Capítulo 32 FINAL

                                    

                                          
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-¿Se hace así?  
                          
Kagome intentaba cambiarle el pañal a unas de las gemelas siendo supervisada por Inuyasha, quién ya tenía conocimientos en el cuidado de los bebés.
                          
-Muy bien cariño, aprendes rápido-  elogió Inuyasha.
                          
Kagome se encontraba realmente feliz por poder experimentar la maternidad. Ya las había alimentado con leche desde su pecho, cambiado, bañado y apreciarlas, mirándolas sin tocarla por miedo a que llorasen, porque al parecer habían heredado el genio de su padre.
La tomo en sus brazos a la bebé y recosto en la cuna al lado de su otra gemela, esa cuna fue hecha para ambas por lo que era espaciosa. Ambos la vieron dormir, tranquilos por escuchar su pausada respiración. 
                          
-Te amo - dijo Kagome dirigiéndole ahora su atención a su prometido.
                          
-Yo igual cariño, te amo.
                          
Desde hace dos días que le dieron el alta, la nueva familia había vuelto al espacioso departamento volviendo a convivir juntos. 
                          
-Voy a ver a Haru amor, cuidalas - le dio un beso pico y se dirigió a la habitación del hombrecito Taisho.
                          
Toco tres veces y entró, encontrando a Haru dentro de la cama, con su cuaderno entre las piernas y dibujando. 
                          
-¿Listo para dormir hijo? - Kagome se sentó a su lado. 
                          
-¿Ya se durmieron? 
                          
-¿Las gemelas? Sí, ya... Aunque supongo en unas horas se levantaran - sonrió Kagome pero no completamente, notaba a Haru extraño- ¿Estás bien cariño? 
                          
Haru dejo de mover su lápiz en su cuaderno de dibujos y miro triste a Kagome.
                          
-No me olvidaran ¿Cierto? 
                          
Kagome se sorprendió y no dudo en responder.
                          
-Pero por supuesto qur no cariño - Kagome se acercó más y lo abrazo- ¿Por qué piensas eso Haru?
                          
- Es que siento que solo ven a mis hermanas y a mí ya no...
                          
-Oh, cariño... - lo abrazo aún más y Haru correspondió escondiendo su rostro en el pecho de su madre - Las vemos porque tenemos que ver que estén bien, recién tiene diez días de nacidas y yo estoy preocupada mi amor. Papi también fue así contigo, la primera vez asusta y solo quieres observar que todo éste en orden.
                          
-Okey mami...
                          
-Pero hijo, no pienses eso, eres importantísimo para mí y para papá, nunca te olvidaremos cariño, te amamos a ti y a tus hermanas.
                          
-Te amo mami.
                          
-Oh cariño - eternecida sonrió Kagome-  Yo también te amo hijito.
                          
E Inuyasha con una sonrisa escuchaba todo desde afuera de la habitación de su niño con ambas hijas en cada uno de sus brazos.
                          
Abrió la puerta.
                          
-Se despertaron.
                          
-¡Por los dioses! - exclamo Kagome haciendo reir a Haru.
                          
-¡A ver pa' mis hermanitas! - Haru se paro en su cama, Inuyasha se acercó y las hizo ver a su hijo - Woow, papi tienen mis ojos.
                          
-Nuestros hijos - le guiño un ojo.
                          
-Solo una tiene mi cabello y lunar ¿Solo eso? Ash...
                          
-¿Tú mal genio? - pensativo murmuro Inuyasha.
                          
-¿Qué?  ¡El mal genio lo sacaron de ti mimado! 
                          
Haru sonreía sosteniendo las manitos de sus hermanas mientras sus padres hablaban de cosas de grandes.