"El mundo puede ser perfecto siempre que quieras creer que es así"
Bajo la apariencia de una vida sencilla y tranquila en una isla remota se esconde un oscuro secreto, LuHan es testigo mudo de lo que está sucediendo, un chico autista que intenta por...
Kim Minseok se sienta en el borde de las escaleras de la comisaría, amargado y maldiciendo su destino por tener que servir en ese pueblo de mierda aburrido y con pocas cosas que hacer.
Le da una chupada a su cigarrillo, hoy es domingo y le toca el turno de mañana, solamente están él y el agente del mostrador al que no puede ni ver.
De hecho no se siente a gusto con sus compañeros, no entiende el proceder de esos policías, de cómo hacen las cosas y la laxitud a la hora de cumplir las leyes.
Sabe que desde que su comisario jefe recibió una llamada desde la comisaría de Wando-eup, ahora todo cristo lo mira con lupa, como si su deber de hacer cumplir la ley estuviera mal.
¿Es que estamos locos?
Le jode enormemente ese tráfico de influencias que se respira en la isla, de que todo se solucione con una palmadita en la espalda y un aviso.
Aparte de la reprimenda de su jefe y del rechazo de sus compañeros, notaba a todas luces que la estaban haciendo la vida imposible, dándole los turnos más jodidos o haciendo tareas que no eran de su competencia —limpiar los cubos de basura, enviarlo a inspeccionar las zonas más boscosas a las afueras del pueblo cuando era tarea de una unidad que se creó conjuntamente con los guardias forestales de la isla, o algo tan mortalmente aburrido como limpiar las playas del exceso de algas u otros productos biológicos que traía la mar —.
Y todo por culpa de esos Byun.
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Se dedicó a recabar toda la información de ellos, sabe que viven en Wando-eup, él es profesor de educación especial y ella la médico de Shinji-myeon, no son oriundos de la isla si no que vinieron de Seúl, sabe incluso que el tal Byun Baekhyun nació en Bucheon el 6 de mayo de 1992, y Byun Ji Eun el 17 de febrero de 1993.
Su búsqueda exhaustiva también abarca todo el currículum profesional de ambos, relaciones personales —fuera y dentro de la isla — y familiar, sabe que él tiene un hermano mayor, casado, y dos sobrinos y ella dos hermanos, uno más mayor que ella, también casado pero sin hijos y una hermana pequeña, soltera.
Posiblemente, un tal Park Chanyeol fue el que llamó a su jefe para decirle lo de la multa, es la única conexión que encuentra, al saber que ambos son amigos.
Aplasta el cigarro con la suela del zapato y mira ese cielo azul despajado, la mayoría de la gente pensaría que vivir aquí es el paraíso en la tierra, pero él no lo cree en absoluto, el bochorno es horrible, los mosquitos te comen vivo, por no hablar de la comida, fundamentada en las putas algas marinas para todo o la forma de vivir rural que le está costando la vida adaptarse.
Solamente lleva poco más de un mes viviendo en Shinji-myeon y ya está hasta los cojones.
Saca su móvil y busca el número de su mujer para llamarla, la echa de menos y está deseando volver a casa, a su casa, pero tiene que terminar lo empezó aquí y salir pitando de aquí lo antes posible.
