Le tengo miedo al agua, o mas bien, a lo que hay en ella. El estúpido de Zeus me asustó diciendo que Poseidon se aparecería mientras me bañaba y me iba a cinchar las patas. Así que acá estoy, hace media hora metida en el baño con miedo a entrar a la bañera.
— ¿Princesa se encuentra bien?— La voz de una de las criadas me hace saltar.
— Estoy bien.— Aseguré. Aunque hable mas para mi que para ella.
Vamos Andromeda, no seas cochina y métete al agua por Dios... que cosas, es justo por un Dios que no me meto.
Suspire y quité la toalla de mi cuerpo por fin, camine con cautela hasta la bañera y rocé el agua con la punta de mis dedos... había pasado tanto tiempo metida en el baño sin hacer nada que hasta el agua se había enfriado.
— ¿Humana?— La gruesa voz de Hades me tomó con tanta sorpresa que me hizo temblar.
— ¿Qué pasa?
— ¿Te ahogaste?
— Aún no me metí al agua...— Murmuré.
— ¿Por qué?— Preguntó abriendo la puerta.
A bueno, mandate nomas. Total mi espacio personal no existe.
— Degenerado...— Susurré por lo bajo mientras me colocaba la toalla nuevamente.
— ¿Le tenes miedo a Poseidon?— Preguntó con su mirada fija en mi, cerró la puerta detrás de él.
— Puede ser...— Murmuré sin mirarlo. No es como si le tuviera miedo, mas bien tengo miedo de mi misma... de mi y mis hormonas.
— Escuché lo que te dijo Zeus, no le hagas caso.— Se le notaba la burla en cada palabra salida de su boca, maldito si me atreviera a mirarte ya te habría echado la lengua.
— Bueno...— Respondí no muy segura, me giré hacía la bañera nuevamente pero no sentí ningún ruido detrás de mi.— ¿No pensas irte?
— No.— A ta, bien.
— ¿Y que pensas hacer?— Pregunté con nerviosismo, mis ojos estaban clavados en el agua la cual se había vuelto muy interesante repentinamente.
— Me encantas, humana.— Gruñó. Me giré con rapidez encontrándome con su verdosa mirada felina fija en mi, oscura y tenebrosa. Se relamió los labios despacio y me sentí morir.
Ay Jesús, Buda, Dios, Odín... a no, ese es de otro cuento. Mierda.
Hades se acercó con paso lento, como si le diera miedo asustarme y yo estaba cagada hasta las patas, pa que mentir.
— ¿Podes irte?— Balbuceé.
— ¿Queres que me vaya?— Preguntó y comenzó a desprender los botones de la blanca camisa que tenía puesta. Pronto la piel de su torso y hombros quedo desnuda ante mi, tan pálido y delicado como la primera vez que lo vi.
— Por favor...— Rogué. ¿Qué rogué? ¿Que se fuera o que se metiera conmigo al agua? A ver si nos ponemos de acuerdo cerebro, que me veo mas idiota de lo normal.
— No aguanto mas verte y no tenerte.— Gruñó tirando la camisa lejos.
— Estas loco.— Bufé apretando la toalla contra mi.
— Por vos...
— No mientas...— Gruñí por lo bajo.— Por Dios, sos mas toxico que... no se, Chernóbil.
— Me tenes como un estúpido.— Escupió de pronto.
Con un rápido movimiento se acercó hacia mi enredándome entre sus brazos, sentí la cálida piel de su pecho chocar contra mi mejilla. Iba a protestar cuando lo sentí volver a hablar.
— Odio sentirme así. Intenté odiarte, intenté que me odiaras...— Cosa que le salió bastante bien igual.— Intenté volver a enamorarme de Persefone, intente... tantas cosas, humana.
— Matarme, por ejemplo.— Bufé rodando los ojos, aunque no me viera.
— Sabía que no ibas a morir... Eros me lo dijo.— ¿Qué?— Si te besaba en ese momento había una gran posibilidad de que nuestros corazones se unan. Me explico todo, lo que pasaría después de eso...
— ¿Por qué me decís todo esto ahora?— Pregunté en un susurro.
— Porque no tolero que Eros esté enamorado de vos, no tolero que pueda arrebatarte de mis brazos.— Gruñó y apretó su agarre.— No puedo soportar verte y no tenerte, no besarte... no hacerte mía. Quiero que gimas mi nombre, Andromeda.
Me voy a morir, oficialmente me voy a morir. Yo se que no deberían afectarme sus palabras pero no puedo evitar que lo hagan.
— Quiero ser yo el que te lleve al cielo con un orgasmo, humana.— Murmuró mientras agachaba su cabeza hacía el inicio de mi mandíbula.— Te daría todo a cambio de verte todos los días al despertar.
— Hades...— Susurré pero me calló de inmediato colocando una de sus manos sobre mi boca.
— No digas nada, Andrómeda. No podría soportar un rechazo aún... déjame disfrutar de esto un segundo más...— Rogó.
De pronto comenzó a repartir lentos y húmedos besos al rededor de mi cuello. Mentiría si dijera que no me gustaba, pero habían tantas cosas en mi mente que no podía concentrarme solamente en el excitante tacto de sus labios contra mi piel.
Su brazo libre bajó de mi espalda hacía mi cintura cuidando de no tirar la toalla en el camino, acunó mi cadera con su mano y me apretó hacia él... dejándome sentir su calor, su cercanía, su olor.
— Hades.— Gemí sin poder evitarlo.
— Así humana, quiero que me gimas así.— Gruñó contra mi cuello para luego hundirse aún mas en él donde lamió, besó y mordió a su gusto.
¿Qué debería hacer? Mi cerebro me ruega que lo detenga pero mi cuerpo y mi mente están rodeados de él, de su tacto y su piel.
Con unos pocos besos logró minar mi mente por completo haciéndome olvidar o ignorar cualquier cosa que no tuviera que ver con Hades.
— ¿Andrómeda?— La voz de Perseo nos alertó a ambos en el justo momento en el que Hades iba a quitarme la toalla.— ¿Estas bien? Hace mucho estas en el baño.
Pronto el calor del cuerpo ajeno me sofocó, forcejeé contra él liberándome segundo después mas abrumada de lo que comencé.
— Si, si... estoy bien, ya salgo.— Respondí tartamudeando.
— Te espero en el salón.— Y sin decir mas escuché sus pasos alejándose.
Ahora que el calor había bajado por completo de mi cuerpo no había mas que rechazo hacía mi persona ¿Qué tanto me odiaba como para dejar que una persona como él hiciera conmigo todo aquello? O peor... ¿Qué hubiera pasado si Perseo no hubiera venido?
— Andromeda, yo...— No, lo menos que quería ahora era escucharlo.
— Por favor vete.— Rogué.
— Humana...
— Por favor, Hades... quiero estar sola.
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La estúpida que enamoró a un Dios (Wattys2020)
RomanceAndromeda es una chica algo introvertida que pasa su vida con un misero sueldo de mesera con el cual tiene que mantener una casa y a su perro. En su mente lo único que encontraras son problemas de dinero y en su casa sobras y paquetes de sopas insta...