P.O.V Chris
—Despacio —susurré para besarle profundo introduciendo mi lengua con suavidad en su boca. Sus brazos me rodearon el cuello sacándome una sonrisa en el proceso.
Había ansiado tanto poder tocarle un poco más, besarle más profundo y poder sentir su piel desnuda contra la mía.
—Chris... —lo escuché jadear al separarnos un poco.
—¿Sí?
—Tu camisa... ¿Puedes... —lo miré expectante, pero Edgar apartó la mirada sonrojado y murmuró mientras observaba mi pecho —¿Quitártela?
Asentí de inmediato, feliz porque haya tomado la iniciativa.
Edgar retiró sus brazos para que así pudiera quitarme la camisa rápidamente.
Disfruté enormemente el recorrido que le hizo el castaño a mi torso desnudo con la mirada, y después con sus manos, que se acercaron para acariciar con suavidad, provocándome escalofríos.
—Yo también —dijo después de unos segundos.
Seguidamente, Edgar tomó los bordes de su camisa y se la sacó con lentitud.
Una vez que su torso estuvo al descubierto, el sonrojo en su cara había aumentado considerablemente y sus mejillas habían pasado a ser dos manzanas que me provocaba morder.
Siguiendo su ejemplo, mi mirada recorrió su pecho con lentitud, tratando de grabarme en la mente, cada rincón, cada lunar impregnado en su piel tostada.
—Yo... no estoy tan firme... —empezó Edgar, aparentemente inquieto por mi escaneo —. No hago ejercicio regularmente así que... Puede que tenga algo de...-
—Shhh'... —lo callé —. Eres precioso Edgar... quiero besarte... mucho —me aventuré y deposité un pequeño beso en su ombligo —, mucho —otro más arriba.
La respiración del castaño se volvió más agitada a medida que seguía depositando besos en su pecho, subiendo despacio hasta llegar a su cuello, donde me tomé mi tiempo, para besar y morder con cuidado cada parte de aquella zona tan sensible.
—Chris... eso... —la piel se me erizó al escuchar el tono de voz de Edgar y los suaves gemidos que dejaba escapar.
Mi erección dolió dentro de la ropa interior.
Entonces sus manos me sujetaron por las mejillas, para elevarme a la altura de su boca, y posar sus labios contra los míos, en un beso que me supo a desesperación, anhelo y un profundo deseo.
Mis manos bajaron hasta sus caderas para apretar con fuerza las mismas, pegándolo a mi cuerpo nuevamente, e iniciar una serie de suaves embestidas.
Sus piernas se aferraron a mi cintura y sus manos a mi espalda, donde sus uñas se encajaron, mientras el vaivén de nuestros cuerpos chocando se volvía más intenso.
—Edgar... —murmuré al cabo de un rato entre jadeos —. Deseo sentir tu piel... por completo
Sus ojos castaños me miraron nublados por el deseo, su boca entreabierta dejando escapar pequeños suspiros de placer.
Entonces sus labios se acercaron a mi oreja donde susurró: —Yo también deseo sentirte Chris
Sus palabras me hicieron tragar duro y terminaron con el poco autocontrol que me quedaba.
Mis manos fueron a los botones de su pantalón, los desabroche rápidamente, mientras lo besaba una y otra vez. Jalé la tela hasta que estuvo fuera por completo, y arrojé el pantalón a un lado de la habitación.

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"Sweetness"
RomanceEdgar es un excelente pastelero que prefiere las comidas saladas con un toque de picante. Quien además tiene un pequeño trauma con las mujeres, debido al abandono de tres de ellas. Una navidad recibe el mejor regalo que un repostero podría desear, l...