aquí…
Fueron las últimas palabras de Heeseung antes de acercarse a Jungwon. Sunghoon miraba con total incredulidad como su amigo se acercaba a ese chico. Al estar juntos, intentaron darse el dichoso beso. Pero no podían. Cuando acercaban sus rostros, volvían a alejarse. Una y otra vez. Así que tuvieron que ser ayudados por Sieun. La chica tomó la nuca de ambos e hizo todo su esfuerzo de unirlos ya que estaban haciendo su cuerpo duro para evitar movilidad. Cuando sus narices rozaron, ambos cerraron fuertemente sus bocas y ojos. Los labios estaban tan unidos entre si que casi no se veían. Fue así que gracias a la fuerza de Sieun terminaron dándose ese beso. Los demás empezaron a contar hasta diez, pero de manera lenta. Con el propósito de que estén pegados más tiempo. Sunghoon podía jurar que iba a llorar en cualquier momento. Su amigo estaba besando a otro hombre y no era él.
Al llegar a diez, ambos se separan rápidamente y prosiguen a tallar sus bocas con demasiada fuerza. Todo el mundo (menos Sunghoon, quien seguía en shock) rieron ante la escena.
Sunghoon se sentía terrible. Aunque su alma se sentía en paz al ver a Heeseung asqueado, aún así no podía evitar sentirse tan mal por ello. Estaba tan triste pero a su vez tan enojado de que se haya besado con otro hombre.
Tan hundido estaba en esos pensamientos que se había olvidado de que debía girar la botella. Él era el siguiente. Cuando la gente le estaba insistiendo, Sunghoon agarra esa botella y la giró tan fuerte que en menos de tres segundos había parado hacía una chica linda. Se trataba de una hermosa vaquera cuyo detalle más sobresaliente eran sus ojos delineados. Sunghoon quería terminar con esto lo más pronto posible, así que bastaron pocos segundos para que todos tuvieran la escena de él besándose con Hyerin, de una manera bastante sensual. Sunghoon hacía esto solo para desquitar su coraje. Quería convencerse a sí mismo que no necesitaba besar a Heeseung. Él puede tener a cualquiera a sus pies, que no tendría porqué sentirse mal por verlo besar a Jungwon.
Y mientras Sunghoon besaba ferozmente a Hyerin, Heeseung pasaba por el mismo sufrimiento. Él estaba confundido. Ya lo ha visto besarse con otras chicas, pero era tan raro sentirse así de mal por verlo besarse con esa chica. Realmente estaba celoso…
—Vayanse a conseguir un cuarto. —dijo Niki después de que se terminaron de besar. Habían durado unos 15 segundos, excediendo un poco el tiempo mínimo.
—No gracias, que amable. —respondió Sunghoon en tono sarcástico.
Heeseung ya quería irse. Después de esto, consideraba que no iba a soportar volver a ver a Sunghoon besarse con otra chica. Sería algo deprimente para él. Sin embargo, tuvo que continuar ahí por compromiso. Se vería muy raro si él se iba de la nada. Así que tanto el mayor como Sunghoon continuaron el juego por otras tres rondas más. En esas rondas pasaron cosas muy graciosas como otros chicos que se negaban a besar a alguien del mismo sexo y como dos personas estaban apunto de vomitar cuando bebieron esa cosa asquerosa. Uno de ellos hasta escupió el líquido, manchando la ropa del chico disfrazado de Freddy Krueger. Lo que no era gracioso (al menos para el dúo de Zootopia) fue presenciar nuevamente como besaban a otras personas. Los besos de Heeseung hacia las chicas fueron muy simples, en cambio los de Sunghoon eran demasiado intensos.
Ellos ya se habían hartado de estar viendo como sus amigos besaban a desconocidas que ambos estuvieron de acuerdo de retirarse del lugar. Dejando a Sunoo, Sieun y Jungwon ahí, ellos continuarían jugando. Heeseung y Sunghoon optaron por irse a beber más alcohol y bailar en el proceso. En menos de seis minutos tenías a estos dos bailando la estruendosa música con un cóctel en la mano.
