Capítulo 31: Estrujado.

                                    

                                          
Desde que Wally había aprendido a usar solo el autobús escolar, el horario de la familia se había des estresado bastante. 
                          
Ahora cuando su tiempo de descanso comenzaba, Barry no iba a recoger al niño a la escuela, sino que iba directo a casa y preparaba el almuerzo o iba al supermercado para comprar todo lo necesario para la comida, así cuando Wally llegaba, ya había algo listo. Los únicos días que iba a recogerlo, era cuando tenía entrenamiento de soccer. Luego, cuando tenía que volver al trabajo, se quedaba mucho más tranquilo que antes, pues el niño ya era lo suficientemente mayor para quedarse solo en casa a la espera de Hal sin problema alguno.
                          
Ese día, Barry salió del trabajo y fue directo a casa, pensando en lo que prepararía para el almuerzo, iba tranquilo, sin muchas preocupaciones en mente. No tenía mucho trabajo últimamente y eso le alegraba, ya que significaba que había menos crimen en la ciudad o al menos le gustaba pensar de esa manera.
                          
Al llegar a casa, se puso en marcha para cocinar, pensando en lo hambriento que estaría su hijo al llegar. Wally estaba cercano a cumplir los 12 años pero para él siempre sería el pequeño niño que conoció a los 4 años y por ende quería complacérlo en todo, en especial porque sabía lo mucho que disfrutaba de una buena comida. Dejó el trabajo y cualquier otra cosa de lado y se concentró únicamente en cocinar.
                          
Barry se había empeñado en la cocina con la esperanza de ver la cara feliz de Wally y sus mejillas llenas de pecas ensancharse en alegría por lo deliciosa de la comida.
                          
Por ese motivo, el gesto de enfado que tenía su hijo le preocupaba un poco. Desde que llegó de la escuela, se dio cuenta de su mal humor pero no le dijo nada y ahora que lo veía con el ceño fruncido y jugando con su comida sin probar nada, sabía que definitivamente algo no estaba del todo bien.
                          
-Wally ¿hay algo que quieras contarme? -.
                          
Los ojos verdes del niño lo miraron de inmediato, sin suavizar su expresión, dejando más que claro que estaba molesto.
                          
-Dick me dijo que va a tener otro hermano -.
                          
-¿Qué? - no pudo evitar su sorpresa. De todo lo que se imaginó que podría decirle, nunca se le pasó por la cabeza eso - ¿un nuevo hermano? -.
                          
-Sí... dijo que su padre habló con Jason y con él y se los dijo... tendrán un nuevo hermano menor -.
                          
-Vaya - parpadeó sorprendido. 
                          
Gracias a la amistad entre sus hijos, su familia convivía bastante con Bruce Wayne, a pesar de las quejas de Hal, y gracias a eso pudo conocerlo más. Bruce Wayne era un hombre de negocios, muy frio y serio pero era una buena persona, era algo distante y no muy expresivo pero se preocupaba por sus hijos y se aseguraba que no les faltara nada. Barry consideraba que para haber adoptado a dos niños sin tener ningún tipo de obligación, Bruce debía tener un corazón más grande de lo que se permitía demostrar a las personas, especialmente porque adoptó a un niño con un pasado tan difícil como el de Jason.
                          
Hal decía que Bruce era un estirado y un cretino que no se preocupaba lo suficiente por los chicos pero Barry no lo creía así, sabía que a pesar de su armadura de frialdad, Bruce amaba a sus hijos y que era alguien muy generoso, pero a pesar de creerlo, le sorprendía escuchar que iba a adoptar a un niño más.
                          
-No quiero eso -.
                          
La voz de Wally lo sacó de sus pensamientos y llamó su atención por las palabras pronunciadas. Entendía porqué la idea le molestaba, pero no estaba de acuerdo con que le molestara algo como eso cuando no era nada malo.