-Bien ¿Ahora por dónde? - Preguntaba Loki- ¿Izquierda o derecha?
-Izquierda
-Esperaba que pudiéramos costear la ciudad, pero veo que el destino nunca me sonríe.
-Ni lo va a hacer, estamos en los límites de Nul- dijo Lina bajándose del caballo- hasta aquí llega el caballo.
-¿De verdad? Son veinte kilómetros hasta la puerta principal.
-Entonces te recomendaría ahorrar energía dejando de quejarte. Yo tampoco quiero hacer esta parada, pero tenemos que hablar con Emerith y para eso tenemos que pasar por Punta Roja, le debemos una visita y él explicaciones. Cuanto antes entiendas que no hay escapatoria, mejor para los dos.
- ¿Y si me quedo en algún bar mientras hablas con él?
- ¿y perderme la diversión de ver cómo te golpea por ser un mujeriego? no, gracias, vienes conmigo. Y tú, buena suerte en tu regreso, muchas gracias-Lina sacó una gran manzana color lima de su bolso y se la dio al caballo y con unas caricias lo despidió. -Bien, a caminar.
Luego de tres horas de equitación, veinte kilómetros a pie sonaban agonizantes. Para su suerte, la tarde se portaba muy primaveral, un delicado viento soplaba entre los violetas campo y el suave olor a la lavanda llenaba los pulmones de tranquilidad. Demasiada tranquilidad para Loki, se aburría tanto que hacía cosas sin sentido, primero miraba el cielo, después caminaba de espaldas, daba saltos, caminaba con manos, envainó y desenvainó su espada como diez veces, etc. Cuando todo fracasó, solo le quedó una cosa por hacer.
-Lina, ¿Qué estás leyendo? - preguntó a su hermana que había sacado un libro de su bolso y no había dejado de leerlo desde que empezaron a caminar. Era sorprendente verla caminar y leer al mismo tiempo, todo el que la veía no sabía cómo no se tropezaba ni se chocaba con nada, podía pasar una carreta y ella se daría cuenta minutos antes sin siquiera apartar la vista del libro, ni siquiera con las molestias de su hermano.
-¿ya vas a empezar? Estamos por llegar a la boca del bosque Pintado, deberías estar alerta, no solo hay uno que otro animal dando vueltas, me enteré que hay un grupo de ladrones de carretas y podrían ser una molestia, más que tú.
-El bosque Pintado, recuerdo cuando jugaba ahí, nunca coleccioné todas las flores- un anillo boscoso rodeaba la gran ciudad de Punta Roja y, como su nombre lo dice, parecía una pintura, uso prematuro de la magia en la ciudad influyó en la reproducción de la flora porque siempre estaba lleno de flores, no importa la estación del año, y gracias a ello, mucho animales se adaptaron a esos colores, no era de extrañarse ver un conejo rojo con puntos azules o un pájaro naranja con rayas verdes. "Animales arcoíris" es el nombre que les pusieron porque siempre tenían matices diferentes, si veías un animal con los mismos colores seguramente sea el mismo que viste antes.
-Esto es nuevo- Loki contempló la gran entrada construida con enredaderas y cientos de flores que danzaban con el viento y disfrutó con gran nostalgia la suave brisa que brotaba de entre las frondosas hojas que dejaban entrar la luz suficiente para que se siga sabiendo que era de día, pero el cielo se teñía de verde al pasar el gran arco.
-Lina ¿puedo? Prometo no alejarme del camino.
Lina cerró su libro y con un gran suspiro lo miró a los ojos y, no sabe bien si fue la nostalgia o ver a su hermano rogar con carita de cachorro y sus manos en posición de rezo, pero asintió con la cabeza y, con más felicidad que cualquier niño en una juguetería, Loki, saltó de emoción y salió corriendo hacia el bosque trepando por un árbol y saltando entre ellos con gran agilidad.
-Creo que guardaré el libro por ahora, al menos hasta que pasemos el bosque. No creo que me haga mal disfrutar de las vistas.
Muchos decían que era lo que más valía la pena en Punta Roja, la tranquila caminata por el sendero del bosque albergaba una tranquilidad hipnótica. Pájaros contando, el viento rosando las hojas, los frescos olores de cientos de flores diferentes, cientos de historias de amor se contaban tras las marcas de corazones en los troncos. Aunque para los hermanos era más nostálgico, pasar una infancia allí y no verlo por años les dejaba una sensación de calidez casi materna.
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Punta Roja
FantasyDos hermanos, uno hábil con la espada, la otra, una maga experta, juntos con una pequeña y su oso de peluche mágico, viajan por las tierras de Vygor buscando respuestas de su pasado. Arte de portada: Luciano Rorh. insta:flr_art1995