Los chicos repitieron la misma dinámica de antes: bailaron alegremente al ritmo de la música y entre descansos se iban a la barras de bebidas para tomar más alcohol. Pasaron unos veinticinco minutos de eso para por fin sentir de mayor forma los efectos del alcohol. En cierto punto ya estaban algo mareados y las luces rojas de la pista de baile estaban confundiendo a los chicos. Hubo un punto en que Sunghoon terminó cayendo al suelo por la confusión. Ante ese pequeño incidente, Heeseung auxilió a su mejor amigo y mejor lo llevó a tomar asiento en las grandes escaleras del hogar de Sieun. Pues era el único lugar cercano y libre que tenían para descansar un poco.
—¿Y tus orejas? —pregunta aquel chico que interpretaba a Judy. Después de recuperar un poco la noción.
—¡Ay no! ¡Yab se me cajerron! —dijo Heeseung con algo de dificultad.
—Parece que ya estás ebrio… —Sunghoon procede a acariciar suavemente la nuca de su amigo. Dicho tacto hizo sentir bien a Heeseung.
—No estoy ebrrrio, estoy bien… Mejor dime cómo estássss… ¿Te dolió la caída?
—No fue tan grave. Sinceramente me siento algo mareado así que ya no voy a beber más. Si mi mamá me ve así va a matarme… Y te recomiendo que dejes de beber, no más alcohol para ti pequeño zorro.
—Sexy pequeño zorro parra ti…
—Ajá. Lo que tú digas.
Los chicos estuvieron sentados en las escaleras por varios minutos. Tratando de descansar mientras veían a la gente pasar por en frente de ellos y a otros varios bailando. No tenían ni idea de en dónde estaban sus otros amigos pero era lo que menos les preocupaba. Durante ese pequeño tiempo, Sunghoon tomó algo de confianza para recostar su cabeza en el amplio hombro del mayor. Heeseung estaba tan cómodo con esa curiosa cercanía, así que en ningún momento lo retiró de encima. Mucha gente los veía de manera rara, sin embargo no prestaron atención a esas miradas desconocidas.
Como se habían cansado de estar sentados en esas escaleras, ambos decidieron pararse para volver a tener un improvisado house tour en el hogar de Sieun. Su plan original era buscar la salida trasera para ir a tomar algo de aire fresco, pero nuevamente un área de la casa atrapó su atención. Más a Heeseung. En una esquina donde habían varias decoraciones coreanas de antigüedad, había una pantalla y una bocina. Habían unas doce sillas acomodadas con algunas personas sentadas. Esa gente estaba siendo testigo de un espectáculo improvisado por jóvenes cantantes inexpertos. Se trataba del área de karaoke. Heeseung adora cantar y bailar, así que en cuanto ve el lugar toma la mano de su amigo para llevarlo hacia esa esquina.
Al llegar ahí, Sunghoon aprovechó que dos personas se habían levantado de las sillas para ir a tomar esos lugares recién desocupados. Justo en la primera fila. Heeseung también iba a sentarse, sin embargo Jay y Jake salieron de la nada asustandolo sin querer. Sunghoon notó que Jake tenía una extraña marca en el cuello (se la había provocado Nina) y cuando iba a bromear sobre eso, no pudo hacerlo ya que Jay les propuso a cantar una canción de Backstreet Boys. Heeseung asintió alegremente y con mucha emoción para cantar. Los otros chicos al ver la respuesta positiva se fueron al improvisado escenario para tomar una tableta electrónica y elegir la canción del icónico grupo de los 90's.
—¿Vamos al karaoke? —preguntó Heeseung totalmente entusiasmado mientras Sunghoon continuaba sentado.
