N/A: Sé que hace poco dije que cancelaba esta historia pero en el otro sitio donde subo mis fics empezaron a pedirme que lo siguiera y al final está siendo leído, por lo que lo subiré aquí también.
CAPÍTULO 1: DOS FAMILIAS
Ese era un día triste en la casa de la familia Lopez. Los dos bebés mellizos que la joven pareja había tenido cumplían un año. Ese día debería ser motivo de alegría, pero no en este mundo. Ese era el día en el que todo bebé debía pasar la revisión de los ojos. En ella se establecía de qué color eran y eso definiría toda su vida. El motivo de tanta tristeza era que uno de sus hijos los tenía azules, por lo que se lo arrebatarían.
Para entender un poco más este mundo, será mejor que nos remontemos 100 años antes. Las personas con ojos de color azul estaban a punto de desaparecer. Para evitarlo, se establecieron unas normas para protegerlos. Aprovechando eso, varias personas adquirieron poder suficiente como para crear el mundo a su elección. Esto hizo que establecieran unas normas que claramente favorecían a las personas con sus mismos ojos, haciendo que éstos tengan más dinero y privilegios que el resto. Así se dividieron las clases sociales en Blues, Greens y Browns. Las personas con distinto color de ojos no pueden mezclarse salvo que sea por voluntad de los ojos azules y sólo con fines de aumentar el número de éstos.
El problema se dio por culpa de la genética, puesto que el que los dos progenitores tuvieran el mismo color de ojos no era garantía de que los bebés los tuvieran. De esa manera, cuando los niños cumplen un año y tienen el color definido, son cambiados de familia en caso de ser necesario para que ocupen la posición social que les corresponde. Después de 100 años con este plan, el que nazcan niños con ojos distintos a los de sus progenitores debería ser muy raro, pero los ojos azules cuentan con privilegios que incluyen el poder abusar de mujeres de otro estatus para conseguir que haya más personas con los ojos azules.
Así que la familia Lopez contaba con un bebé ojiazul, el mayor de los dos (aunque sólo fuera por cinco minutos). No podían hacer otra cosa que entregarlo. Mandy tenía sentimientos encontrados, por un lado estaba triste porque uno de sus hijos sería apartado de ella y no lo volvería a ver pero por otro, sabía que tendría una mejor vida. El color de los ojos del niño eran el de su abuelo paterno, ya que ella fue el fruto de una violación. Además de que en la familia de su esposo, Josh, también había antecedentes de ojos azules.
Llegaron al hospital para la revisión. El doctor rápidamente les quitó a Elliot y les sacó de allí. Santana tenía unos ojos marrones oscuros, por lo que no tendría que ser cambiada de familia. Los Lopez volvieron a su hogar llorando porque no verían a su hijo nunca más. Por su parte, el pequeño dormía plácidamente, ajeno a lo que acababa de ocurrir.
Dieciséis años habían pasado desde ese día. Los dos hijos de los Lopez cumplían diecisiete años. El mayor en ese momento se apellidaba Rose y tenía una hermana menor llamada Marley. Sus nuevos padres le habían preparado una fiesta con todos sus amigos en la que había mucha comida lujosa con ingredientes como caviar, ternera de calidad, pescado... Entre los invitados se encontraba su inseparable mejor amiga Brittany Pierce. Ella era una chica de su misma edad y con los ojos azules, melena larga y rubia y pecas en las mejillas. Él quería juntarla con su hermana, ya que ambas eran lesbianas. Había intentado muchas cosas, pero nada parecía funcionar.
Allí se encontraban también Kurt que era el mejor amigo de Brittany y muchas veces acababan los tres juntos en algún bar al que habían entrado con sus identificaciones falsas para fingir ser mayores de edad. Desde muy temprana edad estaban juntos y eso no había cambiado.
Cuando la fiesta acabó, los hermanos Rose volvieron a casa. Sus padres estaban en casa esperándolos, con rostro serio y con aparente nerviosismo. La primera en hablar fue la madre.
– Tenemos algo que contaros... Por favor, sentaros con nosotros. – Los dos jóvenes obedecieron. – Veréis... Yo... No... No sois nuestras hijas biológicos.
– ¿Qué? – Gritaron los dos.
– Soy estéril, así que os acogimos... Vuestros padres eran Greens o Browns, no lo sabemos. Os trajeron aquí cuando teníais tan solo un año. No nos dieron explicaciones. Cuando supimos que seríamos incapaces de ser padres, comenzamos los papeles para la adopción. En ningún momento queríamos que os apartaran de vuestras familias, pero no teníamos opción. Pensamos que era mejor que estuvierais con nosotros y que llegado el momento, os contáramos vuestro origen para que pudierais encontrar a vuestros padres, conocer a vuestros hermanos.
– Creemos que sois mayores y maduros. Sois vosotros los que podéis elegir que hacer con vuestras vidas. Si queréis buscar a vuestros verdaderos padres nos parece bien... Sabéis que no nos gustan nada esas normas estúpidas. Sólo queremos vuestra felicidad, así que contad con nosotros para lo que necesitéis. – Añadió Phillip en un intento de ayudar a su esposa a explicar la situación.
– Papá, mamá... Me gustaría conocer a mi familia... Pero eso no quita que vosotros sois mis padres también, pero necesito conocerlos. – Dijo Elliot.
– Yo también quiero buscarlos. – Añadió Marley.
Por su parte, lejos de allí, Santana celebraba su decimoséptimo cumpleaños. Sus hermanos Rachel y Blaine se encontraban en el pequeño salón de su casa junto a ella y sus padres. Habían preparado una cena especial para la que habían estado ahorrando. De plato principal tenían pollo asado. Mandy había hecho un bizcocho sencillo, habían comprado leche de vaca y cacao para acompañarlo. Algo totalmente lujoso para ellos y que sólo se comía cinco veces al año, en los cumpleaños de los hijos, navidad y año nuevo.
Los regalos fueron muy sencillos, unos zapatos y un vestido nuevo para los domingos, algo habitual ya que en cumpleaños y en navidades era cuando obtenían ropa nueva, salvo que hubiera necesidad en otro momento. Además de que las dos adolescentes habían dejado de crecer por lo que ya no podían pasar la ropa de la mayor a la pequeña cuando a la primera ya no le quedaba bien.
Después de la cena, Tina, Finn, Puck y Mercedes llegaron a la casa de los Lopez, eran amigos de la mayor, trabajaban juntos y habían crecido en el mismo barrio. Desde muy niños fueron inseparables y su amistad se reforzó con los años.
Todos estuvieron jugando a las cartas, cantando y riendo. Para ellos esos eran unos de los pocos momentos de felicidad que podían disfrutar. Sus vidas se resumían en trabajar y trabajar. Sobre todo para los mayores ya que Blaine y Rachel todavía estaban en el instituto y sus padres y hermana querían que intentaran acabar los estudios.
Sin embargo, la felicidad de la familia se veía eclipsada por los problemas y el saber que lejos de allí, Elliot estaba celebrando su cumpleaños con otra familia, una que le habrá dado más lujos de los que ellos podrían soñar.
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Con Otros Ojos (Brittana girlxgirl)
FanfictionUn mundo en el que el estatus social de las personas se define por el color de ojos. Brittany y Santana tendrán que luchar por su amor para poder estar juntas... ¿Conseguirán su "felices para siempre"?