Capítulo 7: Un hermano desaparecido

                                    

                                          
Pasado
                          
Hace trece años. 
                          
Jiang Cheng había perdido la cuenta de las veces que llamó al celular de Wei Wuxian. 
                          
Podrían haber sido trece o quince veces que intentó llamar. Solo para ser recibido por el molesto tono de espera de llamada y la voz grabada de su estúpido hermano:
                          
"Si estás escuchando esto, seguramente es porque no puedo contestar jaja."
                          
—¡Maldita sea! 
                          
Jiang Cheng estaba comenzando a sentirse desesperado al no recibir ninguna respuesta del idiota al que podía llamar hermano. 
                          
Algo no andaba bien, podía sentirlo. Ese mal presentimiento que pensó que solo era tontería de las películas. 
                          
—¡Maldita sea Wei WuXian! ¡Más te vale que tomes ese estúpido teléfono y responda mis llamadas! 
                          
¡¿No ves que estoy preocupado por ti?! Su mente gritó en desesperación, una emoción que no le era tan fácil expresar en voz alta. 
                          
Wei WuXian por favor aparece.
                          
Su mente expresó en un deseo, con su corazón latiendo con fuerza y sus dedos temblando sobre la pantalla al apretar nuevamente el botón de marcación. Solo para volver a escuchar ese estúpido tono de grabación.
                          
No pensó que esa sería la última vez que volvería a escuchar su voz. 
                          
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Presente
                          
Lan Xichen era un egoísta, mientras él estaba sentado en un mesa cenando con su familia. Su hermano probablemente estaba sufriendo solo en su departamento. 
                          
Eso no lo dejaba tranquilo, le trajo un sentimiento de culpa al haber hecho todo eso, tratando de justificarse que lo hizo por el bien de Wangji.
                          
Pero no era así. 
                          
Era muy difícil creer en sus palabras, luego de todos esos años la mayoría daba a Wei Wuxian como muerto. Incluso la familia Jiang al no poder más con el dolor y la desilusión por no saber nada de su hijo adoptivo.
                          
Lan Xichen no dijo ninguna palabra durante la cena. Se limitó a responder entre "Si" y "Que interesante" como una forma de evadir las preguntas de su esposo e hijo. 
                          
Su mente no podía dejar de dar vueltas en las palabras que había dicho su hermano y en lo cierto que podía ser. 
                          
Existían los rumores sobre Wen Ruohan, un exitoso hombre que hizo su fortuna en negocios ilegales como la venta de drogas y armas, incluyendo el rumor del tráfico de omegas y algunos betas.
                          
Si todos esos rumores fueran cierto, entonces Wei Wuxian pudo terminar como una víctima más. 
                          
Pero los burdeles y prostíbulos fueron una opción para buscar al joven desaparecido, sin tener ninguna respuesta o señal de él. Al menos una suerte no encontrarlo en esos lugares tan lamentables. 
                          
Wei Wuxian había desaparecido del mapa, su existencia quedando solo en fotos y recuerdos. 
                          
Ni siquiera hubo un cuerpo que enterrar, ni había nada. Y eso era lo más triste. 
                          
Podía entender un poco el dolor de su hermano, sabía lo importante que el joven Wei había sido para él. Fue su primer amor y desapareció antes de que pudiera tenerlo. 
                          
—¡Lan Xichen! ¡¿Me estás escuchando?! 
                          
El grito de su esposo lo asustó, dejando caer el tenedor en el plato como resultado.