—Yo no quiero cantar, seré el espectador principal. Prefiero ver cómo hacen el ridículo. —dijo en modo de broma, la cual su amigo entendió por completo. Sabía que él quería descansar más, y Heeseung también. Pero le emocionaba mucho la idea de cantar con sus otros amigos gracias a esos efectos del alcohol que lo ponen más interactivo.
Así que intentó calentar su voz con unos pequeños ejercicios vocales. Jake solo lo juzgó con la mirada pues le pareció algo exagerado por parte de Heeseung pero ya no importaba, ya que la canción inició tan pronto cuando estuvieron los tres chicos juntos. Inició ese reconocible intro de una canción emblemática del boy group. Se trataba de Everybody. Dicha canción era divertida y queda perfecta en estas fechas. Al entrar la instrumental, cada uno empezó a bailar a su manera. Pero destacaba mucho más Heeseung, quién se veía como un energético niño después de comer dulces. Cuando en realidad, solo era un chico introvertido algo ebrio.
—Oh, my God, we're back again —inició la canción Jay. Quien quería dar un gran espectáculo a los presentes. Así que en esa exageración, lanzó sus lentes oscuros con cuidado de no lastimar al público—brothers, sisters, everybody sing. Gonna bring the flavor, show you how. Gotta question for you, better answer now, yeah
—Am I original? —cantó Heeseung la siguiente estrofa de manera perfecta. Su tono de voz era bastante angelical. A su vez, los otros chicos coreaban los "yeah" característicos de la canción— Am I the only one? —dijo esa frase ahora dirigiéndose a su mejor amigo, quien no despegó su vista de él desde el primer segundo del show— Am I sexual? Yeah, Am I everything you need? You better rock your body now
El coro fue cantado por los tres con demasiada energía. Invitando a ese pequeño público de doce personas a cantar junto a ellos. Obteniendo esa satisfactoria respuesta de ellos. En especial, el gran apoyo de su amigo Sunghoon. El rubio los alentó alegremente bailando desde su asiento.
Los tres estaban divirtiéndose tanto con este clásico que entregaban sus mejores pasos de baile y una apasionada interpretación. Después del coro y unos cuantos pasos más, Jake fue el siguiente en ofrecer un impecable canto a su estrofa.
—Now throw your hands up in the air. Wave 'em around like you just don't care. And if you wanna party let me hear you yell. Cause we got it goin' on again.
Y antes de que Jake termine su estrofa, Heeseung se acercó lentamente a Sunghoon. Borrando la sonrisa del rubio al verlo como se acercaba, pues le pareció sospechoso. Así que al iniciar su parte, Heeseung puso su brazo en el hombro del chico y prosiguió a cantar específicamente para él
—Am I original? Yeah… Am I the only one? Yeah… Am I sexual? Yeah —justo en la última parte, Heeseung tomó la mano de su mejor amigo y lo obligó a que pasara su mano por todo su torso. Iniciando desde sus pectorales y bajando hacia sus abdominales. Mientras Sunghoon estaba confundido y muy apenado por lo que acababa de pasar, Heeseung continuó cantando ofreciendo un pequeño baile sensual a su vez que la gente a su alrededor gritaban emocionados— Am I everything you need? You better rock your body now.
—¡Q-quítame tus miserias de encima! —gritó Sunghoon fingiendo su enfado cuando en realidad había disfrutado de eso, solamente se negaba rotundamente a aceptarlo. El chico ardía por dentro. Sentía ese calor por todo su rostro y sus orejas así que por ende, un color carmesí había invadido su rostro. Fue tan inesperado el hecho de que su mejor amigo le había bailado de manera sexy.
Era gracioso saber que a inicio de mes Sunghoon había logrado intimidar a Heeseung con un coqueteo y ahora los papeles se habían invertido. A decir verdad, era la venganza de Heeseung. Él no iba dejar pasar lo que le hizo vivir en frente de Jake así que aprovechó este momento para cumplir esa dulce venganza. Teniendo un resultado mejor al que se esperaba.
