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Me desperté sintiendo un camino de besos por mi espalda, subiendo por mis hombros y luego mi mejilla, cuando se trasladaron hacia mis labios los respondí reconociendo el calor familiar que me atraía de Ihan.

—Hermosa despertate. —me dijo, abrí los ojos somnolienta y divisé la habitación oscura con apenas sombras de él, era de noche aún. —el motorhome llega en una hora.

— ¿Dormiste algo?

—No, pero te despierto así pasamos un rato juntos.

— ¿Y no querés dormir?

—No, no tengo sueño.

— ¿Pasaste toda la noche ahí no?

—Tenemos una hora antes que nos vengan a buscar. —dijo evadiendo mi pregunta y yo suspiré resignada cuando volvió a besarme el cuello para seguir con el camino de ellos, por mi cuerpo. Se metió conmigo debajo de las sabanas y ayudé a sacarle la remera, así pude sentir su piel debajo de mis manos, como él pudo hacer que las suyas fuesen el cielo sobre mi cuerpo, para amarnos sin límites.

El viaje hasta a la siguiente ciudad fue de cinco horas, el tráfico iba rápido pero al acercarnos y la gente ver el motorhome con la cara de Ihan, se tuvo que pedir patrullas para que nos acompañaran al hotel. Fue divertido porque Ihan y yo nos sentamos juntos y todos los músicos y bailarines nos atosigaban con preguntas sobre nuestra relación, querían saber todo, lo cual era un poco incómodo pero no dejaba de ser liberador para nuestra relación. Kendal era el único apartado e Ihan me dijo que habían discutido, pero ninguno de los entendíamos su enojo, ya que andaba con diferentes mujeres todo el tiempo y se suponía que yo le había dejado de interesar.

Renato dio una charla antes de bajar para la organización de cómo llegar al hotel, había muchas personas afuera gritando su nombre y obviamente Ihan no iba a poder complacer a todos, pero le daban diez minutos para que saludara y en eso teníamos que pasar lo demás. Primero bajaron los músicos, después los bailarines y por la ventana vi como Yani se podía sacar fotos con algunos, los fans gritaban por todo aquel que tuviera mínimo contacto con su ídolo y eso a mí me causaba gracia.

—Kendal, bajá con Julieta. —nos indicó Renato.

—Julieta baja conmigo.

—Ihan no pueden hacerse los novios acá.

—No vamos a hacernos los novios, pero bajamos los tres, si después de todo Kendal también va firmarles autógrafos a mis fans. —dijo molestándolo, Kendal se levantó bufando y caminó hacia la puerta.

—Dale, dale Ihan. —dijo enojado Renato, me apresuré a bajar detrás de Kendal e Ihan detrás de mí.

La multitud se volvió loca cuando vieron a su ídolo, aunque las chicas llamaban también al nombre de Kendal como al mío, él intentó sacarse fotos con algunas y sin poder ignorar lo que pedían, me tuve que acercar del mismo modo. Sin embargo, cuando nos encontramos cercanos a la valla, Kendal pasó su brazo por mis hombros sacándome de las manos de los fans y me llevó dentro del hotel en donde me soltó rápido, para irse tras Tom que estaba asignando las habitaciones.


Sólo dos horas le dieron a Ihan para dormir y no desperdició ni un segundo, se acostó en la enorme cama de la lujosa habitación que nos habían asignado y automáticamente sus ojos se cerraron para descansar. En cuanto a mí, había dormido lo suficiente y no lo necesitaba como él, así que me quedé con mi laptop trabajando en los pedidos de mi departamento y una vez entregados, me puse a investigar sobre mi visita en twitter, tenía muchas menciones de sus fans y fotos de la noche anterior como del hotel, incluso debatían el cambio que había hecho Ihan para la canción, por lo que me apresuré a escribir un tweet aclarando que no estábamos saliendo, dado que yo no estaba interesada en permitirle a los medio que perjudicaran nuestra relación.

No soy tu fan!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora