Capítulo 6.

                                    

                                          
No me lo podía creer.
                          
Estaba ahí de pie en la sala donde había pasado la mayor parte del tiempo llorando.
                          
Miré hacia las goteras una vez mñás, busqué con la mirada a ver si encontraba mi mochila, mi ropa o algo que pudiera ponerme encima.
                          
Realmente tenía frío, pero no encontré nada.
                          
Cogí la navaja por si la necesitaba. Caminé lentamente hacia la puerta y estaba abierta. 
                          
Vaya, al hombre se le había olvidado cerrarla.
                          
La abrí. Chirriaba mucho, muchísimo. 
                          
Caminé por un pasillo largo. Estaba oscuro y el suelo estaba sucio. Era de cemento y tenía charcos de agua, trozos de cristales, colillas, varias botellas de cerveza...
                          
Iba buscando una salida muy sigilosamente cuando de repente oí unos pasos.
                          
''Joder, joder'' Pensé.
                          
Busqué un lugar para esconderme y encontré un pasillo estrecho por el que creía que no iba a pasar nadie. Detrás de mí había una puerta y me di cuenta tarde.