1: Tía

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—¡LAILA LA COMIDA YA ESTÁ SERVIDA!

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—¡LAILA LA COMIDA YA ESTÁ SERVIDA!

—¡YA VOY!—grite de vuelta.

—¿ACASO QUIERES UNA INVITACIÓN?

—¡YO IGUAL TE QUIERO TÍA ANDROMEDA!

Suspiré y cerré el libro de Morgana, mientras hacía parar el tocadiscos que el tío Ted tenía, viniendo de una familia de muggles él sabía mucho sobre estos artefactos y me había enseñado a cómo usarlo, y me había gustado tanto que dejó quedármelo en mi habitación por el resto del verano. Baje las escaleras mientras ponía a Castiel; mi bowtruckle, en mi hombro.

—Ten querida, para ti—el tío Ted dijo tomando unas cartas, yo le agradecí sonriéndole, mientras iba había el comedor, allí estaba mi tía Dromeda, prima de mi padre Sirius.

Pero la pregunta sería ¿por qué no estoy con mis abuelos Newt y Tina? Después de que supiera la verdad sobre mi origen y sobre mi padre, le pedí a mis abuelos que fuéramos a visitar mi tía, omitiendo todo el hecho que yo había ayudado a fugarse a Sirius. Aunque estaba nerviosa por conocerla, ella se emocionó al verme, abrazándome y diciendo que la última vez que me había visto me había tenido en sus brazos. También tengo una prima de segundo grado llamado Nymphadora (si, ya lo se, horrible, por lo que le dije mi terrible nombre de Fleuphemia y así se forjó un hermoso lazo entre primas).
Mis abuelos aunque no estaban muy contentos, aceptaron que me quedara las últimas semanas de mis vacaciones en casa mi tía Andromeda.
Nymphadora me había pedido que por favor le dijera Tonks o Dora, y lo mejor era que era una metamorfomaga al igual que yo, por lo que dos días enteros nos habíamos cambiado la apariencia a la de la otra, siendo ella, un hermosa Laila por dos días y yo una chistosa Tonks, cuando la tía Dromeda se enteró sin embargo no lo encontró muy divertido, el tío Ted lo encontró graciosicimo y había dicho que mi imitación había sido perfecta. Cuando abrí la carta por la letra supe que era de Harry.

Querida Laila,

Muchas gracias por las galletas, y los bizcochos, y las tartas, y los Dulces. Sin ti, y sin Ron o Hemrione hubiera muerto de hambre con toda la dieta que Dudley tiene que hacer.

Reí ante esto, cuando Harry me había contado que toda su casa iba a estar con un régimen alimenticio, inmediatamente le envíe todo el arsenal de Dulces que pude encontrar, escribiéndole que si no comía iba a a desparecer por lo delgado que es. La carta solo seguía diciendo sobre lo aburrido que estaba y lo ansioso que se sentía para que los Weasley, lo fueran a buscar y llevar a los mundiales de Quidditch, después de terminar de leerla, me senté en mi puesto en la mesa, y deje la carta a un lado. Comenzando a comer la tortilla de vegetales que me había hecho mi tía Andromeda mientras ella y mi tío comían cerdo.

—¿De quien era la carta?—preguntó mi tía con interés.

—Era de Harry—respondí cortando en trocitos la tortilla—. Todavía está atorado en la casa de sus horribles tíos, no puede esperar por los Mundiales.

Laila Scamander y El Torneo De Los Tres MagosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora