—Bueno Alejandra, háblanos un poco de tu novela. Dinos de qué trata, véndete un poquito —Dice Pablo.
Hace seis meses que salió en cines la película que grabé en Menorca... Menorca. ¿Quién podría creer que ha pasado ya un año y medio? Cuando miro atrás no me creo todo lo que ha pasado. Alejandra ha sacado su primer libro y estamos los dos invitados a El Hormiguero, a la misma vez. Nunca pensé que llegaría tan lejos.
—Bueno, supongo que habrás oído ciertos rumores —Empieza Ale, torciendo la boca. El público se ríe.
—Sí, ya... Ya he visto lo que dicen —Responde Pablo entre risas. Me limito a no decir nada y solo río y miro cuando me toca.
—La novela no está inspirada para nada en nuestra historia, no es una novela autobiográfica —Se le escapa una risita nerviosa—. Sería muy arrogante por mi parte empezar así mi carrera.
La realidad es que el grupo que al final nos hemos montado entre las chicas y los chicos, somos los únicos que sabemos la cantidad de realidad que contiene el libro. De hecho, hemos dejado por escrito ante notario que nada de esa información se puede compartir con nadie que no sea del grupo, ni futuras parejas, ni nadie.
—Pero si me inspiré en el amor incondicional que Darío vuelca en mí para forjar la personalidad de Maxi. Aunque Lara no tenga nada que ver conmigo —Aclara mientras el público hace un sonido de ternura.
—Maxi y Lara son los protagonistas, ¿verdad? Quiero dejarlo claro, porque yo lo he leído antes de que salga a la venta, pero para los que nos ven desde casa y aquí en plató, me gustaría que se sitúen.
—Exacto —Alejandra hace un pausa—. Maxi es un chico que se enamora sin precedentes de una chica a primera vista y no sabe como entrarle. Son de mundos diferentes y él solo encuentra la forma de presentarse tal y como es, sin que le juzgue de primeras, haciéndose pasar por otro. Y bueno, con el paso del tiempo, él pretende decírselo, pero pasan... cosas.
El público se ríe y decido intervenir para que nadie crea que estoy de pegote.
—Si dices más al final vas a narrar el libro entero —Le miro divertido, me da un golpe suave en el hombro.
—Bueno Darío, ¿y tú? —Espero a que Pablo Motos concrete—. Ya hemos hablado de tu película, así que quería preguntarte sobre lo que todo el mundo habla. El juicio contra Carlota, tu excompañera de trabajo.
—Bueno, al final la gente hablaría de ello y sé que el momento llegaría —Hago una pausa y siento la mano de Alejandra en mi pierna por debajo de la mesa, bridándome apoyo. Paso mi brazo por detrás de su silla, rodeándola sin tocarle—. Se ha podido demostrar la verdad, que para mí es lo que importa. Si yo hago mal, lo reconozco, pido perdón e intento aprender de ello, pero este no era el caso. El juez ha dictado que la mejor condena para ella es entrar en un hospital psiquiátrico durante al menos dos años y así lo acepto.
—Lo que realmente se ha demostrado es que no eres el chaval prepotente y borde que todo el mundo decía que eras —Responde Pablo.
—Bueno, eso se lo debo a Alejandra —Le miro y a esta se le vienen las lágrimas a los ojos. Niego con la cabeza y el público se ríe.
—Siempre que le dices algo así, se pone a llorar. En todos los premios o programas, eres muy sensible, ¿verdad? —Alejandra asiente y me lanza una mirada cómplice mientras se seca las lágrimas.
—Es que le cuesta creer que deja tanta marca —Me encojo de hombros—. Ella ha demostrado lo que yo no he podido. Ha sido un gran apoyo para mí en estos casi dos años de relación, yo estoy seguro de que si no es por ella, no estaría aquí mismo hoy.
Carraspeo y alterno la mirada entre Alejandra y Pablo, este me mira con una sonrisa, algo perdido.
—¿Qué? —Pregunta divertido intentando averiguar qué nos decimos. Alejandra asiente, dándome el visto bueno.
—La verdad es que Alejandra está así de sensible también porque estamos esperando un bebé —El público estalla en gritos y vítores. Los cámaras nos aplauden y nos gritan que enhorabuena y Pablo nos da un abrazo a los dos. Beso a Alejandra, que sigue llorando y se posa una mano en la barriga para que debajo del vestido ancho que lleva se le note la barriga de 5 meses que tiene. Me pongo de pie y le ayudo a levantarse para que todos la vean—. No lo hemos querido decir antes porque queríamos tener un poquito más de privacidad y como Alejandra es muy delgada, la barriga se le ha empezado a notar más tarde, por lo que, hemos podido jugar con eso.
