La chica sonrió y suspiró. Un tibio vaho emanó de sus labios.
—Y esa, cariño, fue la historia de mi primer beso —culminó mirando a su acompañante.
El joven se encontraba en un estado de estupor.
—No, estás bromeando —profirió negando con la cabeza.
La fémina rió.
—Nop, eso pasó hace exactamente dos años atrás.
—Pero es que... es que —murmuró incrédulo—. Maldición, Chloé, ¡no puedo creer que yo haya sido tu primer beso!
La blonda dio un toquecito en la perfilada nariz de su novio.
—Yo tampoco.
Luka seguía sin procesarlo.
—Pero... ¿pero por qué recién me lo dices ahora? —inquirió buscando su mirada—. Tenemos un año de relación ya.
Chloé lo miró a los ojos. Ya no le intimidaba ni incomodaba observarlo fijamente, había llegado a amar aquellos preciosos ojos cercetas de ensueño.
—No lo sé, quizá por el mismo hecho que tú al confesarme recién que eres Viperon.
El pelinegro entrecerró los ojos.
—Eso no tiene punto de comparación y lo sabes, Chloé.
La blonda rodó los ojos.
—Vale, tienes razón. No sé, no sé por qué no te lo dije, simplemente no se dio la ocasión. De hecho, si no hubieses preguntado con quién fue mi primer beso, creo que jamás te lo hubiera confesado.
El oji-cerceta puso tal gesto de indignación que hizo reír a su novia.
—Tú, pequeña descarada —exhaló riendo junto a ella—. Entonces yo fui tu primer beso —aclaró. Chloé asintió—. Y tu primer novio —la blonda volvió a asentir—. Vaya... bueno, tengo que admitir que eso me hace sentir muy bien.
La fémina volvió a rodar los ojos.
—Y quizá esa es la razón por la que jamás te lo iba a decir.
Luka sonrió y abrazó a la oji-celeste.
Ambos miraban la luna en aquella nevada noche de diciembre, el día que celebraban su aniversario de primer año juntos.
—Es que sigo sin creérmelo —murmuró el pelinegro—. ¿Qué tan ciegos fueron todos para no querer robarte un beso o pedirte ser su novia?
Chloé se alejó para mirarlo a los ojos.
—Dije que no tenía novio —remarcó—, no que me faltaran pretendientes para descartar —alegó con su característica humildad.
El pelinegro volvió a reír.
—Olvidaba que me dirigía a la excelsa señorita Chloé Bourgeois —comentó divertido—. Creo que acabo de encontrar la repuesta a mi propia pregunta —murmuró con toda la intención de ser oído.
La blonda lo miró indignada.
—¿Cómo te atreves? —farfulló con intenciones de levantarse.
Luka fue más rápido y la sujetó por la cintura en su ademán de huida.
—Lo siento, mi reina, a veces no me puedo controlar cuando te tengo cerca —se disculpó abrazando a la rubia que se removía con fingida indignación entre sus brazos.
—Tus disculpas no cuentan cuando te sigues riendo de mí —objetó removiendose y tratando de salir del regazo de su novio.
El chico seguía sonriendo cuando decidió besarle la suave y fría mejilla. Chloé dejó de moverse. Con un suspiro de indignación, se dejó ser acunada en los brazos de su novio.
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La historia de mi primer beso
FanfictionChloe Bourgeois había soñado siempre con cómo sería su primer beso. De hecho, ella lo había planificado: ya había escogido al afortunado, el lugar, la canción de fondo y en qué fecha. Sin embargo, a veces no todo lo que planeamos sale como deseamos...