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— Panpriya... —  
                          
Pronunció Bam Bam haciendo que los hombros de Lisa se tensaran. Él todavía estaba  manteniéndola sujeta del brazo impidiendo que escapara.
                          
Eso sí, siendo lo más cuidado posible para no lastimarla. 

                          
Ambos estaban cerca del vecindario donde vivía Lisa y por supuesto, dónde casualmente también vivía Kunpimook. 
                          


                          
Hasta ese momento Lisa no había caído reparado en este hecho.
                          


                          
Bam Bam siempre aparecía por sus alrededores. Primero en la cena en casa de la familia Jeon, después repentinamente fue trasladado a  su escuela, incluso  se mudó a  su vecindario y  lo había encontrado en aquella  ocasión  cuando pasaba  el día con Jungkook en el parque de atracciones. 
                          
Claramente la estuvo siguiendo como una sombra todo este tiempo y ella fue tan idiota por no sospecharlo. 
                          
Lisa luchó contra Bam Bam para que la soltara. Le gritaba cosas como ¡Déjame ir! ¡No quiero verte! ¡Déjame sola! pero Kunpimook no la soltó. 
                          
Aun notando varias lágrimas escapando de ella mientas forcejeaba. 
                          
Es que no la podía dejar ir. No ahora. 
                          
Tenían una conversación pendiente. Y por la actitud que tenía su hermana era más que obvio que ya estaba enterada de toda la verdad. Su madre tendría que haber hablado con ella. 
                          
Panpriya  debía tener miles de preguntas por hacer y él era el único capaz de responderlas. 
                          
— C-creo que debemos hablar, Panpriya...  —
                          


                          
Ese nombre. 
                          


                          
Ese no era su nombre. Ella no era esa tal Panpriya. 
                          
Usando todas las  fuerzas nacidas del enojo que estaba sintiendo; Lisa se soltó definitivamente del agarre en que la mantenía el chico más alto y dio dos pasos para tener una suficiente distancia de él. Negándose a mirarlo.  
                          
No quería, y tampoco podía creer, que la persona que estaba delante de sus ojos se tratara de su hermano.
                          


                          
Era una locura.
                          


                          
Bam Bam la vio secarse varias lagrimas con bastante enojo y cruzarse de brazos con esa actitud de rechazo. Ni siquiera permitiéndole acercarse cuando lo intentó. 

                          
Kunpimook agachó su cabeza y apretó fuerte los puños. 
                          
¡De esto era lo que tenía tanto miedo!  De que Panpriya, su única hermana, lo odiara una vez que supiera la verdad. 
                          


                          
 ¡Maldito seas, Jeon!