Heeseung terminó quitándose de encima del cuerpo de Sunghoon para volver a unirse con sus amigos. Jake y Jay no paraban de reír ante la sorpresiva acción del mayor. Con mucha dificultad continuaron con la interpretación que el público estaba amando.
—Definitivamente estás ebrio. ¿Cómo te atreves a bailarme así?
—¡Te encantó!
Cuando terminaron con total éxito, los tres chicos fueron aplaudidos por el público. Elogiando todo ese show y considerando que eran los mejores de la noche hasta el momento. Sunghoon dio unos aplausos con algo de dificultad pues estaba aún en shock por aquel baile sensual desde su asiento. Heeseung quería cantar otra vez, pero parecía que esa subida de energía bajó rápidamente después de una canción. Y además veía algo afectado a su amigo. Suposo que tal vez se había enojado por sus acciones o estaba incómodo. Así que prefirió irse a tomar un tiempo a solas con él para conversar sobre lo sucedido y no tener ningún mal entendido. Heeseung se llevó a Sunghoon hacia el patio trasero de la casa de Sieun. Jake y Jay al ver eso les pareció algo sospechoso. Querían seguirlos para saber qué harían pero en ese momento Nina llamó a los chicos para ponerse a jugar el beer pong (un juego americano con pelotas de ping pong y vasos de plástico). Prefirieron quedarse dentro de la casa, ya después investigarán qué pasó.
Equel patio trasero era muy bonito. Contaba con una piscina vacía, varios arbustos de forma ovalada y unas luces tipo lámparas pequeñas que ayudaban a iluminar el lugar. No había nadie aquí afuera pues la diversión estaba dentro de casa, no habría motivos para estar aquí sino fuera para pasar un momento íntimo.
Sunghoon y Heeseung estaban sentados en una banca de metal oscuro. Cuando se habían sentado sintieron ese frío del metal en sus asentaredas. Quejándose un poco por ello. Pero eso pasó rápidamente porque ahora ya estaban más relajados, hablando sobre lo sucedido.
—Ugh —hizo una mueca de disgusto que solo convencía al borracho Heeseung de ahora— … En fin. Hay que relajarnos un poco —Sunghoon se quedó en silencio unos segundos a su vez que recargó su brazo sobre la de la banca. Al saber que estaban completamente solos, y con su mente repleta de esas dudas y sentimientos que no lo han abandonado desde hace tiempo, quiso indagar un poco respecto a lo que le estaba carcomiendo su cabeza. Y quién mejor para preguntar sobre ello que Lee Heeseung, su mejor amigo—… Oye… —le dice suavemente, viendo que el miraba hacia la nada.
—Hmnp~ —Heeseung tenía una dulce forma en sus labios que fue lo primero en llamar la atención de Sunghoon cuando este volteó a verlo a la cara. Sus labios estaban ligeramente abultados, haciendo un puchero.
—¿Qué se siente besar a un hombre? —atacó con tal cuestionamiento sin previo aviso. Heeseung parpadeó tres veces antes de responder sus dudas.
—Hmmm… no fue la gran cosa—se sincera—. Creí que iba a ser peor pero pues ni sipquiera movimos los labios. Así que, meh. He tenido mejores besos… Aunque después de esto será algo incómodo ver a Jungwon.
—¿Y por qué? Si dices que no fue la gran cosa, ¿por qué sería incómodo? ¿Va a cambiar algo en su amistad?
—No somos taaaan cercanos pero no es normal besar a un amigo.
Aquel último comentario hizo preocupar a Sunghoon. Haciéndolo creer que está en lo cierto. No era normal el besar a tu amigo y mucho menos el desear tanto tocar sus labios. Así que sintió que estaba haciendo algo malo y quizás Heeseung al saber esas intenciones de Sunghoon se molestaría en demasía.
—Bueno, supongo… —comenta Sunghoon en total resignación.
