————∵🌙∵————
"Las visiones de Peter"
————∵🌙∵————
Toda la preparatoria festejaba feliz, pues su equipo de Lacrosse fue el vencedor en el partido. Lindsay era la más emocionada, pues la mayoría de anotaciones fueron de ella. Por lo cual, Bobby Finstock se cuestionó demasiado el hecho de echarla del equipo, después de todo, gracias a ella fue que ganaron el partido. Y con una mirada y un grito de celebración, el entrenador la aceptó como titular definitiva del equipo. Lo cual, además generó un poco de odio en Jackson, más del que ya sentía.
Todos los integrantes del equipo alzaron a la joven McCall en el aire soltando millones de Victoreos hacia ella. Aplausos, gritos, silbidos, y mucho más podían escucharse. Todos ingresaron por fin a los vestuarios, pues era hora de una ducha luego de una noche tan emocionante. Bajaron a Lindsay, pues habían entrado con ella en el aire, y antes de que se golpeara la cabeza con el marco de la puerta, se bajó y comenzó a buscar a su hermano para darle también unas felicitaciones de su parte. Lo encontró hablando con Allison, así que decidió dejarlos solos, quizá arreglen sus diferencias. Así que se encaminó rápidamente hacia las duchas del vestuario femenino.
—Estuviste asombroso —Allison dijo.
—Gracias, igual tú —Allison lo miró confundida —. Digo, no me refería a eso.
—No, fui un gran apoyo. Agradéceme.
—¿En serio? —A Scott se le formó una sonrisa en su rostro.
—Pude decir: "Vamos, equipo" y "Defensa, defensa" Sin tomar aire. Pude decirlo. —Ella rio.
Un tipo se cruzó entre ellos gritando "Estatales, Estatales" lo cual ocasionó que Allison se fuera, pues su padre apareció. Scott le dio una mirada de odio al pobre chico y este se alejó de su vista. Jackson, quien se encontraba cerca, se acercó a McCall.
—Oh, ¿No te rompe el corazón? —Miraron a Allison —Apuesto que has pasado noches sin dormir. Aunque, ¿Sabes, McCall? De hecho, lo entiendo. Por eso quiero llegar a un acuerdo mutuo. Tú me das lo que quiero, y yo te ayudo a recuperarla.
—¿Qué?
—Bueno, tres días es el tiempo justo para el baile de invierno. Creo que tú deberías ir con ella y no yo. También piensa en las cosas que podrías hacer para quitarle el vestido esa noche —Scott volvió a lanzarle una mirada de odio total —. ¿Ves cómo funciona para todos? Tres días, McCall. —Le dio una leve palmada en la mejilla —Diviértete.
Scott se adentró para darse una ducha, al salir de esta, se acercó hasta su casillero para poder tomar sus cosas y cambiarse, pues se encontraba solamente con una toalla de la cintura para abajo.
—Por cierto, McCall, disculpa aceptada —Danny le decía desde los casilleros del frente.
—No me disculpé.
—Cada vez que tenías la bola, me la pasabas.
—Cada vez que te la pasaba, anotabas. —Respondió él.
—Disculpa aceptada —Volvió a repetir —. Oh, felicita a tu hermana de mi parte ¿Sí? No tuve la oportunidad de verla cuando terminó el partido.
—Claro. —Scott le dio una sonrisa, y Danny se marchó. Los vestidores quedaron en completo silencio, pues Scott era el único que se encontraba ahí. Bueno, Scott y Lindsay, que recién había entrado en busca de su hermano —¿Qué haces aquí?
—Buscándote, dah. —Ella dijo obvia.
—Oye, no puedes estar aquí. Es el- —Su hermana lo interrumpió.
—¿Puedes dejar de decir que no puedo estar aquí por ser los vestidores de chicos? Por Dios, Scott. ¿No te cansas de repetir siempre lo mismo? —Ella dijo soltando un suspiro y sentándose en la banca a un lado.
