Capitulo 8

                                    

                                          
   Aitana
                          
El me engaño.
                          
Nunca me quiso.
                          
Ahora comprendo su rechazo hacia mí. 
                          
Pero, ¿Por qué? 
                          
Aún seguía en un estado de shock. Nunca creí que la persona que más amaba me traicionaría de esta forma. 
                          
El frio viento corre haciéndome tiritar de frio. Camino rápidamente sin rumbo alguno. 
                          
Aunque ya es muy noche las calles aún siguen repletas de personas. 
                          
Los recuerdos comienzan a invadirme, uno por uno. 
                          
Darian y aquella mujer. 
                          
Las ganas de llorar vuelven a mí. 
                          
Me siento en un árbol que encuentro y lloro, lloro por él, por lo que me hizo, por engañarme, por traicionarme. 
                          
Grito, desahogándome y rogando al cielo para que este dolor se vaya. 
                          
Las personas a mi alrededor voltean a mirarme preocupados, una señora se acerca a preguntarme si me encuentro bien y solo asiento dándole las gracias. 
                          
Con las manos temblorosas busco mi móvil.  
                          
 — ¡Hola perra desgraciada!  ¿podrías decirme porque carajos no te has comunicado conmigo?


                          
—Sa-a-m, — le digo con voz entrecortada—crees que puedas venir a recogerme... 


                          
— Por supuesto que si Ana, estas bien, ¿Te pasó al... 


 — No— la interrumpo— solo ven rápido por mí, ahorita te envío la ubicación


                          
— Claro voy para allá solo quédate ahí quieres. 


                          
Rápidamente le envío la dirección de donde me encuentro. Me llega un mensaje al móvil y desgraciadamente es de Darian.
                          
¿Dónde estás?
                          
¿De verdad le importa en donde estoy? ¡Que cínico! 
                          
Revisó mi celular viendo las fotos que tengo con Darian. 
                          
— El día de nuestra boda, o de cuando fuimos de viaje a Australia...
                          
 El sonido de un auto llama mi atención y me sorprendo al ver a Sam aquí tan rápido. 


                          
— Ana pero ¿Qué te paso?— me pregunta Sam. Mientas baja rápidamente de su auto.


                          
—Tenías toda la razón Sam—le digo mientras me abraza.


                          
—¿En que tenía la razón Ana?


                          
—Encontré a Darian con su amante en mi casa— me suelto a llorar.


                          
—Tranquila Ana. Vamos subamos al coche— ella toma mis maletas y las sube a su coche, mientras yo la sigo detrás. En el camino ella no me dice nada y le agradezco que así lo haga ya que no puedo hablar en estos momentos.


                          
— Vamos Ana, ya hemos llegado— estaba tan sumida en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que habíamos llegado a su casa.


                          
—Vamos Ana desahógate. — no me lo tuvo que decir dos veces porque lloré.


                          
—Sa-am yo no sé por qué el me hizo esto, y-yo trate de ser la mejor esposa para él, lo amo demasiado, no sé qué voy a hacer. — digo mientras tiro de mi cabello hacia atrás. 


 —Llora Ana, llora todo lo que quieras, Darian es un idiota, mi instinto me decía que el ocultaba algo, pero, no te lo quise contar. Eso sí, te prometo que mañana mismo me tendrá en su oficina armándole el escándalo del año.