Era una oscura noche de octubre en Yokohama, las hojas color naranjo se encontraban en las calles ayudando a la tenebrosa decoración del vecindario. Niños corrían por todas partes, algunos simples fantasmas, princesas, ogros, y algunos... - ¡Papá! Apudate con la foto
― Solo júntense un poco más – pidió Dazai a los niños
Tomaron la fotografía y Atsushi salio corriendo - ¡duces! ¡duces!
― Atsu, ¡no codas! – grito Ryunosuke.
Dazai suspiro mirando al par de niños, Kunikida iba a su lado cuidando de ellos, Chuuya llego por atrás palmeando el trasero de Dazai – esta noche me toca
― Creí que seríamos todos
― ¿Orgia de vampiros?
― Soy un vampiro, son mis hijos vampiros
― Yo haré que te tragues mis hijos baby
Dazai se puso rojo mientras Chuuya iba a ayudar a Kunikida – Ango, Odasaku ¿Dónde están? – menciono al aire pues sí, le ponía nervioso estar con el par tan disparejo.
― ¡OPPO! – grito Atsushi – vamo a ota casa, quedo má duces
― Atsushi, te va a doler el estomago
― ¡duce! ¡duce!
― Atsu, no seas así de insistente, ya tienes muchos – mencionaba Chuuya – además, los vampiros beben sangre, no comen dulces
Atsushi lo pensó un momento, su familia y él estaban vestidos de vampiros, miro a Ryunosuke – Dyu, tu tabien edes vampiro
― Sí, todos lo shomos
― ¿los vampidos somos famidia?
― Si, así es – respondió Kunikida
― Chicos – les llamo Dazai – ya va a empezar el festival para el sector
― Oh vamos
― ¡duces! – grito Atsushi de nuevo.
Los tres vampiros mayores y los dos niños vampiros iban de las manos, los niños en medio claro para ser bien vigilados. – Doppo, Doppo – le llamo el azabache al rubio – ¿pueo comer manzanas acadamedadas?
― Claro, te llevo
El rubio llevo al azabache, Atsushi puso atención y miro a Dazai y a Chuuya, - papa, chulia ¿Por qué utedes tiene dojo y Oppo tiene amadillo?
― Bueno porque su chaleco es amarillo cariño – decía Chuuya
― Si, Chuuya, Doppo y yo venimos iguales a pesar de eso
― Peo Chulia lleva sombebote
― Me gustan los sombreros
Atsushi miro su chaleco y el de Ryunosuke – Dyu y yo venimos iguayes
― Así es
Chuuya y Dazai comenzaron a discutir, habían planeado usar todos lo mismo pero obviamente el rojo le queda perfecto pero Kunikida quería el amarillo.
Atsushi miro alrededor, él también quería comer algo pero lo que encontró fue una gran sorpresa para el menor. Era un pequeño niño que iba vestido igual que él, aunque su corbata era morada y su cabello era blanco y morado. Atsushi no dudo en ir con el niño – nino, nino. ¿Tu ede mi hemao?
Aquel niño de ojos amarillos le miro – ooooh eres un vampido como yo
― ¡si somos vampidos!
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Home, sweet home
FanfictionOsamu Dazai termina con dos bebés y toda una aventura para sus amigos. Historias cortas, mini aventuras, y mucha ternura. Esta es mi historia publicada numero 70!