Capítulo Veintiocho

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—Le dijiste de Doug y de mí —lo acuso, a lo que él ríe.

—Dijo que va a guardarme el secreto —Se encoge de hombros.

—Él es demasiado hermoso —señalo—, estoy emocionada de poder conocerlo. ¿Ya los chicos vieron el vídeo?

—Como mil veces —responde—, incluso se lo pasaron a sus celulares, Max está algo ofendido de no haber recibido un saludo.

—Lo superará.

—Sí, eso dije, él está organizando que podamos ir a visitarlo, me alegro de que él me esté apoyando ahora que sabe que es real lo que pasa con Arthur.

—Yo también me alegro.

—Dejen de hablar y vengan a comer antes de que Hannah los arrastre de las orejas —murmura papá dándonos leves empujones hacia donde se encuentra el gran comedor.

El llanto de Halle llena el lugar mientras Kae la balancea, pero la niña llora más fuerte. Harry la toma en sus brazos y le murmura palabras que hacen que ella se vaya calmado, mi cuñada se encoge de hombros tomando un sitio en uno de los puestos, justo al lado de mi sobrino que parece estarle haciendo preguntas a Ethan.

Convenientemente me siento al lado de Doug y a mi otro lado se sienta Andrew, ambos me dan una sonrisa, mientras la mano de Doug deja una caricia leve en la mano que mantengo sobre mi pierna.

—Necesito que le pases tu pasaporte a Max para confirmarte en los vuelos para los conciertos —dice Dexter desde la esquina de la mesa—. ¿Mamá, que putada has cocinado?

—Para comenzar, yo no cocino putadas —sisea mamá entrecerrando los ojos hacia él, dejando parte de la comida en la mesa—, así que cuando lo preguntes de manera adecuada, entonces, tal vez te responda.

—De acuerdo, Hannah —concede Dexter encogiéndose de hombros, papá que se sienta en la cabecera de la mesa suspira con resignación.

—No hagamos poner histérica a Hannah, por favor —pide a Dexter, quien ríe por lo bajo tal cual niño travieso—. ¿Ya hicieron las reservaciones para el hotel en Liverpool? Somos bastantes.

—Ya lo hicimos, papá —responde Harry con una Halle calmada entre sus brazos, se sienta al lado de Kaethennis.

—Será como una fiesta de fin de año, mis padres están entusiasmados organizando todo —dice Kaethennis.

Me pongo de pie yendo a la cocina para ayudar a mamá a llevar toda la comida, al poco tiempo ya toda la comida está en la mesa y todos tomamos asiento.

—Hilary, ¿Quieres tú hablar antes de que comamos? —pregunta papá.

—Uh... claro —aclaro mi garganta—. Gracias por hoy tener la comida en nuestra mesa, que no nos falta salud y que estamos unidos. Gracias por permitirnos reunirnos en familia, compartir y permitirnos ser felices. Doy gracias por mantener a las personas que amo a mi lado y porque tengamos a Hannah y Ethan para hacernos grandes comidas, pueden llevarse a mis hermanos, incluso a Andrew, pero nunca deben llevarse a Hannah ni mucho menos a Ethan —Todos ríen—, esperemos y esto se pueda repetir.

Todos asienten y procedemos a servirnos, la verdad es que el pollo horneado y estofado lucen tan delicioso que no puedo escoger y me sirvo de ambos, creo que todos lo hacemos.

Una vez terminamos de comer, me ofrezco voluntaria de encargarme de los platos sucios, principalmente lo hago porque mamá se negaría a que sus invitados se ofrecieran y creo que se merece un descanso.

Acabo con el último plato sucio y tomo un pañuelo de cocina, para limpiar el agua y jabón que salpicó a los alrededores.

—¿No te cansaste, princesa? —pregunta la voz de Doug, me volteo para verlo brevemente antes de continuar limpiando la cocina. Sonrío.

El Deseo Prohibido de Doug (BG.5 libro #2) Disponible en Librerías.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora