El viaje se tomó alrededor de 10 horas en las que la mayor parte del tiempo la pasaron comiendo lo que habían comprado, charlando sobre la vida en los años 40's y lo mucho que había cambiado la gente y por supuesto descansando y proporcionándose calor el uno al otro.
Rogers se mantuvo en su lugar como una roca, solo se paró un par de veces para ir al baño, mientras que Natalia un poco más hiperactiva no dejaba de moverse y cambiar de posición sobre el incómodo asiento del tren. La pelirroja estuvo recostada sobre el hombro del soldado, recargada en la ventana, acostada sola en el asiento frente a ellos, hasta que finalmente regreso junto al rubio para reposar su cabeza sobre el regazo de Steve y subir las piernas en su asiento, acurrucándose para darse calor.
El capitán se sorprendió cuando la pelirroja simplemente se dejó caer sobre él, provocando que una fuerte corriente eléctrica recorriera sus pies hasta subir por toda su espalda ancha, mientras su rostro se acaloraba apenado, pero no le molestaba en lo absoluto con tal de que la rusa estuviese tranquila.
Steve apoyó una de sus manos sobre el rojizo cabello revuelto de la chica para acariciarlo, mientras que su otra mano la apoyó en su hombro para hacer la misma acción. Después de unos minutos sintió la respiración de la rusa regularse, volviéndose cada vez más lenta y suave.
Se había dormido nuevamente.
El capitán se permitió observar sus facciones por unos segundos, su ceño se vía relajado, tenía sus labios rosados un poquito entre abiertos permitiéndole entrar y salir aire por ellos y si observaba detenidamente se lograban percibir unas cuantas pecas bajo sus ojos, casi al nivel de sus pómulos. Eran diminutas y casi invisibles que se perdían en toda esa piel blanquísima qué tenía. Algunos mechones rizados y rebeldes caían sobre sus mejillas, dándole un toque tierno.
Parecía una niña, más bien era una niña aunque ella se empeñara en aparentar rudeza, frialdad y seriedad todo el tiempo. A Steve le encantaba la idea de poder cuidar de ella, de protegerla, de estar a su lado, sosteniéndola y brindándole todo su apoyo. Simplemente lo llenaba, aunque eso le costara algunos golpes e insultos por parte de ella.
Cuándo finalmente llegaron a Kiev, Ucrania ambos fugitivos sintieron un gran alivió en el pecho, pero eso en definitiva está por terminar. Era casi ya media noche, las calles estaban cubiertas de nieve, casi desoladas, había poco movimiento, y unas cuantas personas aún andaban caminando por la acera.
Debían buscar un lugar seguro donde pasar la noche, pero al abandonar la estación de tren, Steve pudo notar que una pareja de hombres los estaban siguiendo por lo que decidieron apresurar su paso para perderlos. Desafortunadamente para ellos otro par de hombres estaban parados en cada una de las esquina de la cuadra.
Los habían acorralado.
-¿Cómo dieron con nosotros? Creí que no nos encontrarían aquí...
Steve susurró y se puso en posición de combate, iba protegerla con su vida.
-Te dije que no descansarían hasta dar con nosotros, Rogers. Su gente esta en todas partes. Somos fugitivos y lo más seguro es que nuestras cabezas ya tengan precio... Ahora escucha, a la cuenta de 3, tú te encargarás de los hombre del frente y yo de los hombres que vienes tras nosotros. ¿Bien?
-Bien...
La pelirroja alentó su paso para encarar a los tipos que la venían siguiendo. No era la primera vez y no sería la última en la que tuviese que patear traseros para sobrevivir.
-Привет идиоты ... (Hola idiotas).
-У нас есть сообщение для вас, Романова... (Tenemos un mensaje para ti, Romanova).
ESTÁS LEYENDO
CAPITÁN ROGERS
FanfictionLa KGB es quien realmente saca del hielo a Steve Rogers, mejor conocido como el legendario Capitán América. Capturado bajo amenazas para el propio beneficio de la Unión Soviética, queda prisionero bajo la custodia de una misteriosa y hermosa rusa d...