— Lo soy—. Habla Jimin, observando el rostro lastimado de Yoongi.
                          
— Oh, eso se ve doloroso—. Dice Jimin corriendo para observar los moretones y sangre seca esparcidas por todo el rostro del alfa.
                          
— ¿Puedes concentrarte en esto? —. Suplica Yoongi, pues hoy no está para soportar aquella concentración de un niño que suele tener Jimin.
                          
— Ah, sí, lo lamento—. Yoongi se acomoda mejor en la cama.
                          
— ¿Me odias? —. Pregunta sintiendo temor ante la respuesta.
                          
— ¿Odiarlo? —. Pregunta Jimin.
                          
— Ya sabes, fui un completo imbécil, ¿no es así? —
                          
— No lo odio hyung—.
                          
— Te rechace frente a muchas personas—.
                          
— Lo sé, ¿y? —.
                          
— Eso es suficiente para que cualquier omega se sienta mal—.
                          
— En su momento, pero fue hace mucho, ahora sólo soy su empleado—.
                          
— ¿Entonces por qué te arriesgaste así? ¿Por qué me ayudaste? —.
                          
— No lo sé —. Responde sincero. — Igualmente no tiene importancia—.
                          
— ¿No la tiene? —. Pregunta Yoongi sintiéndose dolido con la respuesta de Jimin.
                          
— No, y gracias por decirle eso a sus padres, ya sabe, por cubrirme —.
                          
— Debía, ahora, ¿vas a decirme quién eres? Sin mentiras —.
                          
— ¿Sin mentiras? —. Dice Jimin en un susurro.
                          
— Te escucho —.
                          
— No sé qué quiera que le diga—.
                          
— Tu familia, ¿a qué manada pertenece? —.
                          
— No lo sé—.
                          
— Jimin—.
                          
— Estoy siendo sincero, no lo sé—.
                          
— ¿No lo sabes? —.
                          
— Mis padres murieron y mi hermano mayor también, Kookie era muy pequeño como para recordar a mis padres y yo, bueno, yo lo olvide también—.
                          
— ¿Qué? —.
                          
— Solo sé que no somos de Daegu. Nuestros padres murieron aquí, no sé porque venimos, no recuerdo el rostro de mis padres siquiera, no se sus nombres, tan solo puedo revivir ese día en el que todo paso—.
                          
—Te escucho, ¿Qué paso ese día? —. Jimin suspira sentándose en el borde de la cama.
                          
— Sé que el carro se fue a un abismo, luego desperté viéndome así, viéndome mayor cuando en mi mente yo no me veía mayor—. Yoongi puede sentir los suaves sollozos de Jimin, lo que le preocupa.
                          
— Jimin cálmate, no estoy entendiéndote—.
                          
— Mis hermanos sobrevivieron, pero yo no llevaba cinturón, dicen que mi cabeza colisiono contra el parabrisas, lo que me dejo en coma durante 10 años, lo único que sé es que cuando desperté mi hyung era un hombre y kookie un niño de 12 años, luego, mi hermano también murió en otro accidente, apenas acaba de despertar y él se marchó. Hyung, yo de verdad no miento, no sé ni siquiera el nombre de mis padres, y kookie tampoco, ni siquiera sabemos si nuestro apellido es el correcto—. Los sollozos aumentan, llenando el lugar de una tristeza bastante lastimera para el alfa.
                          
— ¿Tu hermano nunca se los dijo? —.
                          
— Mi hermano decía que no lo recordaba—.
                          
— Dile a Jungkook que vuelva y deje sus cosas donde estaban—.
                          
— ¿Qué? —.
                          
— Sé que planean irse, no vas a irte, no ahora—. Jimin limpia sus lágrimas intentando poder controlar su llanto.
                          
— Lo mejor será que si—.
                          
— No, voy ayudarte—.
                          
— ¿Ayudarme? —.
                          
— Es lo mínimo que puedo hacer por ti, ya sabes, aunque sea eso, ser tu alfa no pues te he rechazado—.
                          
— No tiene que mencionarlo, ya lo sé —.
                          
— Bueno, lo que quiero decir es que voy ayudarte a saber tu manada, quizás puedas volver allí, volver a tu hogar te hará bien—. 
                          
— ¿Habla en serio hyung? —.
                          
— Si es lo que quieres, podemos hacerlo—.
                          
— Claro que quiero, quiero volver, quiero saber si tengo más familia—.
                          
— Bien, si me eres sincero puedo ayudarte—.
                          
— Soy sincero—. Mintió.
                          
— Ahora, déjame todo a mí, tú sólo di que sí a todo lo que te pregunten—.
                          
— Gracias—.
                          
— No las des todavía, hazlo cuando puedas volver con los tuyos—.