Capítulo 11

                                    

                                          
''Buenos días, mi amor. ¿Me extrañaste?.''
                          
Aquella frase resonó varias veces en la cabeza de MinHo, sin que llegara a comprenderla del todo. ¿Por qué JongHyun estaba parado a su lado, sonriendo tan feliz, si hace unos segundos estaba sentado frente a él, desayunando como todos los días? 
                          
Lentamente se giró, apartando la vista de ese hombre para posarla sobre su ''esposo'', quien solo miraba a aquel tipo con los ojos llenos de lagrimas y una mueca de dolor en su rostro.
                          
- Se acabó el juego, hermanito. - Dijo aquel desconocido, que en realidad no era un desconocido sino que al parecer era su verdadero esposo. - Ya es hora de que te vayas, ya he regresado para ocupar mi lugar... - 
                          
¿Ocupar su lugar? ¿Juego? ¿Irse? ¿De que demonios estaba hablando ese hombre? MinHo observó sorprendido como quien creía era su JongHyun, se quitaba la alianza que llevaba en su dedo y se la dejaba a esa persona que era su calco exacto, para luego salir de la habitación en completo silencio, a excepción de los sollozos que salían de sus labios.
                          
Lo último que vió MinHo antes de caer desmayado fue la sonrisa de quien se supone era su esposo, y la espalda de Kim JongHyun mientras salía de aquella casa.


                          
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¿Como demonios pudo ser tan estupido? Estaba más que claro que JongHyun regresaría, pero él estaba tan ciego con MinHo que incluso había olvidado que la persona que no encajaba, el que sobrara, era él mismo. Ni siquiera se esperaba aquello, sabía que iba a pasar pero, ¿Por qué ahora que por fin era feliz? 
                          
Caminó apresurado hacia la puerta, sin voltearse al oir aquel ruido seco de algo -o alguien- contra el suelo, abriendola rapidamente y encontrandose con quien ahora sabía era su media hermana de sangre. Tan solo la observó, con las lágrimas aún empañando un poco su vista, sin dejar que dijera ni una palabra cuando la apartó con cuidado y continuó su camino, esta vez corriendo fuera de aquella casa que tantos recuerdos, emociones y secretos guardaba dentro.
                          
Ya era tiempo de volver a la realidad, de regresar a su realidad. 

                          
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- Creo que esta muerto... - Murmuró Choi JongHyun mientras se arrodillaba frente a un inerte MinHo en el suelo, quien debido a la impresión había caido desmayado. 

                          
- ¿¡Que le hiciste a JongHyun!? - Aquel grito resonó en toda la casa y JongHyun no tardó ni dos segundos en reconocer la odiosa voz de su hermana mayor. Se levantó con cuidado del suelo, sacudiendo sus rodillas y girandose para ver a aquella mujer que tanto le desagradaba.

                          
- Oh, hola... Tanto tiempo, ¿Como haz estado? ¿Ya te haz hecho otra cirugía plastica con el dinero de papá? - Preguntó, con la sonrisa más falsa que pudo, la cual fue reemplazada por una mueca de incredulidad al sentir la mano de su hermana impactando fuertemente contra su mejilla derecha.

                          
- ¿¡Que demonios estas haciendo!? - Preguntó casi en un grito, observando a aquella muchacha con asco y odio incluso. 

                          
- ¿Podrías dejar de mariconear y levantar a tu esposo del suelo? - Preguntó la chica en respuesta, con un tono de completa calma, mientras se acercaba a MinHo y con cuidado trataba de llevarle al sofá, mostrandose bastante sorprendida al ver que su despiadado hermano le ayudaba con aquella tarea.

                          
Una vez que MinHo fue acomodado en el sofá, JongHyun se sentó en el sofá individual que había en la sala, invitando a su hermana que se sentara en el que estaba a su lado.