Capítulo 18

                                    

                                          
Mi padre se quedó a dormir en el sofá, el cual había sido ocupado los últimos días por Chris.
                          
Cuando desperté, tuve que pellizcar mi brazo para comprobar que no estuviera dormido aún. Mi padre tenía un delantal de Grecia, y estaba dándole vuelta a unas tortillas, a la vez que cuidaba que las salchichas no se le quemaran. 
                          
-B-Buenos días papá -saludé a la vez que me sentaba en uno de los taburetes.
                          
Mi padre dio un respingo y volteó a verme con una leve sonrisa.
                          
-Buenos días hijo, pensé que tardarías un poco más en despertar
                          
-Hoy me reincorporo al trabajo, quiero llegar temprano y sorprender a los chicos 
                          
-Ya veo, me alegra que ya puedas volver
                          
-Si... Hace mucho que no cocinabas 
                          
-Oh si, me levanté con ganas, supongo -se encogió de hombros y dejó un plato servido frente a mi. Sonreí al ver la comida humeante y tomé el cubierto para empezar a comer.
                          
Hice un sonido de gusto cuando la tortilla entró a mi boca, mi padre no cocinaba a menudo, pero eso no quería decir que no supiera hacerlo, era muy bueno de hecho.
                          
-Gracias papá, sabe muy bien
                          
Él asintió y dejó otro plato frente a sí, se desató el delantal, tomó asiento y empezó a comer.
                          
-Grecia no dio señales de querer levantarse, así que le dejé un poco para cuando despierte
                          
-Suelo tener que despertarla 
                          
-Déjala dormir, anoche me dijo que no tenía que reunirse con su cliente sino hasta la tarde 
                          
-Está bien
                          
Seguimos comiendo en un silencio más o menos cómodo, porque aún habían preguntas en el aire sin respuesta, y no podíamos ser sonrisas y abrazos de la noche a la mañana, a pesar de la conversación de anoche.
                          
Terminé de comer, lavé mi plato y el sartén. Le dije que iría a bañarme y vestirme, respondió que me esperaba para llevarme a la pastelería.
                          
Iba a negarme, pero al ver su rostro tranquilo, y la casi imperceptible sonrisa, no pude hacerlo, porque tal vez él solo quería un poco más de tiempo conmigo antes de su próxima visita.
                          
Así que me bañe y cuando estaba vistiendome, la notificación de mensaje de mi teléfono se escuchó en la habitación, lo tomé de la mesita y al ver que era Chris sonreí de inmediato, y una sensación de calma me recorrió al cuerpo al saber que mi padre ya no se oponía a mi relación con él.
                          
"Buenos días Ed, ¿Cómo te sientes?, no me dijiste que dijo el doctor, ¿Ya puedes trabajar o aún no? No vayas a esforzarte, responde cuando puedas. 
Te quiero"
                          
No fue necesario verme en un espejo para saber que mis mejillas se habían puesto rojas con eso último.
                          
"Buenos días Chris, te tengo buenas noticias, te espero en Sweetness" 
                          
Dude por un momento, pero decidí contestarle.
                          
"Yo también te quiero"
                          
Voy a sufrir una combustión espontánea cuando lo vea.
                          
Terminé de alistarme y salí a la sala, papá estaba hablando con Grecia, la cual estaba en bata y con el cabello despeinado, pero aun así su rostro estaba serio mientras le decía algo a mi padre en voz baja, al verme dejaron de hablar de inmediato, lo cual fue muy sospechoso. Podía entenderlo de mi padre, pero Grecia no solía tener secretos conmigo.
                          
Los miré extrañado, pero Grecia sonrió, dejó un beso en mi mejilla y entró en la cocina. 
                          
Mi padre me indicó que lo siguiera y ambos salimos del departamento rumbo al estacionamiento.