𝘏𝘈𝘙𝘙𝘠 𝘗𝘖𝘛𝘛𝘌𝘙 𝘜𝘕𝘐𝘝𝘌𝘙𝘚𝘌.
── |̓͊̈́ Después de la muerte de sus padres, Alessia y su hermano quedan bajo la custodia de su tía Amelia. Pero al ingresar a Hogwarts, la vida de Alessia da un cambio drástico, formando parte de grandes...
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«¡Alessia!»
Abrió los ojos de golpe. Y se reincorporó rápidamente, observando el lugar en donde se encontraba. Las paredes eran blancas, había varias camas con sábanas blancas. Supuso que estaba en la enfermería. Su cuerpo pesaba y también le dolía demasiado.
—Buenas tardes, Alessia.
Volteó rápidamente hacia dónde provenía la voz. Era Dumbledore.
—Veo que fuiste la primera en despertar.
—Profesor...- murmuró Alessia, mirándolo —. Buenas tardes.
— ¿Te sientes mejor?
—Sí, un poco...— dijo, se golpeó levemente las mejillas despabilándose —. Profesor, ¿qué pasó con la Piedra?, nosotros tratamos de impedir que Quirrell la tomará. Los chicos y yo sospechábamos del profesor Snape, pero al último momento resultó que no era él, sino Quirrell, fue Quirrell todo este tiempo y Vol...
—Tranquila, Alessia — Dumbledore interrumpió su vómito verbal —. Ya no tienes que preocuparte por eso, ya todo está resuelto.
La pelirroja suspiró.
Observó las sábanas blancas de la cama, y jugó con ellas. Pudo notar que había una mesa cerca de la cama, con varios paquetes encima, que parecían la mitad de la tienda de golosinas.
A su lado derecho se encontraba otra cama, Harry se encontraba ahí. Cerca de su cama también había una mesa con paquetes.
— ¿Harry... está bien? — preguntó con la mirada clavada en el muchacho.
—Sí, él se encuentra mejor — respondió Dumbledore —. Al parecer ya elegiste a quién confiarle el otro colgante.
Las mejillas de Alessia adquirieron un adorable sonrojo.
— ¿Usted mandó los colgantes...? — preguntó, y apartó su mirada de Harry.
—Exactamente — dijo Dumbledore. Sus ojos brillaban —. Tú madre me los confió y me pareció buena idea dártelos, pensé que te gustaría. Aunque veo que aún tienes muchas cosas por averiguar de aquellos colgantes. Y, por cierto, buena decisión de dársela a él.
