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Bright siempre fue un chico especial; demasiado serio,  demasiado inteligente.
                          
Demasiado solitario.
                          
Un chico a el que no le agradaba que la gente cambiara las cosas.
                          
Un chico antisocial y fácil de fastidiar.
                          
No era como los demás.
                          
Eso es lo que en su mente se repetía mientras terminaba de anotar sus datos y datos del departamento que rentaba, en búsqueda de un rommie.
                          
Si, un chico como el necesitaba un compañero de departamento.
                          
Vachirawit no necesitaba compañia, ni un amigo, ni alguien que se volviera cercano a él; lo único que quería era que alguien le ayudara a pagar la renta.
                          
No quería quedarse sin vivienda y ya no le alcanzaba el dinero. Era eso, o vivir en la calle.
                          
Se sorprendió cuando casi inmediatamente recibió una respuesta. Sin pensarlo mucho contesto.
                          
Al parecer el muchacho que había contestado era un chico de su misma universidad; por lo que decía necesitaba encontrar un departamento para empezar a independizarse y ese le pareció una buena opción.
                          
Mucha coincidencia que justamente lo hubiera contactado casi inmediatamente.
                          
Vachirawit raramente confiaba en extraños, pero aún así lo cito en una cafetería cercana para hablar un poco con él y ver si era conveniente aceptar su compañía. 
                          

                            

                                
                            
                              
                                  
                              
                              
                                
                                  
                                  
                                
                              
                             
                            
                            
                          
                          
                          
Esa tarde Bright tendría la cita con el muchacho que probablemente se volvería su compañero de departamento.
                          
No estaba nervioso, solo ansioso. No importaba si el muchacho no era un muy buen candidato, solo necesitaba que fuera responsable para pagar.
                          
Se reuniría con su posible rommie en la cafetería ya mencionada. No sabía como era el muchacho, pero por lo que habían hablado sabía que iba a llevar puesto un suéter verde y una camisa blanca como principales resaltantes, una mala elección para una cita si le preguntaban a él.
                          
El por su parte no se había arreglado mucho; una camiseta blanca y unos pantalones deportivos anchos era lo que traía, no le gustaba la ropa justa.
                          
Justo cuando el reloj marco la hora adecuada un muchacho entro por la puerta del local.
                          
El chico de grandes ojos lo observo de pies a cabeza; el muchacho era bastante alto y delgado, sus cabellos eran castaños, su rostro poseía una linda forma y una sonrisa adornaba su rostro; tal y como había dicho, traía puesto un gran suéter verde menta y el cuello de la camisa resaltaba por este.
                          
- Eh, tu, - hablo Bright llamando su atención - ¿Tu eres Metawin? - pregunto para asegurarse, recibiendo un asentimiento.
                          
- ¿Tu eres Vachirawit? - pregunto recibiendo la misma respuesta.
                          
El castaño se sentó enfrente de este en la mesa, sintiéndose ligeramente intimidado por la pesada mirada del pelinegro.
                          
- Bueno, ¿Puedo llamarte Bright?, me dijiste que comúnmente así te llaman. - menciono el chico con una sonrisa, el contrario solamente asintió sin mucho interés de pormedio, notando como la sonrisa del contrario se convertía en una mueca incomoda. - si quieres llámame Win, es más sencillo.
                          
El recién llegado ordeno su café antes de seguir con la charla.
                          
Bright estaba escéptico, como siempre; unicamente sintió un poco de asombro cuando el muchacho le dijo los beneficios de permitirle vivir con él.
                          
Sabía cocinar, era ordenado y puntual. Con la comida ya lo había ganado, Bright no era muy bueno para la cocina por lo que siempre preparaba cosas sencillas o pedía comida, una de las principales razones por las que el dinero no le alcanzaba.
                          
El único problema es que el chico era muy hablador, demasiado para su gusto. Había perdido la cuenta de cuantas veces el chico había mencionado a Srubb durante su charla, se notaba que era fan. 
                          
Todo concluyo de una forma simple, con aquella frase que hizo a Win saltar en su lugar con alegría.
                          
Un simple "trae tus cosas el Sabado, limpiare la habitación".
                          

                            

                                
                            
                              
                                  
                              
                              
                                
                                  
                                  
                                
                              
                             
                            
                            
                          
                          
                          
Nota:
No se si a alguien de mis seguidores le guste 2gether o sigan el movimiento tanto de actuación como de canto de Win y Bright, pero si es así decidí empezar a hacer esta historia con ellos dos.
Si, aquí Win también es fan de Srubb; quería incluir sus menciones porque los amo demasiado.