#4. Muerte en Dyatlov

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Palabra 4: «congelar»


TRANSCRIPCIÓN DEL AUDIO ENCONTRADO EN UNA GRABADORA DE MANO HALLADA POR EXCURSIONISTAS DURANTE EL MES DE ENERO DE 1988 EN LOS MONTES URALES, RUSIA.


»Grabo esto como último registro de mi existencia. Me encuentro dentro de una pequeña tienda de campaña. Estoy solo. Todos murieron. Es el 4 de octubre de 1987.

(...)

»Mis camaradas alpinistas y yo vinimos en una expedición a los montes Urales, después de habernos propuesto explorar el desconocido lado norte de estas montañas. Habíamos oído sobre la expedición de desaparecidos... Ahora... ahora entiendo por qué nadie había venido por este flanco desde los años setentas.

(...)

»De ese año son los últimos restos que descubrimos ayer por la noche en nuestra última expedición. Vimos un par de cadáveres durante nuestro ascenso. Tomamos nota de su ubicación para reportarlos cuando volviéramos a Ekaterimburgo. Exploramos un par de kilómetros a la redonda. No había rastros de alguna tienda de acampar o de ningún otro alpinista... No nos asustó ver los cuerpos sobre ese manto blanco: no era la primera vez que hallábamos restos humanos en una de nuestras expediciones, pero sí nos resultó llamativo el inusual hecho de que aquellos difuntos eran viejos, de hacía casi una década, pero sus restos estaban a medio enterrar entre la nieve, como si la casi eterna ventisca los hubiese respetado y dejado sobre la superficie, tras años de exposición... O como si la montaña los hubiese regurgitado para que nosotros los viéramos, para llamar nuestra atención y quizá advertirnos de nuestro destino... Pero no hicimos caso... Y seguimos adelante.

(Quejido).

»Mis malditas manos están temblando. Me duele cada articulación del cuerpo. Creo que mis heridas siguen sangrando... Maldición. Afuera hay una tormenta de nieve. El viento está golpeando la tienda de campaña. No creo que pueda quedarme aquí por mucho tiempo. Pero... no tengo a dónde ir.

(...)

»Como estaba diciendo, no queda nadie con vida... Sé que esta maldita tormenta puede ser la que acabe conmigo. Espero que así sea.

(...)

»No puedo creer lo rápido que todo pasó. Se supone que teníamos todo previsto... Pero creo que se podrá prever cuándo ocurrirá lo impensable... Anoche por la tarde llegamos al tercer cuarto de la montaña. Decidimos acampar aquí. Debemos estar a casi un kilómetro y medio de la cima. Tal vez dos.

»Mis amigos, Nikolai, Andrey y Dmitry no pudieron lograrlo. Algo los mató... Andrey fue el primero. Ayer por la madrugada, mientras todos dormíamos, comenzó a gritar y despertamos para ir a verlo a su tienda. Acudimos tan rápido como pudimos... Y ahí estaba él...

Noches de octubre: Cuentos de Horror y Locura © (18+) | [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora