ღ 14

                                    

                                          
La noche de la fiesta llegó, Jisung y Johnny estaban fuera de la casa de Jeongin esperando a que salga.
                          
- Jae, ¿No puedes ir? - preguntó el menor.
                          
- No quiero Innie, sabes que no tengo amigos además de tí - la conversación comenzó a ponerse triste y rápidamente habló - además comencé a tener mareos.
                          
- ¿Fuiste al doctor? - interrumpió.
                          
- Jenno es doctor- la mirada de su amigo, diciéndole qué era lo que pensaba hacía que se sienta frustrado- en realidad me llevó con una nutricionista, solo me dijo que me alimente mejor y tome más agua, parece que no estoy haciendo bien las cosas y no lo había notado-
                          
- Jae...
                          
- Tienes que ir, están afuera - el menor asintió asi que su amigo lo abrazó- estoy feliz de estar acá, no te vayas preocupado.
                          
- Como digas - salió de la casa y saludando con la mano a los que se encontraban dentro del auto, subió para ir con dirección al cumpleaños de Lucas.
                          
Y sería mentir si Jeongin no se encontraba pensando qué era lo que le sucedía a Jaemin, sabía muchas veces lo frustrado que se encontraba y a pesar de eso guardaba todo. Posiblemente tenía problemas con sus padres, aunque siempre era eso pero quizás esta vez era algo más fuerte. 
                          
Jaemin aguantaba la indiferencia de sus padres por no ser como su hermano mayor, Jeongin sabía muy bien que su amigo soportaba todo tipo de cosas y es por eso que las que sucedieron en un momento lo habían destrozado.
                          
Jae había encontrado refugio en Jenno.
                          
Jae había encontrado las palabras de amor que tanto necesitaba.
                          
Jae había encontrado la atención que tanto quería y la dedicación por demostrarle que era amado.
                          
A pesar de que el inicio de su "historia" hubiese sido la peor.

                          
- Innie - la voz de su amigo acabó con todo su pensamiento llevándolo a observar sus ojos por el retrovisor.
                          
- Dime
                          
- Muy pensativo, ¿Sucede algo? - era tan obvio, debía aprender a aparentar un poco más.
                          
- Solo eran unas tareas que debo presentar.
                          
- Bien, ya vamos a llegar.

                          
∞

                          
- ¿Jeongin? - una voz familiar hizo que de media vuelta tomando su bebida en la mano.
                          
- Hola Seongwha - ni un segundo pasó, y este ya lo abrazaba - ¿Tomaste? 
                          
- Poquito.
                          
- Bien, muévete estoy buscando a alguien - el gesto en el rostro del contrario era pura burla - ¿dije algo gracioso?
                          
- ¿Hyunjin? Debe estar pasándola bien.
                          
- ¿Qué? 
                          
- Como lo escuchas, eres tan ingenuo, tan tonto y poco realista - las palabras no lo habían dañado tanto, ya estaba aprendiendo a diferenciar entre qué cosas debían dolerle y qué no.
                          
El refresco manchó su camisa y el más alto salió de la cocina a pasos torpes avisando de que ya se retiraba.
                          
Unos segundos después Jisung apareció animado -Harán un juego, Minho nos invitó.
                          
- ¿Viste a-
                          
- No, y tampoco quiero verlo, ahora vamos - siendo jalado hasta llegar a un cuarto que se ubicaba en el mismo piso, había una mesa larga con 10 personas por lo menos - ¡Llegó Jeongin!
                          
Y así fue como comenzó todo, el juego era algo sencillo y de poca lógica. Te tomabas tres chupitos de forma rápida para dar una vuelta y lanzar la botella. Si caía parada ganabas.
                          
Fue fácil que Jeongin se embriague a pesar de que le hayan servido poco, y él no rechistaba ni se negaba. 
                          
Su cuerpo se encontraba en uno de los armarios antiguos con una corbata alrededor de su cabeza y una sonrisa tonta mientras los demás jugaban verdad o reto. 
                          
Jisung había ganado lo que tanto quería, estaba besando a Minho durante 30 segundos y parecía que ninguno quería parar.
                          
Recordó ver una luz blanca frente a su rostro y sonrió alegremente con su vaso aún a la mitad escuchando las risas de los demás.
También recordó que poco después vomitó un poco y salió de la casa decidido a irse sin avisarle a nadie.
                          
Cuando al final había alguien esperándolo.
                          
- ¿Tú? Sosténme - cayó al piso y no tardó en sentir como alguien lo cargaba en su espalda- Jisung y Minho kiss.




                          
ʕ•́ᴥ•̀ʔっ♡ 
                          
Me siento la peor cuando tardo en actualizar, lo siento.
                          
Gracias por todo.