21 Lara Jean

                                    

                                          
-Chicas, dejen de pelear-. Le digo a Margot y Kitty bastante exhasperada. Ambas se debaten entre un vestido de flores y uno liso color azul turquesa.- Es solo un estúpido vestido-. Suelto.
                          
-¿solo un estúpido vestido?-. Se ofende Kitty.
                          
-Cuando seas anciana y recuerdes este día, no querrás visualizarte con el vestido de rosita fresita-. Espeta Margot, descartando rotundamente la propuesta del vestido floral de Kitty.
                          
-Y aún menos te querrás parecer a un pitufo-. Suelta Kitty con voz en grito. Ambas manotean y se jalonean los vestidos mientras yo permanezco sentada. Miro mi reflejo, estoy maquillada y peinada con una trenza que forma un moño. Las sombras me hacen lucir un par de años más grande, pero Peter ya se ha acostumbrado a verme así de maquillada, pero está ocasión es muy especial. Por un momento y a golpe de vista, percibo un enorme parecido con mi madre... Casi pude verla en mi rostro, pero en cuánto he vuelto a prestar atención, la sombra de mamá ha desaparecido.
                          
-Chicas, ¿les parece si elijo yo el vestido?-. Propongo y ambas se quedan en silencio, mi miran con una sonrisa forzada y asienten. 
                          
Me pongo en pie y entro en el armario, me topo con varios vestidos lindos, pero sin duda el que más me agrada para la ocasión es uno color vainilla. Tiene una caída sencilla y resulta muy agradable. Además de que combina con mis converse.
                          
Lo saco del armario y se reanuda la discusión, pero esta vez yo entro en ella. ¡Han rechazado mi propuesta! Y el colmo es que yo soy quien usará el vestido.
                          
Entre jalones y palabrejas, no nos damos cuenta de que el pequeño Zedd nos mira desde la puerta de la habitación, no dice nada y su rostro permanece inexpresivo y en cuanto lo notamos, él comienza a negar con la cabeza.
                          
-Las niñas grandes no pelean así-. Añade y las tres soltamos una enorme y sonora carcajada... 
                          
-Tienes razón, hijo-. Le dice Margot acercándose a él. Se pone en cuclillas y le dice algo ininteligible. 
                          
Decidimos que el vestido vainilla es la mejor opción y trabajamos a partir de ello, esta vez sin discusiones tontas ni ridículas palabrejas. 
                          
-Has quedado-. Dice Margot y miro mi reflejo en el espejo... Luzco hermosa.
                          
-Me encanta, doncellas-. Añado con algo de ironía en la voz.
                          
-No es nada, mi Lady-. Dice Kitty haciendo una reverencia. Y las tres reímos de nuevo, me doy cuenta que la relación con mis hermanas ha sufrido algunas transformaciones, sin embargo, a pesar de que hemos crecido, nos hemos distanciado un poco y Margot tiene un hijo, cuando entramos en confianza, somos las mismas chicas Song que hemos sido siempre, y eso me reconforta.
                          
Peter y su familia llegan poco antes de la hora de la comida, por lo que papá tuvo suficiente tiempo de acomodar la mesa de jardín, y Tree de preparar la comida. 
                          
En cuanto Peter llamó a la puerta sentí el corazón darme un vuelco, fue como si no lo hubiera visto hace mucho tiempo o incluso como si lo viera por primera vez. Leí en internet que es normal sentir todo este tipo de cosas, así que a pesar de ello, estaba completa y absolutamente entusiasmada.
                          
-Luces preciosa, Lara Jean-. Dice Peter mientras me da un abrazo y un lindo beso en la mejilla. Fue raro que me besara en la mejilla, sin embargo entiendo que es parte de las mismas formalidades de la pedida de mano. Con eso está dando a entender a mi padre que de él depende aprobar lo nuestro, o reprobarlo y Peter acatará lo que papá diga. 
                          
Saludo a la madre de Peter, que luce un vestido precioso y una sonrisa enorme, mientras que Owen, que es casi tan alto como Peter, trae ropa algo más casual y relajada, pero ello no impide que luzca formal.
                          
Todos se saludan y, finalmente, papá nos invita a todos a tomar asiento en la sala de estar, donde hay algunas galletas con queso para amenizar el momento.
                          
Jamie Fox-Pickle permanece atento a todas las manos en busca de que alguna decida descender hasta él... Pero que tonterías digo... Deben ser los nervios que me impiden pensar con claridad y en un sentido real. 
                          
Miro a Peter, luego a papá y vuelvo a Peter, que comienza a hablar.
                          
-Señor Covey, usted sabe lo importante que su hija es para mí; he demostrado ser alguien comprometido y realizar lo que me toca cuando me toca-. Comienza, papá luce emocionado y algo sonrojado; incluso reconozco una mirada de ternura en su rostro.- como usted sabe, mi intención es deposar a Lara Jean, que sin lugar a dudas es la chica más increíble que haya conocido jamás; su gran corazón y su belleza me han enseñado que en la vida podemos correr riesgos, que podemos decidir lo que queremos ser y que siempre habrá alguien que te apoye en momentos difíciles-.
                          
"Con ella aprendí que la vida es mejor cuando se transita en pareja, y quiero que ella sea mi compañera. A cambio de ello, seré el mejor compañero, esposo y amigo para su hija, la protegeré y velaré por su bienestar, porque se lo merece. Así que, Señor Covey, quisiera pedir la mano de si hija, así como si bendición para está decisión que hemos tomado, para poder crecer y acompañarnos como lo hemos estado haciendo hasta el día de hoy y aún con más ahínco, con el compromiso de llevar todo ello hasta la muerte". Concluye Peter, mientras su madre se limpia la nariz con un pañuelo, Kitty lo mira en una ensoñación, Margot sonríe y asiente, mientras que Trina está haciendo un esfuerzo por contener la lágrimas. Papá lo mira a los ojos, asiente con la cabeza y se pone en pie, soy una especie de testigo en mi propia vida, en este momento todo pierde sentido, como si hubieran reemplazado el interior de mi cabeza por bolitas de algodón. 
                          
Me siento levitando, admirada de llegar hasta este punto con Peter, de que realmente me voy a casar. Pongo atención a la escena, en que papá abraza a Peter y le dice:
                          
-Bienvenido a la familia, hijo-. Todos sonreímos y nos abrazamos, y finalmente llegó hasta Peter, que me mira con una expresión de alegría en el rostro que jamás le había visto. Su sonrisa me encanta y me hace amarlo aún más. Papá nos abraza a ambos, como señal de que permanezcamos juntos, porque ese es nuestro sitio. 
                          
Hubo un tiempo en que la familia se redujo, pero en este momento es más amplia de lo que jamás imaginé, y está por ampliarse aún más. 
                          
Todos salimos al jardín para comer y pasar la tarde juntos. Me siento del todo tranquila hasta que un pensamiento fugaz pero escandaloso se arraiga en mi mente... Falta planear toda la boda... 


                          
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Muchas gracias por leer! Saludoooos!