A pesar del insomnio que su tormentosos pensamientos le provocaron, Adrien había dormido plácidamente en aquel cómodo sillón. El reloj marcaba las 6 de la mañana y aunque había intentado dormir de nuevo, el pensar tanto en Marinette impedían que pudiera conciliar el sueño.
No dejaba de pensar en su error, mismo que si bien no había sido intencionado, había sido lo suficientemente grave como para hacer sentir mal a Marinette y eso era sin duda algo que no se perdonaría.
Suspiró con pesadez, dando cada vez más vueltas al tema dentro de su cabeza, sin embargo, al escuchar unos suave pasos al bajar las escaleras que llevaban al cuarto de la azabache, optó por fingir dormir, quedando expectante hacia lo que la muchacha fuera a hacer a tan temprana hora por la mañana.
« Creo que a alguien le cuesta dormir... »
La azabache caminó aún somnolienta hacia la sala de estar. Tallándose los ojos y bostezando perezosa al irrumpir en la estancia y otear en la distancia a su invitado.
«Él descansando tan tranquilo y yo ni modo...»
Suspiró abatida y se acercó sigilosamente hacia Adrien, luego sentándose en el reposabrazos del sillón que quedaba enfrente del que él estaba tendido, mientras estudiaba seriamente el rostro durmiente del chico.
Se sentía triste y odiaba no poderlo remediar. Notando cómo la rabia crecía en su interior, al querer oponerse a esas emociones y a esos sentimientos que nublaban su mente.
Sin poder fingir más, una sonrisa curvo los labios del varón a la vez que él abría un sólo párpado para mirarla desde su posición, ampliando su sonrisa al encontrar su mirada con la de ella.
—Buen día ratoncita... ¿El gato no te deja dormir?
Marinette se exaltó levemente al verse descubierta por su invitado. Luciendo momentáneamente perpleja y sin capacidad de reacción, hasta que una sonrisa forzada se dibujó en su rostro.
—Va-ya, pensaba que dormías. —Esquivó con una tenue risita y luego se incorporó de un salto—. Y yo... Esto... Pues... Es mi hora habitual de despertar, y... —se aclaró la garganta y miró hacia otro lado—. Solo estaba comprobando que estuvieras cómodo y sin pasar frío; nada más.
—A decir verdad, si tengo algo de frío... —Murmuró en voz baja, frotándose los brazos con las manos en un intento por entrar en calor —Dormir aquí solo, sin una manta o alguna hermosa gatita que me abrazara... Fue triste.
—Oh, ya. —Adquirió una expresión burlesca al colocar los brazos en jarra—. Será que esta gata no es de dar mucho calor. —Le dio la espalda en una actitud esquiva—. Ahora, si me disculpas, iré a preparar el desayuno.
Él sonrió ante esa actitud esquiva por parte de la muchacha y sin afán de empeorar más las cosas con ella, se levantó de su sitio, vistiéndose con su pantalón y playera para después desperezarse.
—Bueno, yo iré a casa a prepararme para la universidad —Inspiró profundo, apoyándose contra el reposabrazos del sillón mientras se colocaba el calzado —Espero verte más tarde y gracias por tu amabilidad, gatita.
Ella se asomó ligeramente por encima de su propio hombro y vio de soslayo al zagal.
—No hay de qué... —volvió la vista hacia sus manos y sus facciones decayeron, luego avanzando hacia la cocina con calmos andares—. No olvides cerrar la puerta cuando te marches.
—Claro... —El la miró por el rabillo del ojo, suspirando al verla marchar hacia la cocina.
Una vez listo tomó sus pertenencias, saliendo del departamento y cerrar la puerta firmemente a sus espaldas. La sensación de culpa dentro suyo se intensifico, aún así, sabía que después de su error lo mejor era dejarla sola y por mucho que quisiera pasar tiempo con ella, aclarar su mente antes de volver a cometer alguna equivocación.
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𝐁𝐀𝐃 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 | Adrinette | Feat Marichat8989
FanfictionDos almas corrompidas que se complementan a la perfección. Marinette Dupain-Cheng, una estudiante ejemplar que guarda celosamente su más grande y oscuro secreto. Adrien Agreste, despreocupado y atrevido joven, adicto a las emociones fuertes y al pel...