Scott no dijo nada. Abrió su casillero y tomó un bote de desodorante masculino para colocárselo. Lindsay solo se quedó ahí inspeccionando el lugar, pues al no haber nadie, podía ver que oscuros secretos escondían los hombres en aquel vestuario. No encontró nada. Solo ropa de Lacrosse, toallas tiradas por el piso, algunos casilleros abiertos que no escondían nada especial y algún que otro sobrecito de algún condón, lo cual le pareció muy desagradable.
De repente, las luces del lugar se apagaron. Ella se acercó hasta donde Scott se encontraba. Ninguno de los dos tuvo la oportunidad de decir algo, pues una pelota de Lacrosse llegó rodando hasta ellos. Caminaron unos pocos centímetros en la dirección de donde vino la pelota, la cual era las duchas del lugar. Al voltear hacia ahí, Derek apareció frente a ellos.
—Gracias a Dios. ¿Dónde has estado? ¿Tienes idea de lo que ha pasado? —Scott se acercó a Derek.
—Scott... —Lo llamó su hermana. Pues no eran los únicos en el lugar. Una persona se había instalado a un lado de ella, y sostenía un palo de Lacrosse en sus manos.
—No entiendo muy bien el Lacrosse. —Dijo el sujeto.
—Fuiste tú —Scott se volteó.
—Jugué baloncesto en preparatoria. Eso es un deporte de verdad. Pero leí que el Lacrosse viene de tribus nativas de América. Y lo jugaban para resolver conflictos. ¿Tengo razón? —Dejó en palo a un lado —. Tengo conflicto que resolver, chicos —Miró a ambos hermanos, que ahora se encontraban uno al lado del otro, pues al aparecer Peter, Lindsay se acercó a Scott. —Pero necesito de su ayuda.
—No te ayudaremos a matar personas —Lindsay lo enfrentó.
—Yo no quiero matarlos a todos, solo a los responsables. Y no tengo que incluir a... —Peter buscó ayuda en Derek.
—Allison. —Contestó él.
—¿Estás de su lado? —Scott le dijo.
—¿Olvidas la parte en la que mató a tu hermana? —Lindsay le recordó.
—Fue un error.
—¿Qué?
—Eso pasa.
—Scott, Lindsay... —Peter los llamó. —Creo que tienen una mala impresión de nosotros. Queremos ayudarlos a alcanzar todo su potencial.
—¿Matando a nuestros amigos...? —Scott dijo.
—A veces las personas más cercanas a ti, son aquellas que te detienen más.
—Si están evitando que nos volvamos unos locos psicópatas como tú, nos parece bien. —Lindsay añadió como respuesta.
Peter se acercó lentamente a ellos, mientras miraba sus manos —Tal vez, deberían intentar ver las cosas... —Comenzó a sacar sus garras de ambas manos lentamente —Desde mi perspectiva. —Y así, clavó en la parte trasera del cuello de ambos hermanos, sus garras. Fue solo un segundo, pero en el cual, los dos se sintieron de una forma extraña. Luego de que el Alfa retirara su garra, Scott y Lindsay cayeron al suelo.
Comenzaron las visiones. Los ojos de los dos se tornaron de ese amarillo característico y comenzaron a ver imágenes muy confusas. Una gota de sangre cayendo al agua, una ducha, Peter internado con quemaduras graves. A alguien con un galón de gasolina parado frente a la casa de los Hale. Dos personas regando el líquido por todo el borde de la casa, luego esas mismas personas siento asesinadas de la peor forma posible. El Alfa en el autobús atacando al chofer. Nuevamente Peter gritando bajo el chorro de agua en el hospital donde se encontraba. Fuego, mucho fuego. Personas gritando dentro de la casa. Ellos mismos junto a Stiles desenterrando el cuerpo de Laura. Peter otra vez, pero frente a la luna llena y en el bosque asesinando a Laura. Lindsay encontrando su cadáver. Y, por último, el día que los mordieron.
