BUTTERFLY KISSES

                                    

                                          
Gilbert sintió que su corazón iba a estallar de felicidad, los Cuthbert los habían invitado a los Lacroix y a él a cenar mañana en la noche, recibió la invitación cuando Marilla y Matthew fueron a recogerlos a la estación de Bright River y aunque Gilbert y Anne no había dado las noticias a ninguno, las miradas que se dirigían mutuamente no paso desapercibida para ninguno de los hermanos, Marrilla miró sugestivamente a Matthew y Matthew le dirigió una mirada espantada. 
                          
Matthew le preguntó si lo iban a dejar en su casa y Anne rápidamente contestó que Gilbert le iba a contar con detalle como era Toronto, por lo que lo más prudente es que fueran a Green Gables antes que anocheciera. 
                          
Marilla le dirigió una mirada incrédula como si no pudiera creer que la palabra "prudente" saliera de la boca de la joven Anne, la más imprudente e impulsiva de todas las chicas de Avonlea.
                          
Pero nadie cuestionó nada, por lo que se dirigieron a Green Gables, cuando bajaron del Buggy para nadie paso desapercibido que Gilbert ayudo a bajar a Anne y como Anne se sonrojo furiosamente, pero complacida, porque sabía que Gilbert no lo hacía porque creyera que fuera incapaz de bajar sola, él sabía que ella era una mujer fuerte e independiente, simplemente lo hacía por el placer de poder tocarla. 
                          
Se adentraron a la casa y ambos siendo consientes de la presencia de los hermanos y no queriendo dar una mala impresión antes de que supieran de su relación y que mucho menos desconfiaran de cualquiera de los dos decidieron quedarse en la sala de estar frente al fuego. 
                          
Hablaron durante horas de todas sus experiencias hasta el momento, Gilbert trato de describirle Toronto de una manera que sabía que Anne apreciaría, Gilbert se sintió afortunado de poder ver de cerca como los ojos de Anne adoptaban una mirada soñadora que lo hacía saber que prestaba atención a cada palabra que él decía y sabía que la gran imaginación de Anne prácticamente la había trasladado a Toronto. 
                          
En algún momento de la tarde se dieron cuenta que Marilla y Matthew no estaban dentro de la casa y se permitieron poder acercarse un poco más, Gilbert la abrazo por la cintura mientras Anne recostaba su cabeza en el hombro de él mirando hacia él, la cercania rostro con rostro era tal que se susurraron  cuánto se habían extrañado.
                          
Gilbert acariciaba el rostro de Anne mirándola con profunda adoración y amor cuando no pudo soportarlo más y la beso, fue un beso tierno, perfecto para el momento de intimidad que estaban compartiendo, los dos soltaron suspiros de felicidad mientras se fundían cada vez más en el beso. 
                          
La tarde terminó demasiado pronto entre susurros, suspiros y besos, Gilbert se tuvo que ir rechazando la oferta de quedarse a cenar, ya que sería la única cena que compartiría con los Lacroix, ya que mañana cenarian en Green Gables. 
                          
Anne lo acompaño hasta la puerta y lo vio irse, pasando la valla Gilbert se dió vuelta y le sonrió mientras hacía un gesto de despedida con la mano, Anne después de esto cerró la puerta y suspiro soñadoramente.
                          
Marilla la miro divertida pero no hizo ningún comentario, sabía que Gilbert era un caballero y no pasaría mucho tiempo antes de pedirle cortejar a Anne formalmente.
                          
Los dos chicos se fueron a dormir esa noche con el corazón lleno de felicidad, al fin estaban juntos y se amaban tan intensamente que no había manera que no sintieran esa felicidad que solo proporcionaba el verdadero amor.
                          
A la mañana siguiente ambos jovenes desayunaron ansiosamente y hablaron apresuradamente con sus familias antes de partir ambos hacia el bosque. 
                          
En la intimidad del bosque la pareja al verse a lo lejos corrieron, no queriendo estar ni un segundo más separados.
                          
"Te extrañé" murmuró Gilbert contra sus labios. 
                          
"Me viste ayer" murmuró Anne, a pesar de decir eso estaba encantada de saber que Gilbert también quisiera pasar todo el tiempo juntos. 
                          
"Demasiado tiempo separados" y procedió a cerrar la distancia entre ellos.
                          
Caminaron juntos hacia el gran árbol cuando  una mariposa monarca voló sobre ellos.
                          
"¿Que están haciendo aquí?" Dijo Anne hacia ellas. 
                          
"Quizá hicieron su metamorfosis después de Agosto, eso explicaría su presencia, es demasiado tarde para que emigren" 
                          
"Pero morirán" dijo Anne tristemente. 
                          
Las mariposas empezaron a volar sobre ellos, Anne se arrodilló y extendió su brazo, y una mariposa se posó sobre su dedo mientras otra en su cabello y otras en sus hombros.
                          
Gilbert solo la miraba embelesado, ella forma parte de la naturaleza y la naturaleza la recibía como una más.
                          
"Ven, Gil" dijo Anne en un susurro no queriendo espantar a las mariposas. 
                          
Gilbert se arrodilló frente a ella y Anne acerco su dedo al de Él, la mariposa se posó tranquilamente sobre él, y después algunas mariposas se posaron sobre él, reconociendolo y aceptandolo, ahora el también era parte de la naturaleza.
                          
Esta vez fue Anne quien lo acerco para besarlo y entonces todas las mariposas se despegaron de sus cuerpos y volaron alrededor de ellos, como si estuvieran danzando y ambos pensaron que quizá esas mariposas estaban bendiciendo su amor.
                          
Gilbert era una persona demasiado racional, pero estando ahí con Anne sintiendo todas esas emociones, se preguntó si quizá había algo de mágico en todo lo que estaban atravesando Y  la verdad, pensó Gilbert, era que Anne era la que aportaba esa magia, ella tenía una presencia magnética, que hacía que Él y toda la naturaleza quisiera estar a su alrededor y si de algo estaba seguro era que nunca se podría separar de buena gana de ella.
                          
Nunca creyó posible que el amor fuera tan grande, pero sabía que aunque tratará de encontrar una explicación no la habría, simplemente estaba enamorado y no había más y en ese momento quizá a otra persona le podría parecer algo precipitado tener tal certeza, pero en su corazón sabía que siempre iba amar a Anne, no sabía lo que les deparaba el destino pero su amor siempre estaría vivo por ella.
                          
Y pensó en aquellas palabras que le dijo Anne hace tiempo y se dió cuenta que tenía razón, a pesar de todo lo he había pasado y la tristeza de perder a su familia, él era una persona con suerte, encontró a través del mar a una nueva familia y esa familia creció, pero sobre todo, era afortunado de haber encontrado el amor verdadero a una edad temprana, muchas personas morían sin conocer el verdadero amor, pero aquí estaba él disfrutando de ello.
                          
Y sabía con certeza que siempre iba a amar a Anne Shirley-Cuthbert y nada iba cambiar eso.