Caminé junto a Minho casi quince minutos, los cuales fueron bastante cómodos, él me miraba y me sonreía de vez en cuando, yo pienso que ese gesto era una forma muy personal de comunicarse, era como si estuviéramos hablando con la mirada, y ambos entendíamos que nos agradaba estar en compañía del otro. Iríamos almorzar, pero le dije a Minho que me diga su lugar favorito, y acepto, aunque primero me dijo que no, y que escogiera yo en dónde almorzar. Pero lo convencí diciéndole que luego quería ir a un lugar que me gusta mucho.
Llegamos a un restaurante, no era muy lujoso pero tampoco era muy simple, era un lugar familiar y acogedor. Saludo con se mano a la recepcionista, la cual parecía que tenía unos treinta años, como si la conociera de toda la vida, luego la mujer me saludó a mi y le devolví el saludo.
El caminaba como si el lugar le perteneciera, cambiaba con tanta calma y naturalidad que me hacía sentir segura. Estaba a unos pases detrás de el ya que me había retrasado porque me quedé mirando los cuadros que había en la paredes. Eran preciosos, todos tenían paisajes o plantas, pero todos tenían algo en común: Todos estaban pintados con un color verde esmeralda. Hacían un muy buen contraste con las paredes blancas y con los floreros igualmente verdes. Pero uno llamó mi atención, porque era una pintura hecha en varios cuadros.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era un dibujo simple, pero la posición de los cuadros lo hacía más elegante. Y claro, a un estudiante de arte le llamaría la atención. Yo soy un claro ejemplo de eso. No me había dado cuenta de que me había quedado mirando el cuadro embobada hasta que Minho tocó mi hombro. Cuando lo ví me sonrió y sentí como mis mejillas se ruborizaba un poco, luego novio su cabeza para que lo siguiera y así hice.
Me indico una mesa para que me sentara y le hice caso. Él se sentó frente a mi y suspiro con una leve sonrisa en sus labios, despegó su mirada de mi para buscar algo en su mochila, y cuando lo encontró se enderezó. Abrió la libreta y escribió.
- ¿Ese chico es el que te dejo plantada? - Sonreí apenada y asentí, luego escribí yo.
- Si... Pero gracias a eso nos encontramos ¿Verdad?
- Es cierto, fue una casualidad muy buena. - Pude notar un leve sonrojó en sus mejillas mientras escribía eso.
- Lo fue c: Por cierto... ¿Vienes seguido aquí?
- Bastante, es el restaurante de un amigo. Más bien de sus padres... Aquí sirven el mejor ramen de la ciudad.
- Con la palabra "ramen" haces que se me abra el apetito. - El sonrió divertido por eso.
- Me alegra eso :) Así disfrutarás más aún la comida
Antes de que pudiera escribir una respuesta, un chico se nos acercó y saludo a Minho con su mano.
- Hola, soy Woojin, soy amigo de Minho. - Dijo sonriente y me extendió una mano.
- Soy Hatsu, es un placer Woojin. - Dije y estreche su mano.
- Veo que conoces a mi amigo, él me ha contado sobre ti.
- ¿Sobre mi?
- Pues claro, eres bastante famosa entre los que rodean a este chico. - Sacudió el cabello del nombrado y este lo alejo enseguida, para luego volver a peinarse. - En fin... ¿Que van a ordenar? - Preguntó después de reírse.
No me había percatado de que estaba vestido con una camisa blanca y unos pantalones negros, era uno de los meseros.
- Sorprendeme - Le escribí a Minho en la libreta y el me sonrió.
Tomo el menú que se encontraba en la mesa y lo abrió, a los pocos segundos le señalo algo a su amigo y este asintió.
- Muy bien... - Alargó mientras anotaba. - Dos Kim's Special a la orden, enseguida vuelvo. - Dijo cortez y se alejó.
- Dime que no te dijo algo vergonzoso sobre mi, por favor.- Rei un poco ante eso.
- Nada de eso, no te preocupes
- Te creo :) Le pedí mi plato favorito, espero que te guste.
- Apuesto a que si! ¿Que lo hace especial? me da curiosidad su nombre
- Nunca me lo han dicho, pero creo que es como cocinan los vegetales Nunca he logrado igualarlo
- ¿Tú también cocinas?
- Algo, no es algo que me facine hacer, pero si :)
- Yo también soy buena cocinera, deberías probar mi gyoza, es una comida de Japón
- Espero probarlo pronto, nunca he probado comida japonesa, solo sushi
- Te pierdes de muchas cosas entonces
Y sonrió de nuevo.
Podría verlo sonreír todo el día. Era tan cálido estar con él, que sentía que lo conocía desde hacía mucho tiempo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luego de unos minutos conversando, Woojin volvió con ambos platos, y cuando puso el tazón frente a mi, me quedé sorprendida de lo bonito y delicioso que se veía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mire a Minho y pareció comprender mi gesto, ya que levantó su pulgar. Le pedí permiso a través de una nota, quería sacarle una foto para enviarsela a mi madre luego, y luego de que el asistiera, saque mi teléfono e imprimí la imagen en mi celular. Luego de eso, hice una pequeña reverencia hacia mi acompañante y el me imitó. Tomé los palillos y tome un poco de los fideos, y decir que había probado un pedazo del cielo era poco. Cerré los ojos ante la degustación, realmente lo estaba disfrutando.
- Oishī - Dije en japonés y me removí feliz en mi asiento. (Delicioso)
Mire al castaño y me miraba con una leve sonrisa, me ruborice un poco ante eso, ya que me sentí algo añinada por el gesto que había hecho.
Tomé otro bocado, el cual disfrute al igual que al primero, y al tragar, Minho me pasó su libreta, y me sorprendí porque no me había dado cuenta de que estaba escribiendo.
- Te dije que servían el mejor ramen de la cuidad :)
