Me veía incapaz de responderle al Dios ¿Qué le iba a decir? Peor... ¿Que se supone que quería que le tocase? No no no, no vamos a pensar de esa forma.
— ¿Andromeda?— La voz de Hades me devolvió la mente a la realidad. Maldito Dios inútil y confuso, me hubieran mandado a otro mas fácil.
— No hablemos de esto mejor, no jodas Hades, para que te toque esta tu esposa.— Bufé abriendo la puerta.
El semblante de Hades decayó al verme salir del baño. Sus ojos verdes me examinaron con determinación cada parte del cuerpo, su pelo aún se encontraba algo húmedo y caía por su frete y ojos dándole un aspecto aun mas triste.
— Creo que es lo mejor. Después de todo tengo esposa, no debo olvidar eso.— Murmuro pensativo.
— Exacto, acá el único pervertido es Zeus.— Bromee. Vi como sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa, era hermosa y sus dientes eran blancos y perfectos ¿Su aspecto será igual en el Inframundo?
— No lo nombres mucho, puede aparecer.— Susurro acercando su dedo indice a sus labios.— Shh.
Me reí sin poder evitarlo, era una situación incomoda.
— Shh.— Lo imité sonriendo. Sus ojos estaban conectados a los míos, el verde y el marrón se fundían con fiereza en la vista del otro. Que buena frase, debería ser escritora.
Lo dejé ahí y camine hacia mi cuarto a vestirme. Agarre lo primero que vi, un pantalón azul con algunos cortes y una remera negra. Deje mis pies descalzos y camine hacia mi espejo para ver que hacer con mi pelo.
Nunca tuve un buen pelo pero ahora esta muchísimo peor, es como si el estrés y el champú de mala calidad —pero barato— hicieran efecto en mi pobre melena.
Había algo que no salia de mi mente, lo que dijo Hades ¿Lo puedo tomar como una declaración de amor? Porque si así fuese... estoy mucho mas segura que esconde algo.
Nadie se enamora en un día, necesito respuestas y si para tenerlas me tengo que enredar con él... es un sacrificio que puedo llegar a soportar. No es porque este malditamente bueno, es solo porque necesito respuestas.
Claramente.
De repente mi teléfono suena encima de mi mesa ¿En que momento lo dejé acá? Recuerdo haberlo dejado en el sillón, quizá fue Hades buscando información sobre los humanos o alguna cosa de esas.
Lo tomó y reviso los mensajes, el que llama mi atención a penas lo abro es el de la señora Keller diciendo que mañana es el día de disfraces en el local.
Buenísimo, no quiero decir que lo olvidé pero... Al diablo, si lo olvidé ¿Que se supone que haría ahora? ¿Cómo puedo hacer un disfraz en menos de veinticuatro horas?
Salí de la aplicación sin responder ningún mensaje e inmediatamente me metí en otra y me puse a buscar disfraces.
Pero eran todos muy complicados o que necesitaban dinero en exceso y yo, bueno... Ni tiempo ni dinero, maldita sea.
— ¡Hades!— Grite y no demoro ni un minuto en entrar a mi cuarto.
— ¿Qué pasó, humana?— Preguntó de forma relajada.
— Necesito que aparezcas algo para mi.— Respondí en un susurro, odiaba pedir favores.
— ¿Querés una de esas cosas que vibran?— Preguntó burlón. ¿Que vibran? El se refiere a...
— ¡No!— Chille avergonzada.— Necesito un disfraz.
— ¿Disfraz? ¿Para qué?
— Mañana tengo que trabajar disfrazada ¿Podes o no?— Ya me estaba arrepintiendo de esto, pero en momentos desesperados medidas desesperadas.
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La estúpida que enamoró a un Dios (Wattys2020)
RomanceAndromeda es una chica algo introvertida que pasa su vida con un misero sueldo de mesera con el cual tiene que mantener una casa y a su perro. En su mente lo único que encontraras son problemas de dinero y en su casa sobras y paquetes de sopas insta...