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—Lo siento— murmuró Jimin mientras empujaba a varias personas para poder pasar, odiaba este día o mejor dicho noche. No pensó que se llenaría tanto por un par de cerverzas gratis y shows un tanto asquerosos pero excitantes para muchos clientes hábituales y no hábituales. 
                          
Su celular sonó nuevamente antes de contestar. ¿Por que se tuvo que poner tacones? Se preguntaba Jimin al sentir como sus piernas se cansaban al bajar el mini escenario. —¿Mande, Hobi?—Preguntó al contestar. Hoseok bufó antes de indicarle que tenía que correr o volar para poder llegar ya.
                          
—Lo se, Hoseok. Pero maldición, estos tacones están siendo un infierno. —Respondió casi gritando por la fuerte música del lugar. Hoseok iba a decirle una cosa sarcastica pero escuchó como su amigo se disculpaba rápidamente con una persona.
                          
—¿Qué pasa Jimin? —Preguntó preocupado pues escuchaba como la otra persona le reclamó por su vestido. 
                          
—Si, disculpame. Estoy apresurado. —Trataba de explicar Jimin pero la chica estaba más ocupada en reclamar que en escuchar. «Mira mi vestido ; «Está cosa esta pegajosa ; «¿Por que no puedes tener cuidado?
                          
Hoseok seguía escuchando tantos reclamos, así que asomo desde el segundo piso para ver cuanto le faltaba para llegar hacia Jungkook. Para su sorpresa faltaba poco. Muy poco.
                          
—Jimin, estás a unos pocos pasos para llegar— avisó. Jimin abrió los ojos sorprendido antes de empujar a la chica haciendo que la amiga que la acompañaba a la chica le tirará sin querer su bebida, llenandola otra vez de cerveza.
                          
Pero poco le importo Jimin.
                          
Vió como el señor estaba demasiado cerca de Jungkook, muy cerca. Si no fuera por el gran tamaño de masa muscular del señor, juraría que Koo estaba temblando. 
                          
Lo unico que pudo pensar Jimin fue quitarse un tacón y lanzarlo al señor con fuerza.