Ambos se despertaron en el piso del vestidor, Derek y Peter ya no se encontraban ahí. Se reincorporaron luego de unos segundos más tendidos en el suelo, y se sentaron en una banca. Ninguno dijo nada. Estaban procesando todo lo visto hace un momento. Stiles entró al lugar casi gritando que tenían un gran problema.
—Créeme, ya lo sabemos —Respondió Scott.
[...]
Allison se encontraba durmiendo, pero se movía de un lado a otro. Como si estuviera teniendo una pesadilla o estuviera incomoda. De repente, Scott se encontraba ahí. Intentaba besarlo, pero no podía. Comenzó a besar su cuello, pero de repente, Allison se despertó. Su cuarto se encontraba en completa oscuridad, y no había señales del chico McCall. Allison había tenido esa clase de sueños con Scott.
Se levantó de su cama y se acercó a su escritorio. Comenzó a buscar algo, pero no lo consiguió, así que bajó hasta el garaje, para buscarlo dentro del auto de su padre. Allí tampoco lo encontró. La puerta del garaje comenzó a abrirse, y ella se escondió dentro del auto para no ser vista.
—No ha sido un problema desde que vivimos aquí —Chris habló.
—Solo digo que disparar esas cosas tan cerca podría llamar la atención. —Kate continuó.
—Esas cosas han salvado mi vida más de una vez. Y sé pasar desapercibido cuando es necesario.
—Lo dice un hombre cuya arma favorita es un arco. ¿Sabes que podías enseñarle estas habilidades a tu hija?
—Aún no. —Chris caminó hacia la puerta de salida.
—¿Nunca?
—Aún no —Repitió —. ¿Vienes?
—Sí, ya voy —Ambos abandonaron el garaje.
Allison salió del vehículo y se acercó a la mesa de trabajo donde Kate había dejado lo que parecía la punta de una flecha. Pero esta se veía diferente a todas las puntas de flechas normales. Ella la tomó entre sus manos y comenzó a mirarla muy atentamente, sin percatarse que Kate la observaba desde la puerta de entrada, con una sonrisa triunfadora en sus labios.
A la mañana siguiente, Allison tomó su bolso con algunas cosas y llamó a Lydia para decirle que podían ir de compras, lo cual fue una mentira, porque las verdaderas intenciones de la chica Argent era ir al bosque para practicar lo que mejor sabía hacer. Tiro con arco.
—Allison, al decir que necesitabas detenerte antes de ir de compras, una excursión en el bosque, no es lo que esperaba.
—Antes que lo olvide, Quiero saber si estás de acuerdo con algo. Jackson me pidió ir con él al baile. —Allison dijo. Luego de que Jackson descubriera el secreto de los hermanos McCall, decidió terminar su relación con Lydia. Metiendo la excusa de que se preparaba para grandes cambios y que tenía que deshacerse de su peso muerto, y supuestamente Lydia era el mayor.
—¿Lo hizo?
—Solo como amigos, pero quiero saber si estás de acuerdo con eso.
—Claro, mientras sea como amigos.
—Sí, obvio —Ella soltó una risa —. No lo llevaré a la oficina del entrenador para besarme con él.
Una mueca de sorpresa apareció en el rostro de la chica Martin —Ah, acerca de eso...
Jackson se encontraba en su Porsche corriendo a toda velocidad por lo que parecía un estacionamiento vacío. Uno en el que no había exactamente nada ni nadie. Dio una vuelta más, cuando su auto se detuvo. Una pequeña luz comenzó a parpadear, y él golpeó el volante con mucha furia. Bajó del auto y al cerrar la puerta, una camioneta color rojo vino se estacionó frente a él. Y de dicha camioneta, Chris Argent se dejó ver.
—¿Algún problema? —Luego de revisar un poco el vehículo, Chris se ofreció para ayudarlo a repararlo.
—Mire, no hay problema, llamaré a una grúa.