—¿Y tus orejas de conejo? —cambia de tema Heeseung al darse cuenta que no las tenía. Acercando su cuerpo más hacia al del contrario.
—¡Mis orejas! —el rubio pasa sus manos sobre su cabello en un intento inservible de buscar la diadema— Creo que se me cayeron…
—Sin las orejas ahora solo eres un simple policía~ —confesó en modo de canto.
—Y tú sin tus orejas eres un simple… Lee Heeseung. —lo contraataca ya que, siendo sinceros, su actual disfraz de Nick era algo que el mayor usaría en su día a día.
—¿A qué te refieres? —preguntó sin captar a lo que se refería. Más sin embargo, no le tomó mucha importancia pues volvió a cambiar de tema—... ¡Pero oye! ¡Tú te diste un gran beso con Hyerin! Se veían muy sincronizados. No sabía que te gustaba Hyerin. —dijo burlándose a su vez que con su codo frotaba en antebrazo de su amigo.
—¿Qué? Claro que no—niega con total rechazo a esa idea—. Ni le hablo.
—Pero la besaste muy bien…
—Sunoo besó como a 5 personas de una manera tan… ¿profesional? Y no significa que le gusten esas cinco personas. —se justificó poniendo de ejemplo a su amigo.
—¿Profesional?
—Sí… movía su boca bien y vi claramente que le mordió el labio a Minho y a Jisoo. Supongo que debe de ser un buen besador. Quizás debería de pedirle…
—¿"Pedirle"? —lo interrumpió Heeseung, notandose bastante confundido— ¿Qué cosa?
—Me siento curioso… por cómo se sentirá besar a un chico…
El alcohol en sus venas estaba haciendo que hablara de más. Demasiado. Estando sobrio no se atrevería a hacer ese tipo de confesiones. Pero como no podía decir "bésame Lee Heeseung" iba a intentar tirar unas indirectas.
—¡¿Eh?! ¡¿Eres gay?! —Heeseung se alteró en sobre manera. Pues esa confesión lo había sorprendido. Era algo que no se esperaba de Park Sunghoon, el chico de mil novias.
—No. Solo creo que uno puede experimentar—intentó arreglar la situación para no quedar tal mal y no asustar a su amigo. Ahora se estaba arrepintiendo por decir eso, pero ni modo. Solo quedaba el intentar arreglarlo—... Y es solo un beso… No voy a pedir que haga…
—¿Y por qué con Kim Sunoo? ¿Por qué siempre debe ser con él?
Heeseung sonaba demasiado molesto. No solo sonaba, se veía muy enojado. Sunghoon se quedó perplejo ante esa reacción. No se parecía al antiguo ataque de celos que pasó el 1ro de octubre. Aquí su aura era diferente, más pesada y seria.
—Eh… relájate. No me hagas otra escena de celos jajajaja. —contestó Park después de unos segundos sin saber cómo reaccionar ante esa actitud de su amigo. Dando una suave sonrisa junto a una risa nerviosa.
—¡Soy tu mejor amigo! ¡No es justo que siempre pienses en él! Yo debería estar muuuucho antes en tu lista de pri-prioridades que ese. —gritó alargando unas palabras y tartamudeando en otras. Seguía sonando enojado, pero al hablar de esa manera se le quitaba la seriedad de hace segundos.
—Relájate jajajaja.
Sunghoon en serio no entendía lo que pasaba. ¿Quién se cree para celarle? Peor aún, lo estaba celando con un amigo en común. Era ridículo e infantil ponerse celoso otra vez por Sunoo. Si esto escalaba a mayores se veía en la necesidad de dejarle en claro que tiene otros amigos y que él no debe de ser su prioridad siempre. No debería aprovecharse de ese título de "mejores amigos".
Cuando él iba a decirle esa clase de verdades, Heeseung tomó la palabra. Sincerandose por completo.