—Ya no puedo esconderlo, ya se ve —Dice ella.
—¿Sabéis el sexo o tenéis pensado un nombre? —Pregunta Pablo cuando todos se calman.
—No queremos saberlo hasta que nazca, ni tenemos decidido el nombre. Todavía quedan unos cuantos meses por delante —Alejandra se vuelve a sentar y le imito.
—Bueno, me alegro muchísimo por vosotros y enhorabuena también por vuestros trabajos, son espectaculares —Ha llegado el fin del programa—. No os quito más tiempo porque sé que os tenéis que ir volando a la ceremonia de los Goya, que ya sabemos que Darío está nominado a mejor actor de reparto con su nueva película. Mucha suerte y enhorabuena otra vez.
El programa empieza con la música de despedida y al cabo de unos segundos podemos levantarnos. Nos despedimos de Pablo y cojo la mano de Alejandra, para andar por los pasillos del edificio. Llegamos a nuestro camerino y allí está mi representante con varias personas para retocar el maquillaje, le pelo y ayudarnos a cambiarnos.
—¿Qué vestido te vas a poner, Alejandra? —Pregunta una chica.
—Ponte el rojo pegado, que se te vea la barriga —Comento mientras me subo el pantalón de traje y vienen alguien hacia mi con la camisa.
—Se va a notar mucho la barriga —Responde confusa mientras le desvisten y le ponen el vestido que le he dicho delante y otro más suelto verde botella.
—Esa es la idea —Le guiño un ojo mientras me abotono la camisa—. Venga, me voy a poner el pañuelo en el bolsillo del pecho del mismo color, ya que no llevo corbata. Quiero la roja.
Salimos como las balas de allí, de camino a un Uber que nos deja en la gala de los Goya y entramos por una de las puertas traseras para no interrumpirla. Llegamos a tiempo, quedan algunos premios antes. Me desabrocho uno de los botones de la camisa, no me suelen dejar más de dos botones, pero me gusta llevar tres siempre abiertos.
—Tengo que hablar un momento con mi repre, nena —Le digo a Ale al oído—. Le digo a alguien que te acompañe hasta nuestros sitios, están Raúl y Almudena allí.
—Vale —Me besa y se va de la mano con una chica que le conduce por un pasillo hasta que les pierdo de vista.
—¡Andrés! —Llamo a uno de los realizadores que veo en el backstage y me acerco a él corriendo, me da un abrazo y me da la pequeña bolsa que me guardaba—. No puedo ir con la bolsa, me quedo solo lo de dentro, quédate con la caja y luego te busco. ¿Vale?
—Sin problema —Me da una palmada en el hombro—. Y enhorabuena, papi.
—¡Gracias! —Grito mientras ando a paso rápido por el mismo pasillo que hace unos momentos ha pasado Alejandra con la chica. Guardo lo que había en la bolsa en el bolsillo interior de mi pecho y me aseguro de que no se puede caer.
Paso uno de los telones laterales del teatro y llego hasta mi sitio, saludando a todos con un choque de manos. Alejandra habla con alguien a su lado, se toca la barriga y doy por hecho que hablan del embarazo. Creo que es Blanca Suárez, pero no quiero mirar descaradamente. Esta chica habla con todo el que se le cruza, así tan fácil.
Obviamente los chicos y Almudena sabían ya desde hace algunos meses que teníamos un bebé en camino, pero sin necesidad de firmar un papel ante notario como con el libro, se guardaron el secreto muy bien.
Las luces se apagan al acabar el último intermedio donde una banda ha salido a tocar y bailaban la ópera de Carmen. Sale Megan Montaner con el sobre que contiene el resultado al mejor actor de reparto. El estómago me da un vuelco y las frías manos de Alejandra se encuentran con las mías, sonriéndome. Si gano esto, tengo prácticamente el futuro asegurado en la industria.
—Sea lo que sea, mi amor. Eres bueno —Susurra mientras van saliendo los videos de los demás candidatos, diciéndome una última frase antes de salir mi vídeo—. Tanto como persona, como en tu trabajo. Y estoy orgullosa de tí.
—Darío Santos Gallego, por 'La vela' —Dice el narrador. Un fragmento minúsculo de la película sale en pantalla. Precisamente la escena donde salgo en un barco de vela, llegando a puerto y preguntando por la chica que llevo años buscando desde que perdí el rumbo en el mar. Fue la última escena que grabé, ya que tuve que dejarme el pelo y la barba crecer. Nada más acabar el rodaje, volví a mi estado normal.
