Capítulo 2: Rozando el peligro

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Caminaron unos metros por la acera. Hoseok se quedó parado frente a un portal. El edificio era antiguo, entraron dentro y se encendió la luz. Por dentro era aún más viejo. ¿Sería de los primeros edificios que construyeron en la ciudad?

Subieron las escaleras hasta el último piso, sin ascensor, claro. Al menos la casa por dentro era algo más moderna decorada. Un espacio casi abierto, amplio y no excesivamente limpio pero no sucio. Estaba levemente desordenado.

-Ponte cómodo.

Jimin desvió la mirada hacia él. Le veía entrar en la cocina desde allí.

-¿Alguna vez has llevado un traje como este? Es imposible estar cómodo.

Trataba de sonar algo agradable, pero no podía negar que estaba empezando a arrepentirse de haber ido con un desconocido. ¿Qué iba a pasar ahora? Le escuchó mover cosas en la cocina.

-Puedes rebuscar lo que quieras de mi ropa. Con ese traje por este barrio van a intentar robarte hasta los calzoncillos.

Que le robasen era lo que menos le preocupaba de todas las cosas malvadas y perversas que se le ocurrieron mientras viajaban en la moto.

Con el permiso de aquel chico que era algo más alto que él y llevaba el cabello tan desaliñado, fue a adentrarse por la casa. Era más pequeña de lo que parecía, pues solo había un pequeño pasillo que conectaba un baño, una pequeña habitación usada a modo de lo que parecía ser un despacho, y una habitación grande con una cama de matrimonio, no había más.

Miró la mesita y las paredes, no había fotos ni cuadros como solía haber en las casas. ¿No tenía familia?

Abrió el armario y se encontró con un estilo de ropa muy dispar al que él solía llevar. Trajes de marca, polos, bermudas, camisas... ¿Dónde había quedado todo su estilo? Ese chico solo tenía camisetas básicas y otras con un montón de dibujos o letras, jeans y pantalones negros, en su mayoría rasgados, y un par de chupas de cuero como la que llevaba en aquel momento.

Le dio por abrir uno de los cajones, iluso, pensó que tal vez en el cajón encontraría algo más sofisticado pero se llevó una sorpresa. Entre los calzoncillos había una pistola. La cogió con las dos manos mirándola con miedo y precaución.

-¿Te gusta?

Jimin se dio un susto al escuchar la voz del chico y se giró de inmediato sin soltar la pistola.

-¿Por qué tienes un... un arma...?

-¿Crees que solo tengo una pistola?

-¿Tienes más? ¿Qué clase de persona eres?

-No tengas miedo, no voy a matarte. Pero esto sí podría hacerlo, por lo que ten cuidado de lo que coges si no sabes usarlo.

Hoseok le quitó la pistola y la volvió a colocar en su sitio, luego lo miró de arriba abajo, seguía con la misma ropa.

-Estoy haciendo ramen para cenar. ¿No vas a ponerte cómodo? –preguntó Hoseok.

-Prefiero... cenar.

-No tengas miedo, mientras estés conmigo ese cretino no volverá a pegarte. ¿Es tu novio? Parece un poco idiota.

-Ehh... no, no es mi novio. Mi prometido, pero no me gusta ni nada, me da asco.

-Vaya... Qué mundo este de los ricos... Vamos a cenar entonces.

Hoseok lo agarró de la mano y tiró de él. Cuando llegaron a la cocina se encargó de prepararlo todo y se sentaron a cenar juntos.

Criminal [Hopemin]Where stories live. Discover now