De hecho, sincerandose demasiado.
—Si quieres ir a una fiesta, ¡ven conmigo! Si quieres salir a comer, ¡sal conmigo! Conozco un restaurante de mariscos excelente, ti-ti-tienen unas ostras deliciosas… Si necesitas ayuda en algo, ¡Pídeme ayuda! No le vuelvas a pedir algo ese tal Kim Sunoo… Si quieres probar cosas nuevas, ¡yo puedo ayudar! ¡En serio! Podemos experimentar juntos.
—¡¿Qué?!
—¡Oh vamos, Sunghoon-ah! Si quieres probar los labios de un hombre te recomiendo a Lee Heeseung. Un guapo zorro… bueno, dejémoslo en guapo.
No solo había exteriorizado aquellos celos que siente cuando Sunghoon pone en primera opción a otras personas antes que a él (sí, era muy egoísta y normalmente no es así pero cuando se trata de Park Sunghoon las cosas son diferentes). Sino que también expresaba ese deseo que tiene de sentir lo más cerca que se pueda a este hombre.
—Estás borracho. No sabes lo que dices…
—Besame Sunghoon —hizo la petición causando un nudo en el estómago a Sunghoon. Se veía demasiado determinado y seguro de sus palabras—... Hazlo antes de que me arrepienta y corras a los brazos de ese enano.
Era normal que por su piel blanca cualquier tipo de sonrojo fuera notable en Sunghoon, pero ahora se veía inexplicablemente rojo ante los nervios. Toda su cara había sido invadida por aquel tono. El alcohol estaba dándole a Heeseung una valentía e irreverencia que no suele tener.
¡Esa es la oportunidad de Sunghoon! Estaba justo ahí, en aquel jardín bajo la luz de la luna. Completamente solos. Debía aprovechar, dejar su nerviosismo de lado e intentarlo una sola vez. Estando sobrio nunca actuaría bajo sus impulsos carnales, sin embargo ahora…
—¿S-s-s-seguro? —le preguntó, casi susurrando pero aún logrando que Heeseung lo escuche. El mayor asiente rápidamente y se acerca hacia el chico para robarle un beso antes de que Sunghoon se preparara mentalmente por lo que estaba por venir.
Fueron diez segundos de ellos dos estáticos. Sunghoon quedó inmóvil al sentir los labios de Heeseung sobre los suyos, abriendo sus ojos de manera tan amplia como sus párpados le permitieron. Al ver nula reacción física del rubio, Heeseung tampoco movió sus labios. Fue así como se dieron el primer beso entre mejores amigos más insípido de la historia.
—¿Eso fue un beso? —dijo Heeseung en cuanto se separa de Sunghoon. Él quería probar mucho más— ¡Se un hombre y bésame como a Hyerin!
Sunghoon literalmente había dejado de parpadear durante el beso. Así que antes de darle a Heeseung lo que tanto quiere, parpadeó unas cuatro veces. Cinco segundos de silencio para que Sunghoon se armara de valor y tomara la iniciativa. Se acercó lentamente a su amigo a su vez que colocó su mano derecha en el cuello del mayor. Mientras se acercaba, más caliente sentía su cuerpo. Era esa sensación de ardor ante el nerviosismo que le causaba el probar correctamente los labios de Heeseung.
Hasta que por fin, sus labios y los de Heeseung se unieron nuevamente. Fusionandose en la misma sensación. Probando de mejor manera aquel suave tacto.
Sunghoon inició con movimientos torpes. Empezando lentamente a saborear las comisuras de sus labios. Ambos cerraron los ojos para entregarse por completo a esa emoción. Sentían que estaban viviendo su primera vez en la vida.
Tanto Heeseung como Sunghoon sentían el calor crecer dentro de su cuerpo a su vez que una rara presión en sus pechos se hacía presente. Era como si fuera a explotar de tantas emociones vividas en tan poco tiempo.
