Capitulo 30

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Daniel

Nuevamente ese sueño, nuevamente la oscuridad y yo sucumbido en ella sin poder ver nada a mi alrededor, no sabía si estaba en el suelo o flotando en el aire, simplemente estaba allí viendo la gran masa negra que me rodeaba. El jodido sueño se repetía y en cada uno se volvía más real que antes, como si el sueño cobrara vida dentro de mi mente.

¿Por qué siempre estaba aquí? ¿Por qué ponerme en este escenario completamente solo?

Daniel.

Quizás ya era la costumbre o su voz se había quedado grabada en mi mente como una sinfonía que no deseaba borrar. Gire la mirada hacia la figura que aparecía entre la oscuridad, la imagen de Camil apareció a unos metros de mí. Sabía que esto no era real, pero al tenerla frente a mí en este lugar me hacía tener mis dudas de lo irreal a real.

—Hola preciosa. —no fue necesario ir por ella, Camil camino hacia mí. —¿Acaso la razón por la que apareces en mis sueñes debe tener un significado para un futuro nosotros? —le sonreí, pero no recibí la misma respuesta.

Los sueños pueden ser premonitorios como también te pueden mostrar lo que no ves en realidad, hay algo que cubre tus ojos y tu mente, desearía saber lo que es.

—No hay nada que pueda revelarme este sueño o...pesadilla. —mire a mi alrededor, aun la oscuridad no se iba. —Pero antes estaba solo, no había nadie conmigo. —la mire, Camil no emitía alguna emoción o cambio. —De niño lo soñaba a menudo, despertaba asustado y con...—negué con la cabeza tratando de buscar la manera de explicarle. —Había algo que tenía que recordar y no podía, había algo que había olvidado. —no sabía exactamente porque le contaba esto a ella, pero antes de olvidarlo todo nuevamente quería poder encontrar una respuesta, alguna razón de lo que significaba todo esto.

Esta oscuridad no es normal Daniel, algo no me permite llegar a ti. —fruncí el ceño al no entenderla.

—Es solo una pesadilla, es parte de un miedo infantil y ahora solo comparto esta pesadilla con lo que más anhelo fuera de mi mente. —le sonreí nuevamente. —es por eso que te tengo aquí Camil.

—No soy Camil, soy una parte de ella, Camil no sabe que estoy aquí y no se lo diré por ahora.

—No lo entiendo. —mire a mi alrededor y luego clave la mirada en sus ojos. —¿De que estas hablando?.

Trato de despejar esta oscuridad que te han colocado pero cada vez que ingreso se vuelve más densa y difícil de hacerlo. —esta vez Camil miro a su entorno preocupada o quizás angustiada de lo que está sucediendo. —Pronto ya no podré hacerlo.

—No entiendo nada de lo que me estás hablando Camil.

Hay muchas cosas que debes entender, mi Diosa no hace las cosas adrede, es algo que hasta Camil debe entender.

Di un paso hacia ella, pero la gran masa negra la comenzó a rodear alejándola de mí, apartándola de ese lugar en mi mente.

—¿Qué es lo que esta pasando? —Camil se quedó quieta mientras la oscuridad la ocultaba, trate de llegar a ella pero me lo impedían, la oscuridad me lo inpedia. —¡Camil!. —grite al no verla, retrocedí varios pasos al ver la oscuridad avanzar hasta mí, no sabía lo que estaba pasando, mi cuerpo de pronto se quedó paralizado mientras era atrapado, trate inútilmente de mover mis piernas o brazos para liberarme pero era como unos tentáculos me apresaban quitándome no solo la movilidad si no también la respiración.

.—"Debes recordar Daniel. Recuerda lo que estas olvidando". —fue su voz como eco en mi mente, pero no sabia a lo que se refería.

¿Qué había olvidado?

Eres mio, Humano©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora