Nunca hablo antes de los capítulos, pero ahora lo hago porque os recomiendo muchísimo leer el capítulo mientras escucháis la canción de este. Es una versión diferente, justo la que cantó Alba ayer. Si queréis escucharla está en la playlist del fic (la podéis encontrar en mi perfil de wattpad), aunque también podéis escuchar la de Alba. ¡Que lo disfrutéis!
Alba POV
Una de las cosas que, definitivamente, habían conseguido que me enamorase de Madrid eran los McDonald's que abrían durante 24 horas.
Natalia y yo entrábamos a uno de ellos a carcajadas al recordar el momento en el que Joan y Mikel, después de la cena, nos llevaron a cada una a su casa, pensándose que la noche para nosotras terminaba ahí.
-Si, si. Yo me río ahora, pero me he gastado unos pavos con la gasolina de mierda.
-Me consuela que la idea de esto haya sido tuya. -Dije, riéndome.
El alcohol tal vez me ayudaba, pero la realidad es que me salía solo actuar de manera natural con ella. Sentía que, en ese momento, éramos dos personas diferentes.
-¿No te apetece más un helado? -Me preguntó mientras toqueteaba una de las máquinas de pedidos.
-Sin duda, pero llevan todos nata.
-¿Y?
-Soy intolerante a la lactosa.
-¡Anda! Pues nada, patatillas fritas.
Al decir aquel diminutivo, empecé a reírme de nuevo. No podía dejar de hacerlo y terminé apoyándome en aquella máquina mientras ponía mi mano en el estómago.
-¿Qué ocurre? -Natalia miraba avergonzada a su alrededor. Los trabajadores nos observaban con una expresión de confusión. Finalmente, ella también optó por reírse.
-¿Te puedo llamar Natilla a partir de ahora? -Ella frunció el ceño. -Ya sabes, Nat... illa. Natilla. -Volví a reírme escandalosamente. Ella no lo hacía.
-Hazte un favor y no bebas más cerveza en tu vida. -Me dijo mientras sacaba el ticket y me golpeaba inutilmente la frente con él. -Siéntate donde quieras, voy yo a por la comida.
-Vale. -Ella, que estaba dirigiendo su cuerpo hacia la barra, se giró hacia mi cuando le volví a hablar. -Oye, y no estoy borracha. Lo de Natilla lo he dicho totalmente sobria, te lo aseguro. -Manifesté, sin dejar de reirme.
Todos los asientos del local estaban libres, por lo que tenía total libertad para elegir. Sin embargo, me decanté por la pequeña estancia destinada a los clientes más pequeños y juguetones. La mayoría de esta estaba ocupada por un tobogan enorme y un montón de juegos más que no era capaz de ver. Estaba vacío, la temperatura era más bien alta y no tardé mucho en acostumbrarme al olor.
Al sentarme me sorprendí. No recordaba estas sillas tan pequeñas y bajas, supongo que quien había crecido era yo.
Una vez me senté, giré mi cabeza para mirar a Natalia. Seguía en la barra esperando el pedido. Al verla sonreí, pero la realidad me golpeó en la cara y me quitó esa sonrisa. No asimilé, hasta ahora, que estaba saliendo a tomar algo con mi jefa.
Con Natalia. Escondiéndonos del mundo. A las 3 de la mañana.
Volví a levantar la vista. Saludé a la morena cuando la vi con la bandeja en sus manos y su cabeza moviéndose de un lado a otro, buscándome. Poco tardó en llegar al lugar donde estaba yo.
-Nunca pensé que estaría en un McDonald's contigo, pero menos me iba a esperar estar justo en este sitio. -Dijo, sentándose con dificultad en la pequeña silla mientras dejaba la comida en la también pequeña mesa.
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Limerence
FanfictionAlba obtiene la mayor oportunidad de su vida cuando es la elegida para exponer sus propios cuadros en el nuevo museo de Madrid ''Mascart'', el cual ha conseguido mucha popularidad desde su reciente apertura. Desde entonces, su vida profesional empi...