Persephone

                                    

                                          
Ese día Persephone se había despertado muy temprano por la mañana. Tenía en mente desde hace varios días el escribir una carta a su madre para contarle que estaba bien, era apenas su primer año de encierro y sabía que seis meses sin saber de ella, matarían a la mujer. Cubrió su cuerpo desnudo con una simple bata de satín y caminó hacia la única mesita de noche que había en el dormitorio compartido. Busco algo de papel y tinta (digamos que era fanática de las cosas más "vintage" y antiguas) y comenzó a escribir antes de que Hades despertara, no sabía si él estaría de acuerdo con eso y no quería ser castigada como tantas veces antes.
                          
"Para: Mamá.
De: Persie.
                          
Mamá... querida mamá... estoy bien, no debes preocuparte por mí. Recuerda que seis meses pasarán muy rápido. Por favor, cuídate mucho, no soportaría que te pase nada. Hades no es tan malo como piensas, me trata muy bien y es muy considerado conmigo, estoy perfectamente bien... Pronto estaremos juntas y podremos salir a pasear como siempre lo hacíamos. No me extrañes mucho, ¿Sí? Te escribiré cada vez que pueda."
                          
Claramente toda su carta era una vil mentira. No estaba bien, Hades no era considerado y aquel lugar era lúgubre y deprimente pero eso jamás se lo diría a Deméter, no podía hacerla sufrir más de lo que ya sufría por su ausencia.