—Y el ganador a mejor actor de reparto es para... —El redoble de tambores casi tapa la voz de Megan Montaner. Un pitido inunda mis oídos y siento que me mareo al esperar con tanta tensión. Respiro hondo, sabiendo que la cámara me mira. Es uno de los momentos más importantes de mi vida y hoy más que nunca, querría ganarlo. Quiero el mejor futuro para mi bebé y Alejandra—. ¡Darío Santos Gallego!
El grito de Alejandra me saca de mi trance. Ni siquiera me había enterado bien de si era mi nombre. Nos ponemos de pie y se lanza a mis brazos, llorando y besándome, dejándome pintalabios rojo en la boca. Me lo limpia con el dedo y me deja que abrace a Raúl y Almudena. El teatro está mucho más eufórico de lo normal y me pregunto si ya saben la noticia del bebé.
—¡Enhorabuena, papá! —Grita Megan Montaner.
Vale, lo sabe todo Dios. Me empieza a temblar el labio inferior y las lágrimas no tardan en llegar detrás de aquella reacción. Cojo de la mano a Alejandra y le llevo conmigo al escenario.
Intenta soltarse, pero le miro advirtiéndole que no voy a ceder. Subimos con cuidado de que Alejandra no se pise el vestido y se caiga y saludamos a Megan, que nos da un abrazo y nos felicita por el bebé. Me da el premio y lo levanto. Salto de alegría mientras miro a mis amigos.
—Yo... —Varios sollozos me cortan la voz, pero intento serenarme y continuar—. Esto es todo por ti, reina. Eres mi razón de vivir y ser. Encima me has dado el mejor regalo de mi vida, que es nuestro bebé.
Como era de esperar Alejandra es un mar de lágrimas. Miro de reojo a Almudena y Raúl, que lloran porque saben qué es lo que se viene. Saco el micrófono de su sitio y lo cojo con la mano libre. Apoyo mi estatua en el suelo y tiro de mis pantalones por la parte de los bolsillos para arremangarlos un poco al agacharme.
—Si no es contigo no quiero pasar el resto de mi vida dando tumbos por el mundo —Hinco mi rodilla izquierda en el suelo y escucho gritos entre el público. Alejandra me mira aterrada, sin esperarse lo que iba a pasar y con una mano en la barriga y otra en el pecho. La mano en la barriga últimamente es un actoreflejo ya. Meto la mano en el bolsillo de mi pecho y saco el anillo, poniendo la piedra hacia arriba para que la vea—. Alejandra Moreno Ruiz, ¿quieres pasar el resto de tu vida conmigo?
—Sí —Responde en un gemido mientras llora a mares.
Me levanto y me limpio las lágrimas con el dorso de la mano. Le coloco el anillo, dejando que se tire a mis brazos, besándome fuerte. Apoyo mi frente con la de ella y le acaricio el pelo.
—Te amo.
—Darío, te amo, pero me vas a matar un día —Dice entre risas y lágrimas.
Entrelazo mis dedos con los suyos y dejo el micrófono en su sitio, cogiendo la estatua después. Me aclaro la voz, aún con los ojos llorosos y con muchas más ganas de llorar. Atraigo a Alejandra hacia mí, bajo mi brazo y levanto la estatua.
—¡Hoy es un día de putísima madre! ¡Muchísimas gracias a todos!
Le doy un último beso en los labios y salimos del escenario. Después del día en que nazca mi hija Candela, llamada en honor a mi abuela, este será el segundo mejor día de mi vida. Siempre se nos ha dado bien guardar secretos y quisimos que el nombre de nuestra hija no se supiese hasta el final, ni siquiera nuestra familia. Ya tendrán ellos toda la vida para llamarla sin sentir lo que nosotros sentímos por ella, desde que sabemos que sería niñas hasta que nazca, será solo para nosotros.
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Se acabó :(
Mi pequeño volvió a nacer unos años después de que escribiese otra versión de 'Catfish', como fanfic en otra cuenta mía. La dejé a medias y dejé de escribir durante mucho tiempo (se nota un poquito creo yo JAJAJA), pero decidí retomarla y hacerla de forma diferente pero con la misma trama.
La experiencia de escribir de nuevo me envuelve y aunque esta novela la presento a los Wattys 2021, sé que quizás no llegue a estar nominda, por lo que pronto la editaré.
Espero que os haya gustado y que pronto os vea por mis demás novelas. Gracias por todas las lecturas, votos y comentarios.
Besos, Cris ♥