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LEAN LA NOTA
-Maddison Pocket-

-Entremos- Me dice por quinta vez Eddie. 

-No- Le digo riéndome- No estamos vestidos como para entrar ahí. 

-¿Que nos pueden decir?- Me dice- Tal vez solo nos miren al principio, a parte tampoco estamos tan mal vestidos.

-Eddie, tengo un jean y un top, tu estas igual de simple- Le digo estresada- No podemos entrar a un restaurante de lujo así. 

-Pero no veo el problema, tenemos el dinero para poder pagar lo que comamos allí, eso es lo único que le tiene que importar a ellos- Me vuelve a decir- Así que Madd vamos a comer ahí.

-No podemos volver a la fila del local de hamburguesas, solo tenemos que esperar un rato- Vuelvo a insistirle.

-Vamos a estar como dos horas mas esperando para poder cenar. 

Suspiro- Esta bien entremos- Le digo cansada.

Eddie me invitó a comer a un lugar cerca de su casa, que dice que vende las mejores hamburguesas del mundo, pero cuando llegamos al local, estaba repleto incluso había hasta fila para poder entrar, así que hicimos como veinte minutos la fila, pero Eddie recordó que en la otra calle había otro restaurante, así que salimos de la fila pero cuando llegamos al otro, déjenme decirles que e ido a restaurantes lujosos, pero no hay como este.

-Genial aquí también hay fila Edd- Digo estresada.

-No lo creo-Me dice sonriendo-Ven-Lo miro sin comprender, toma mi mano y empezamos a caminar por un costado de la fila, intento no mirar a las personas que están ellas, esto me da vergüenza.

-¿Que hacen?- Nos dice una chica en la entrada- No damos caridad así que será mejor que se vayan, antes que llame a seguridad-Dice mirándonos.

-Vez te dije que no nos iban a dejar entrar- Le susurró.

-Soy Edward, tiene que haber una reserva a mi nombre- Le dice, esperen que ¿Una reserva?

La estúpida se empieza a reír- Vayanse, tengo que seguir trabajando- Nos dice.

-¿Quien te- Empiezo a decir pero Eddie me calla.

-Peterson-Dice serio- La reserva tiene que estar a nombre de Edward Peterson- Le dice entregando su licencia.

-Oh por dios, como la dueña-Susurra- Apenas entren tendrán a un mozo esperándolos para llevarlos a su lugar.

-¿Como la dueña?-Pregunto confundido.

-Mi mamá es dueña del restaurante-Me explica.

-Yo lo siento, no debí tratarlos así- Nos dice la chica.

-Claro que no, hablaremos con la dueña sobre tu amabilidad-Le digo seria, tomo a Eddie y entramos al restaurante.

Sus paredes son de color bordo, hay grandes candelabros iluminando el lugar, este restaurante es hermoso.

-Por favor siganme-Nos dice un señor con traje.

Somos tres problemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora