14. Promesa

5.7K 636 102
                                    

Dahlia:

Me sorprende que el perdedor sepa besar, pero me sorprende más que yo lo disfrute, los labios de Harry son suaves y aunque no es tan habilidoso como los labios que me ha tocado besar en mi juventud hasta ahora, el hace muy buen uso de ellos.

Y de su lengua también.

Me pego contra él y sus manos se acomodan sobre mi cintura, me dejo llevar y aunque no entiendo los latidos acelerados de mi corazón, le devuelvo ese beso con ganas, mis dedos se separan en su nuca y se entierran en su cabellera, nuestras bocas no vacilan, es un beso completo y cuanto más pasan lo segundos, más ganas tengo de no apartarme de esa boca.

Jadeo y nos separo en una distancia corta, hasta que nuestras miradas se encuentren.

—Beverly Hills.

Lo beso una vez más y si antes el beso incrementaba poco a poco, esta vez lo hizo enseguida de que nuestros labios se tocaran una segunda vez.

Y es Harry quien termina con nuestro besó, separo mis labios y el frío de la noche, me abofetea las mejillas, también mis labios, los cuales ahora siento calientes.

—Buenas noches.—Pronuncio dejándolo sorprendido, retrocedo con una sonrisa e ingreso a casa.

Harry no tiene tiempo de añadir nada, cierro la puerta detrás de mí y apoyo mi espalda sobre la puerta.

—Dahlia, ya llegaste.—Mamá me recibe, tiene un plato en la mano y una pequeña toalla en la otra mano, lo que me aclara que está lavando los platos.—Creí que se quedarían más tiempo.

—Si...—Mordisqueo mi labio caliente.—Decidimos venir antes.

Mamá me observa muy sorprendida.—¿Quién eres tú y qué hiciste con mi hija?

No respondo y mamá se marcha de regreso a la cocina con una sonrisa, me deja sola y descubro que mis latidos aun retumban en mis oídos.

Me llevo una mano al pecho y le ordeno a mi corazón.—Ya basta... ya no es necesario que actúes más.

Y no me escucha.





(***)







Aunque hubo temor en las chicas sobre lo que iba a pasar al día siguiente de nuestra locura en casa de Dove, sobre todo por mí y Max, al final no hubo problema alguno, aunque las noticias volaron, como el que Bobby y Ada terminaran, lo que tiene muy contenta a Max y a mi preocupada.

Si, preocupada, lo admito.

Conozco a los chicos como el, deportistas, atractivos y egocéntricos, se sienten la última coca cola del desierto y vamos, claro que lo son, pero ustedes me entienden.

—¿Debería hacer un avance?.—Pregunta Max dándole miradas a Bobby y él no le es para nada indiferente, quizás Max detrás de esa timidez, es una fiera.

—Max...

Ella se sonroja.

Suspiro.

—Es tan raro que todos están mirándonos.—Comenta Courtney.—Es decir, ayer éramos del montón y menos para los populares y ahora...

No te enamores de la apuesta (#1 Amores Y Apuestas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora