Capítulo 17: Tiempo de Pareja.

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Para Hal Jordan una cita ideal y romántica era llevar a Barry a volar, eso le dio muy buenos resultados pues fue de esa manera que le pidió al rubio salir con él. Había recibido la respuesta afirmativa más feliz en toda su vida.

Otras buenas ideas eran llevarlo a una cena romántica en un buen restaurante o a caminar por la playa en la noche. Llámenlo anticuado o cursi pero si había algo que Hal Jordan sabía hacer, era seducir, en especial si se trataba de Barry Allen.

Ésta ocasión era un poco diferente a lo normal ya que no se trataba de una cita común como las muchas que tuvieron antes, tampoco era su aniversario pero sí era especial. Desde que comenzaron a hacerse cargo del chico pelirrojo, su vida amorosa cambió, ya no salían a tantas citas como antes y podía besar a su novio y abrazarlo a su cuerpo en cualquier parte de su hogar como lo hacía antes, ya que su pareja era tímido a mostrarle al niño ese tipo de comportamiento y él no tenía de otra más que aceptar. Su tiempo para citas también había disminuido bastante, pues si no estaban ocupados con el trabajo, lo estaban cuidando al niño, pero definitivamente el aspecto en el que más se vio afectada su relación fue en lo sexual.

Si antes Barry rechazaba 4 de cada 10 acercamientos de su parte para intimar, ahora rechazaba 6. Tener un niño en la casa durmiendo a tan sólo unos metros de su habitación, no deba mucha oportunidad para la intimidad, y aunque al principio fue algo muy frustrante, ahora la situación era mejor. Si bien no habían tenido sexo, en toda la extensión de la palabra, con tanta frecuencia como antes, sí tuvieron encuentros en los que la mayoría de las veces no pasaban de estimularse el uno al otro con las manos o la boca, sólo para poder liberar la tensión que gobernaba entre ambos. Claro, todas las veces trataron de hacer el menor ruido posible.

Ahora Wally no estaba en casa, y si bien Hal en un inició pensó en aprovechar eso para poseer a su pareja como era debido, se dio cuenta después que más allá de eso, quería que Barry se relajara y disfrutara de su tiempo solos. Lo que nos lleva al inicio.

Para Hal Jordan habían varias opciones de citas románticas, cada una más cursi que la anterior pero definitivamente, pasarse el sábado haciendo las compras para luego ir a un concierto gratuito en el parque, no era precisamente una de ellas.

-Recuérdame cuándo nos volvimos una pareja de ancianos -.

-Oye, esto no es tan malo -.

-Destrozaste cada una de mis ideas para nuestra cita especial - reprochó con una paleta en la boca - eso no se hace, Bear, yo quería tener una velada romántica -.

-¡Jajaja! deja de exagerar, Hal, yo me divertí, el concierto fue muy agradable - dijo sonriendo y dándole una pequeña lamida a su helado de vainilla.

-Eso es porque eres un viejo -.

Barry rió una vez más y miró a su pareja. Jordan tenía las mejillas infladas por tener toda la paleta dentro de la boca y tenía el entrecejo un poco fruncido. Parecía un niño haciendo una rabieta y eso le parecía sumamente lindo. Sabía que estaba un poco resentido por haber estropeado sus planes pero no se preocupaba realmente por ello.

-Ven, sentémonos por acá - lo jaló hacia una banca, ya que estaban tomados de la mano.

El castaño no opuso resistencia alguna pero tampoco se mostro entusiasmado. Se sentaron en una de las muchas bancas de aquel concurrido parque.

-¿No crees que es un lugar muy lindo? -.

-Sí, súper lindo -.

Barry sonrió y decidió recargar su cabeza en el hombro del castaño.

Two Dads - HalBarry - DCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora