— Entonces un placer conocerte, Abi. 
                          
—Igualmente, Connor. 
                          
El asiente con su cabeza y aún con su sonrisa sigue su camino.
                          
Suspiro mientras sigo mi camino al edificio. 
                          
Tal vez debería de darme la oportunidad de conocer a otros chicos y ver si puedo conocer el amor de verdad.
                          
Después de la fatídica noche, quedaron secuelas. Se que todos los hombres no son iguales y no los puedo meter a todos en una misma bolsa pero cuando alguien te marca tan profundo como lo hizo Sander Jones, es difícil. Yo era una chica inocente que confío tontamente en su primer enamorado "de verdad" pero como iba a saber que aquel chico lindo que me subió al cielo, iba a dejarme caer en picada. 
                          
Quisiera darme la oportunidad de conocer el amor de verdad. Conocer a un chico que le importe mi bienestar, mis sentimientos y pensamientos. Que me muestre las locuras que se puede hacer estando enamorado, que me enseñe lo bonito que es saber que alguien muere por ti. Que den todo por mi y yo dar todo por el. Quiero y anhelo un amor de películas, ese amor por el que suspiras y lloras de felicidad. Quisiera mi felices para siempre. Se que soy una tonta e ingenua por querer un cuento de hadas, lo sé. Se que el mundo está muy podrido y algo así ya no existe, pero espero algún día encontrar algo que se le acerque, algo que me acerque a mí felicidad máxima. Tengo la esperanza en que por ahí está mi príncipe azul con el que tendre una historia ya sea corta o larga que le contaré a mí futuros hijos. Hijos los cuales les daré mucho amor para que nunca se sientan como yo me he sentido desde que tengo uso de razón. 
                          
Entro a mi edificio y subo en el ascensor para subir al piso seis y entrar a mi habitación. Me dirijo a mí cama quitando en el camino mis zapatos y mi cazadora para luego tirarme en ella. 
                          
Veinte minutos después escucho las voces de Aiden y Ava. 
                          
— ¡Joder, Aiden! ¡Te dije que no le dijeras nada a papá! — Entra en la habitación Ava visiblemente molesta. 
                          
— En realidad nunca me dijiste nada — Aiden entra y cierra la puerta. — No se qué te preocupa, eres su consentida, hará lo que sea para que seas felíz. 
                          
— ¿Que ocurre? — Pregunto al ver a Ava muy molesta.
                          
— ¡Este idiota le dijo a papá que me aburría los estudios! 
                          
— ¡Te hice un favor! — Aiden se tira a mí lado y se acurruca junto a mí.
                          
— ¡Papá le dirá a mamá y ella no parará de llamarme para darme sus charlas de hacer lo que amamos y nos apasiona! ¡Solo te dije que me aburría, no que iba abandonar! 
                          
— ¡Bah! Solo dile eso y listo. — El mueve su mano con desden. 
                          
— Connor se acercó hablarme — Interrumpo su pelea al ver que Ava estaba a punto de explotar.
                          
Veo como los dos giran su cabeza hacia a mí rápidamente
                          
— ¡Perra suertuda! ¡Cuenta, cuenta! — Ava se tira encima de Aiden haciendo que este gima de dolor.
                          
— ¡Ay, burra! ¡Me sacaste el aire! — Se queja Aiden.
                          
Ava lo ignora y me mira con sus grandes ojos azules esperando.
                          
— Bueno, se acercó a saludarme y me pidio que nos sentaramos juntos en la cena — Cuento mientras me sonrojo. 
                          
Ava y Aiden gritan emocionados al escucharme y yo río.
                          
— ¿Se sentaran solos? ¿Tu con el y sus amigos? O ¿El contigo y nosotros? 
                          
— No lo sé — Le respondo a Aiden  
                          
— ¡Oh Dios, que emoción! Y ni siquiera es a mí a la que invitaron — Ava salta con su cuerpo encima de Aiden haciendo que este queje de nuevo 
                          
— ¡Estúpida! ¿Acaso piensas que pesas treinta kilos o que? — Aiden gruñe mientras trata de quitársela de encima 
                          
— ¿¡Estás diciendo que estoy gorda!? — Ava grita horrorizada.
                          
— ¡Estoy diciendo que liviana no eres! — Sigue empujándola — ¡Quítate de encima! 
                          
— ¡Eres un imbecil, Aiden! — Ava se levanta molesta y se tira en su cama dándonos la espalda.
                          
Aiden rueda los ojos y suspira mientras se levanta para acostarse a su lado. 
                          
—  No estás gorda, princesa. — Dice mientras abraza a su espalda — Sabes bien que estás perfecta como estas. ¿Lo sabes no? 
                          
No escucho respuesta pero veo como Ava se voltea y abraza Aiden mientras esté vuelve a suspirar. 
                          
— Para mí siempre haz estado perfecta,  princesa Ava — Aiden besa la cabeza de Ava y la abraza más fuerte. 
                          
Hubiera deseado que alguien me abrazara y consolara cuando estaba sola y triste. Y pensando estás cosas me doy cuenta que mi vida fue triste y deprimente hasta que conocí a Ava y Aiden, y aunque aún no lo sepan les agradezco por este corto tiempo de amistad que me han regalado. Ellos me dan esperanza de que tal vez el mundo no esté tan podrido como me hicieron ver.




                          
Me he dado cuenta que los primeros capítulos son muy cortos y que debí unirlos :( pero bueno, ya están subidos. Gracias por leer y no duden en opinar en los comentarios 🥰♥️