Y mejor fue la sensación cuando Heeseung decidió tomar las riendas. Controlando por completo los movimientos del beso, a Sunghoon no le quedaba más que seguir el ritmo que Heeseung empezaba a imponer. De lo cuál nunca se quejó. La experiencia del mayor se hacía notar por la manera en que saboreaba los labios de su doseeang. Era de forma lenta, pues quiere recordar cada milímetro de él por si es la única vez en que esto pasa. Fue de esa manera que Heeseung decidió pasar su mano izquierda sobre el muslo derecho de su amigo. Acariciando sutilmente esta área mientras el beso seguía. Y conforme el tiempo pasaba, la intensidad aumentó. Entre más pudieran probarse mutuamente, era mejor. Fue así como las cosas iban subiendo de nivel. Ahora sentían ligeramente el tacto de sus lenguas. Al llegar a ese punto, Heeseung y Sunghoon apretaron sus respectivos agarres. Era mucho más placentero de lo que se podían haber imaginado.
Para Sunghoon, el tacto de aquellos lindos labios era increíble. Tal y como lo había fantaseado, se sentían aterciopelados. Aunque el sabor a alcohol estaba presente, no era nada molesto. Heeseung pasó de tener su mano sobre el muslo del contrario, a subirlo lentamente hasta llegar a la cintura. Ante ello, Sunghoon se acercó mucho más a él. Aunque no estaba encima del chico, su cuerpos rozaban. Heeseung no pudo evitar soltar un gemido ante tal sensación.
—¿Te gusta? —lo cuestionó Sunghoon al escuchar aquel gemido silenciado por el beso, riéndose por ello.
—Me gustas. —confesó, haciendo que la sonrisa burlona de Sunghoon se desvaneciera, dejando una expresión incrédula por tales palabras.
Fue una confesión repentina. Algo que ni el mismo Heeseung había planeado. Sin embargo ya no podía mantener esas máscaras. Este beso le abría los ojos a Lee Heeseung para darse cuenta de una vez por todas que está enamorado de su mejor amigo. Que le atrae más de lo que debería. Que por primera vez se sentía en las nubes con un hombre. Lo negó repetidas ocasiones pero ya no podía seguir así.
Y justo cuando iban a volver a besarse después de ese pequeño respiro, un grupo de cuatro personas salieron de la puerta trasera hacia el jardín. Teniendo en primera plana esta escena amorosa entre dos varones. Los atraparon infragantis.
—¿Qué carajo están haciendo? —dijo un chico disfrazado de momia, como si hubiera visto la cosa más vergonzosa del mundo— ¿Se estaban besando? Perdón por interrumpir a los novios. —seguido de esos comentarios, los otras tres personas soltaron en carcajadas que intentaron contener.
Tales burlas inmerecidas y ridículas hicieron sentir mal a Park Sunghoon. Bajándolo de aquella nube de fantasía que se había montado ese dos minutos.
—Esto fue un error…
Dijo el avergonzado chico para después levantarse rápidamente de aquel banco.
—¡Oye! ¡¿A dónde crees que vas?! ¡Park Sunghoon! ¡Ven aquí! ¡Park Sunghoon!
Heeseung se fue justo detras de él para internatar detenerlo. Sin embargo, Sunghoon era veloz. Era difícil seguirle el paso.
Sunghoon estaba huyendo como un cobarde porque se niega a aceptar sus verdaderos sentimientos.
Nota de la autora: Antes que nada ¡Feliz Halloween!(㇏(•̀ᵥᵥ•́)ノ) una disculpa por tardar. Las cosas no salieron en el tiempo que tenía previsto pero son cosas que pasan cuando planeas un especial de la nada. El final de la historia será publicado entre el 2 al 5 de noviembre. Sé que ya no serán las vísperas de octubre pero por varias cosas en mi vida adulta tendré que darles el final en estas fechas. Gracias por continuar esta lectura y esperar mis actualizaciones ❤️