Capítulo 48: Cuando todo empieza a ir mal.

                                    

                                          
Las noches de verano en Central City suelen ser cálidas gracias al calor que permanece desde el día. El cielo despejado y la suave y fresca brisa, ofrecen un escenario tranquilo, pero tranquilidad era lo último que Barry Allen podía sentir mientras conducía su auto en aquella noche de junio.
                          
El joven forense de 34 años mantenía su mirada al frente en un gesto serio. Su rostro reflejaba seriedad, una un poco fría, una expresión estoica, aunque en su cabeza no dejaban de pasearse cientos y cientos de pensamientos. Por su trabajo se relacionaba con la policía, incluso hubo ocasiones en las que tuvo que declarar en un juicio para dar fe de los descubrimientos forenses hallados en un cuerpo, a veces tuvo que visitar la estación de policía o las prisiones para tomar muestras de ADN a algún sospechoso. No era ajeno a las cárceles.
                          
Sin embargo, nunca se imaginó que tendría que ir a una en plena noche para sacar a su novio.
                          
Barry conducía y mientras lo hacía, recordaba.
                          
Flash Back.
                          
-Ya sabes cómo son estas cosas, Barry, nos juntamos para almorzar y de repente alguien da la idea de ir a beber algo -.
                          
-Sí, creo que sé a qué te refieres - Barry sonrió de lado, recordando a sus propios colegas y sus reuniones luego del trabajo.
                          
-Y bueno... este sujeto, Randall, esta planeando una tarde en algún bar cercano, ya sabes, algunos tragos, un poco de billar, ver qué partido hay en televisión... -.
                          
-¿Y tú quieres ir? -.
                          
-El plan no me parece tan malo -.
                          
-¿Me estás pidiendo permiso para ir a beber, Hal? -.
                          
-¿Sí? Bueno, ya sabes... tenemos a los chicos y eso -.
                          
-Por Dios, Hal - Barry no pudo evitar reír ante el comportamiento tan dócil de su pareja - puedes ir si quieres -.
                          
-¿No necesitas mi ayuda con los chicos? -.
                          
-Puedo llamar a casa de Bruce y avisarle a Alfred que yo pasaré por ellos - cuando sus hijos iban a pasar la tarde a la mansión Wayne, el amable mayordomo tenía el detalle de llevarlos a su casa - tendrían que quedarse un poco más pero me disculparé por eso -.
                          
-¿Seguro? -.
                          
-Por supuesto, Hal, eres libre de salir si quieres, no es necesario que me pidas permiso -.
                          
-Lo sé pero me siento un poco culpable -.
                          
-Está bien, mereces relajarte, hace mucho tiempo que no sales con amigos -.
                          
-Prometo compensarlo, bear, eres el mejor, te veo más tarde -.
                          
-Diviértete -.
                          
Fin Flash Back.
                          
Barry no consideraba necesario que Hal pidiera su autorización para salir una noche con sus compañeros de trabajo, pues aunque fuesen pareja, Hal era un adulto independiente y responsable, con derecho a divertirse y relajarse de la manera que quisiera, pero no podía negar que le tocó el corazón que tuviera en consideración a su familia antes de decidir salir a beber.
                          
Sin embargo, no le habría dado permiso si hubiese sabido que las cosas terminarían así.
                          
Cuando llegó a la estación de tránsito vehicular, dejó su auto bien estacionado y se dirigió a paso firme a las instalaciones. De camino se topó con algunos oficiales conocidos, intercambió un par de saludos con ellos antes de encontrarse con un amigo.