Capítulo 38

                                    

                                          
Nos separamos lentamente, una pequeña sonrisa estaba estampada a su rostro.
                          
— Eso fue genial. 
                          
— Lo fue. 
                          
Me alejé de ella y me dediqué a buscar como loca mi pantalón, Chaeyoung se encontraba recostada a la pared observándome, esperando que no pudiese conseguirlo y si les soy sincera, yo también quería quedarme ahí con ella. 
                          
Al conseguirlo, terminé de cambiarme por completo y en estos momentos estaba bajando las escaleras detrás de Chaeyoung, lista para irme. 
                          
— Bueno...— dijo luego de abrir la puerta.
                          
— Gracias por dejarme dormir aquí y por todo lo demás.
                          
— No hay de qué — sonrió — fue fantástico. 
                          
Bajé un poco la mirada algo avergonzada y tomé un pequeño suspiro.
                          
— Sí, lo fue — sonreí — adiós.
                          
— Adiós y suerte con...tu cita.
                          
— Gracias — dije dedicándole una pequeña sonrisa y luego dándome la vuelta sobre mis talones para retirarme.
                          
Al estar a punto de cruzar la calle para retirarme finalmente pude sentir su mirada puesta sobre mí, traté de no darle importancia, pero al voltear mi rostro de manera inconsciente hacia ella y verla recostada al marco de la puerta observándome desesperanzada, supe que simplemente no podía seguir ignorándola.
                          
Me devolví hacia ella rápidamente y luego de detenerme frente suyo por unos pequeños segundos, tomé su rostro entre mis manos, besando sus labios detenidamente, como si necesitara hacerlo, como si fuese la ultima oportunidad que tuviese para besarla. 
                          
No pude evitarlo, simplemente no pude hacerlo, ella era más fuerte que cada voz sensata que habitara en mi cabeza.
                          
— Beso de despedida — dije al culminar el beso sin separarme mucho de ella
                          
— Justo eso era lo que estaba esperando — sonrió — gracias.
                          
Me alejé de ella lentamente y esta vez sí procedí a retirarme agitando mi mano en forma de despedida. Puede que me esté volviendo loca, puede que esté mal de la cabeza, que sea toda una idiota, que esto no tenga ni una gota de sentido, pero Chaeyoung lo valía
                          
Lo dije, ella valía cada pedazo de la locura que he hecho últimamente. 
                          
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CHAEYOUNG. 
                          
— A ver recapitulemos — exclamó alzando sus manos, rodé mis ojos observándolo con poca paciencia — ¿Es Mina la que acaba de salir de aquí? 
                          
Mark, el oportuno, venía camino hacia acá por alguna razón que desconozco y justamente logró ver cuando Mina salió de aquí, lo cual apesta, pero yo negaría todo lo que me fuese posible, sin importar lo que él haya visto.
                          
— Sí Mark, es ella — asentí.
                          
— ¿Que hacía aquí?
                          
— Vino por unos apuntes.
                          
— Vale ¿y te besó de esa manera para darte las gracias? 
                          
Maldición, ella me matará.
                          
— ¿De donde sacas que ella me besó?
                          
— ¡Lo ví, yo las ví besándose! — exclamó — vaya Son, tu sí que no pierdes el tiempo.
                          
— Viste mal.
                          
— Me escondí tras un arbusto para ver y puedo jurarte que las ví besarse. 
                          
— No es lo que parece, de verdad — exclamé pasando ambas manos por mi rostro. 
                          
— Me parece que eres su amante — soltó una carcajada — maldición debí saberlo, sabía que lo hacías con la dulce Myoui Mina.
                          
— Si continuas te haré daño — advertí alzando la mirada hacia el cielo debido a su impertinencia. 
                          
— Chaeyoung sé sincera.
                          
— No hay nada — dije — no lo hicimos, no nos besamos, nada, entiéndelo
                          
— Si no te conociera desde la secundaria te creería — dijo cruzando sus brazos— pero para tu mala suerte sí lo hago, y sé que ustedes dos tienen algo
                          
— ¡Maldición no hay nada entre nosotras!
                          
— Pues llamaré a Mina y le preguntaré — sacó su móvil.
                          
— No la llamarás —dije más que segura.
                          
Este sonrió vacilante y marcó su numero, yo aún seguía manteniendo mi idea de que no la llamaría hasta que escuché el sonido, maldición.
                          
— ¡No! —exclamé arrebatándole el teléfono de sus manos — ¿Estás loco? ¡Ella va a matarme!
                          
— ¿Por que te matará? ¿Por que ya no es un secreto? 
                          
Lo observé y me dí cuenta que no tenía de otra más que decirle.
                          
— Esta bien — asentí entregándole el teléfono nuevamente y volviendo hacia el sofá.
                          
— ¡Mierda, lo sabía! — rió — ¿Cómo comenzó todo eso?
                          
— A ver Mark...— dije apoyando los codos sobre mis piernas — le he prometido a Mina no hablar de esto, así que si por alguna razón tú llegas a decir algo y ella comienza a odiarme juro que te mataré — le advertí.
                          
— Tranquila, no diré nada — dijo mostrando seriedad por primera vez.
                          
— Eso espero.
                          
Lo pensé un millón de veces antes de proceder a hablar y finalmente lo hice, traté de contar lo menos posible y no darle tantos detalles, ya que corría el riesgo de arruinarlo todo y sinceramente arruinar las cosas con Mina era lo menos que quería hacer.
                          
— Entonces por eso ella vino hacia acá anoche — expliqué .
                          
— Si Jinyoung llegara a enterarse, te matará .
                          
— No lo hará, ese idiota no tiene por que saberlo. ¿Entendido?
                          
— Entendido, entendido.
                          
— Bien.
                          
— Ahora mi duda ¿Que vendrían siendo tú y Mina actualmente?
                          
— No lo sé...pero no lo que yo quisiera que fuéramos, eso es seguro