—Sé algunas cosas de autos. Tal vez sea sencillo.
—No lo sé, es un auto muy costoso. Y anula la garantía si lo arreglas tú mismo, ¿No? —Chris abrió la parte trasera del auto, donde el motor se encontraba.
—Bueno, no diré nada si tú no lo dices. —Caminó hacia atrás del vehículo —Jackson, ¿No? Ven aquí, te mostraré que hacer. —Jackson se acercó a él y se inclinó hacia el auto para ver lo que tenía. En ese momento, Chris aprovechó para ver más cerca la herida en su cuello. Jackson lo sintió —Lo siento.
—¿Qué?
—Tu cuello. ¿Te lastimaste?
—Am... No. Es solo un rasguño.
—Se ve como más que un rasguño.
—Son como marcas de garras. —Él se apartó rápidamente del señor Argent. —¿Estás bien?
—Sí. Oiga, pediré una grúa ¿De acuerdo? —Comenzó a marcar en su celular.
—¿Hay alguna razón por la que te niegas a decirme lo que causó eso? —Antes de que Jackson pudiera responder, el Jeep de Stiles apareció.
—Hola. —Scott saludó.
—¿Qué hay, viejo? —Stiles también.
—¿Todo bien? —Lindsay preguntó.
—Chicos, su amigo tiene un problema con el auto. Lo revisamos. —Respondió Chris.
—Hay una tienda cerca, supongo que tienen grúa.
—Sí, ¿Te llevó? —Stiles ofreció —. Vamos, Jackson, eres muy guapo para estar solo por aquí. —Scott se bajó para que él pudiera entrar al vehículo, cuando Chris los llamó y encendió el auto de Jackson.
—Te dije que sabía algo de autos. —Argent volvió a subirse a su auto, y se alejó del lugar. Tanto Lindsay como Stiles bajaron del auto y miraron a Jackson.
—¿Qué? ¿Me están siguiendo? —Preguntó él alterado.
—Sí, maldito idiota, ¡Estabas a punto de revelarlo todo! —Scott dijo.
—¿De qué estás hablando?
—Él cree que eres el segundo Beta. —Intentó explicarle la chica.
—¿Qué? —Volvió a preguntar Jackson.
—¡Te confundió conmigo! —Scott golpeó el Jeep.
—Oye, mi Jeep... —Dijo su mejor amigo.
—Nos tiene en su mira, Jackson. —Lindsay explicó —Durante el partido, Scott escuchó la conversación que él mantenía con Kate, sospecha de mí por entrar al equipo de Lacrosse, según todo lo que puedo hacer y que Allison le dijo. Y sospecha de ti por tu estúpida herida en el cuello.
—Puedo oír tu palpitar a kilómetros de distancia, literalmente. ¡Ahora él cree que hay algo raro y tenemos que vigilarte para que no acabe contigo! —Scott iba a volver a golpear el Jeep, cuando Stiles lo alejó de este.
—Bien, bien, bien, ¿Qué tal si nos alejamos de mi Jeep?
—Ese es su problema, no mío. Yo no dije nada, y por su culpa van a matarme, McCall. ¡Esto es su culpa! —Jackson empujó a Scott, quien era el McCall más cercano a él, contra el Jeep de Stiles.
—¿Pueden dejar de golpear mi Jeep?
—Muy bien, chicos, ya basta. —Lindsay detuvo su pelea. —Cuando vengan por ti, Jackson, ya no podremos protegerte. No podremos proteger a nadie... —Ambos miraron al chico Stilinski.
—¿Por qué están mirándome?
—¿Saben lo que deben hacer? —Jackson habló nuevamente —Denme lo que quiero y podré protegerme solo.
—No es lo que crees. Confía en nosotros. Solo hace que empeoren las cosas. —Scott añadió.
—Oh, ¿En serio? Pueden escucharlo todo y corren más rápido que cualquier persona. Parece un trabajo duro, McCall.
