Light desvió la mirada. ¿Qué quería él? No lo tenía del todo claro.
- No tengo sueños. Toda mi vida está basada en las expectativas que mis padres tienen sobre mí.
- ¿En serio? ¿Nada de nada?
Light lo pensó unos segundos. Sí, de pequeño quería ser policía, pero solo para que su padre estuviera orgulloso de él. La mayor parte de su vida estuvo esperando a encontrar a su alma gemela. Se centró tanto en eso que no tuvo tiempo para pensar en algo que realmente le gustaría hacer.
- No. - Light negó con la cabeza, aún con esta apoyada en su mano. L le observó con atención - La única razón por la que empezaba cada día con una sonrisa, era porque estaba seguro de que algún día podría dejar toda esta fachada atrás. Creía que habría alguien que me aceptaría como soy en realidad. Me aferré a la historia del hilo rojo que me contaba mi madre todos los días.
Ryuzaki se quedó en silencio, mirando al castaño a los ojos.
- Es triste que tu felicidad dependa de otra persona, alguien que ni siquiera sabes si existe. - Comentó al final, mordiendose levemente el dedo gordo de su mano derecha.
- Es lo que hay. - Light sonrió levemente, sabiendo que por lo menos ya había encontrado a esa persona. Aunque no fuera como él se la había esperado.
- ¿Y no hay nada que te guste hacer?
El más joven se quedó mirando al techo unos segundos, pensativo. No tenía mucho tiempo para hacer las cosas que le gustaban. Durante el día generalmente estaba estudiando o ayudando a su hermana, todo para que sus padres pudieran estar orgullosos de él.
- Ver las estrellas. - Reveló con una sonrisa. Por las noches eran los únicos momentos en los que nadie le molestaba - Me siento calmado en esos momentos. Solía tener un telescopio en mi habitación.
- ¿Ya no?
- Hace meses que no estoy en mi casa. - Le recordó con una sonrisa el castaño. El pelinegro apartó la mirada, recordando los meses que había tenido encerrado a Light aunque los asesinatos habían continuado.
- La astronomía es interesante, sí. - Murmuró Ryuzaki - Pensar que las estrellas que vemos todas las noches podrían no seguir existiendo ahora mismo... Realmente interesante.
- Sí, aunque supongo que a ti te interesarán más las cosas que pasan en la Tierra. - Supuso el castaño, atrayendo la mirada del contrario de nuevo.
- Ciertamente. Además, no suelo salir de mi habitación. No tengo tiempo para ver más allá de mi ordenador.
Light hizo una mueca.
- Eso sí que es triste.
Ryuzaki se encogió de hombros, no dándole demasiada importancia a ese hecho.
- Bueno, yo me entretengo así. ¿Y entonces tú no quieres ser policía en realidad?
El castaño asintió rápidamente con la cabeza. Recuerdos de cuando era un niño jugando con su padre a ser policía empezaron a venir a su mente.
- Oh, claro que sí. No quiero defraudar a mi padre, voy a seguir sus pasos y a conseguir ser incluso mejor policía que él. - Expresó con decisión, sus alegres ojos clavados en los oscuros del mayor - Además, no es como que haya alguna profesión que me apasione más.
- Entiendo.
El camarero llegó en ese momento con una bandeja en las manos, interrumpiendo la conversación.
- Aquí tenéis. - Ofreció, dejando sus pedidos en la mesa - Un café con leche, unas tortitas, un pastel de fresa y un cortado con azúcar... Te dejo más azúcar ahí.
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Hilo rojo del destino
FanfictionLight nació con un don que nadie más poseía. Le habían contado la historia miles de veces, desde pequeño. Le habían asegurado que algún día encontraría a su chica predestinada. No esperaba que no fuera un chica. Tampoco esperaba que tuviera que mata...