—Oye, cuando dices McCall, ¿A quién te refieres? —Lindsay preguntó —Digo, los dos nos apellidamos McCall. —Los tres pares de ojos recaen sobre ella —. Perdón, no era el momento. Pero me estaba confundiendo.
—Sí, corremos más rápido, pero la mitad del tiempo corremos de la gente que quiere matarnos. Y puedo oír cosas. Como a mi novia diciéndole a la gente que no confía en mí, justo antes de terminar conmigo. ¡No te miento! Esto te arruina la vida.
—Arruinó sus vidas —Él dijo —. Ustedes tenían todo el poder del mundo y no supieron que hacer con él. ¿Saben lo que creo? Es como si cumplieras dieciséis y tu papi te comprara un Porsche cuando debiste comenzar con un lindo Honda. ¿Yo? Yo conduzco un Porsche. —Caminó hasta su costoso auto, y se alejó a toda velocidad.
[...]
Con la flecha en mano, con su nueva punta, Allison se preparaba para lanzarla.
—¿Qué es eso? —Preguntó Lydia al verla colocar la punta de flecha.
—Vamos a descubrirlo. —Ella colocó el arco en posición, y lanzó la flecha hacia un árbol, haciendo que dicha flecha, explotara.
—¿Qué diablos fue eso?
—No lo sé. —Dijo ella con lo que parecía, una sonrisa en el rostro.
—Bien, fue divertido. ¿Otra arma letal que quieras probar? —Allison comenzó a mirar hacia los lados, pues sonidos de pisadas de escucharon.
—Sostén esto —Le dijo a Lydia y le entregó su arco.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Porque creo que escuché algo.
—¿Y qué si escuchaste algo?
—Yo quiero descubrir que es. Tranquila, quizá no sea nada.
—¿Qué tal si nada es algo y muy peligroso?
—Le disparas.
Allison se adentró más en el bosque hacia la fuente del sonido. Miró hacia los lados, detrás, adelante, pero no pudo ver a nadie. Hasta que unas pisadas nuevamente se escucharon. Ella sacó una pistola estilo Taser de su chaqueta y apuntó al objetivo.
—¿Scott? —Dijo ella al verlo. Le había disparado a él. —Scott...
—El gatillo... —Decía entre los electrochoques.
—Lo siento, lo siento —Lo apagó —. Yo... No quise hacerlo.
—No, es mi culpa... Es mi culpa.
—¿Estás bien?
—Sí, estoy bien —Él se encontraba tendido en la tierra mientras se intentaba recuperar.
—Lo siento, no sabía que eras tú. De haber sabido que eras tú...
—¿Lo habrías hecho de todos modos?
—No... Claro que no, lo siento. —Comenzó a sacarle las cosas que lo conectaban a la pistola —¿En serio estás bien?
—Sí...
—¿Qué hacías aquí, de cualquier modo? ¿Nos espiabas?
—No. Para nada. Tu padre me dijo que a veces pasas por aquí y esperaba encontrarte sola.
—Siguiéndome...
—Bueno, sí.
—¿Para qué?
Él comenzó a buscar algo en el bolsillo de su pantalón —Encontré esto en la escuela...
—¡Que bueno! —Allison tomó su collar nuevamente en sus manos. —Pensé que alguien lo había robado.
—No. Lo perdiste, sin duda. Nadie te lo robó.
—Gracias por encontrarlo, y por dármelo.
—No crees que soy un acosador ¿Verdad?
—No, es que... Creo que actúas raro. Como siempre. —Ambos se miraron, y Allison lo abrazó. Scott lo correspondió. Después de tanto, ambos volvieron a tener, aunque sea, un mínimo contacto. Ella volvió a tomar su Taser, y se alejó de Scott. Dejando al chico, un poco confundido con lo que acababa de pasar. ¿Lo había perdonado? ¿Tenía otra vez una oportunidad con ella? Nadie lo sabía, y el tiempo le daría la respuesta tarde o temprano.